Valencia cambiará el planeamiento para fulminar la residencia de estudiantes de Merkel

La posible residencia de estudiantes de sesenta millones de euros que promueven Inversiones Gran Valencia y Merkel Real Estate en el barrio de la Saïdia-Sant Antoni empieza a tener los días contados. La vicealcaldesa de Valencia y concejala de Urbanismo, la socialista Sandra Gómez, anunció ayer que tiene previsto reunirse el próximo viernes con el alcalde, Joan Ribó, y la concejal de Actividades y Espacio Público, Lucía Beamud, para exponer a los vecinos que se oponen al proyecto un cambio en el planeamiento que convierta la plaza interior en la que estaba previsto construir el inmueble en una zona ajardinada y dotacional sin posibilidad de edificar. La alternativa contempla trasladar alrededor de la mitad de los más 17.000 metros de techo previstos ahora a una nueva ubicación en la calle del doctor Olóriz, con una reparcelación que repartiría los aprovechamientos urbanísticos en dos nuevos solares de uso residencial, además de mantener un trozo del actual. El fraccionamiento, que podría quizás ser interesante para el propietario, hace prácticamente inviable el proyecto de la residencia del inversor.

Tal como relató El Confidencial hace dos semanas, el Ayuntamiento valenciano mantiene bloqueada la iniciativa para construir un alojamiento de estudiantes de 541 habitaciones y servicios como gimnasio, biblioteca, wifi gratuito, piscina, terraza, zonas comunes, cafetería, comedor o aparcamiento subterráneo (25 plazas). La actuación, que se acoge a la edificabilidad y el planeamiento vigente en el PGOU, cuenta con el visto bueno de los técnicos municipales y ha ido superando todos los trámites administrativos hasta que, justo en el momento en que tenían que entrar las máquinas a trabajar, se ha producido un movimiento de fuerte oposición vecinal. La residencia se ubica en una suerte de plaza interior rodeada de bloques de viviendas, con ventanas que dan a la parte trasera. La parcela está ahora ocupada por unas antiguas naves industriales en desuso y sin apenas valor patrimonial, según han coincidido diversos estudios encargados después de que los vecinos de los edificios anexos reclamasen su protección para tratar de paralizar las obras.

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“Se está dando una solución al conflicto y a las peticiones de los vecinos porque imposibilita la creación de una macrorresidencia dentro de la manzana de casas, estamos generando una zona verde y un nuevo servicio y nos llevamos la edificabilidad a dos parcelas de doctor Olóriz, dos parcelas que serán residenciales”, dijo Gómez.

Fuentes municipales admiten que tendrán que indemnizar a los promotores del proyecto

Los vecinos, agrupados en una asociación, sostienen que la residencia limitará la visión de algunas de las viviendas, convirtiendo en deslunados lo que ahora son fachadas traseras a la plaza, y auguran posibles problemas de ruidos o convivencia con los estudiantes. Merkel Real Estate argumenta que su plan ayudaría a revitalizar el barrio, es positivo para los comercios de la zona y supone ajardinar y urbanizar una zona ahora degradada.

Los promotores han presentado un recurso de reposición, previo a una demanda judicial contra el Ayuntamiento, en el que advierten de las consecuencias legales de bloquear el desarrollo de la iniciativa y anticipan una posible reclamación por daños y perjuicios de hasta 33 millones de euros. Los inversores no descartan, además, iniciar una demanda por prevaricación contra los gestores municipales.

La decisión de modificar el planeamiento a través de la tramitación de una nueva unidad de ejecución no conlleva, sin embargo, que el departamento de actividades tenga capacidad legal para bloquear la licencia de actividad que ha solicitado la propiedad del suelo. Fuentes municipales admiten que, al solaparse ambos procesos, la Concejalía de Actividades y Espacio Público, que dirige Beamud (Compromís) tendría que "expropiar" esa licencia, cubriendo los gastos y el lucro cesante en los que haya incurrido el promotor. La historia de la residencia de la Saïdia empieza a oler a largo conflicto jurídico-urbanístico con más que probables consecuencias económicas para las arcas municipales.

Opinión

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Tras este embrollo burocrático hay mucha política. La de la batalla rincón a rincón de la ciudad por el último voto de cada barrio que libran Compromís, los socialistas y los populares. La pugna preelectoral ha pillado en medio a la promotora de la residencia de estudiantes. En mayo de 2019, el distrito de la Saïdia dio la victoria a Joan Ribó, pero con cifras estrechas de apoyo entre todas las formaciones. Con 6.851 votos (29,45%) Compromís se impuso al PP, que se quedó en 5.055 votos. El PSPV-PSOE subió hasta 4.554 papeletas, mientras que Ciudadanos se mantuvo en 3.749 votos sin rentabilizar la pérdida del PP.

Este miércoles, tras conocer los planes del área de Urbanismo para la plaza en cuestión, la portavoz del PP, María José Catalá, elevaba la apuesta y reclamaba al equipo municipal que “se dejen de presentar dibujitos y que inicien cuanto antes un expediente para impedir la construcción del macro hotel en el barrio de Saïdia”. Los populares se sumaron el martes a la concentración de los vecinos del barrio de San Antonio para reivindicar que se dé marcha atrás al proyecto. Este miércoles, los vecinos fueron recibidos por Sandra Gómez, al tiempo que concejales de Compromís como Pere Fuset firmaban a favor de su reivindicación.