El cofundador de Clicars entra como consejero en la emergente alicantina GDV Mobility

La apuesta empresarial del joven Germán Agulló coge una nueva dimensión. Open Water Capital, la sociedad patrimonial inversora de Pablo Fernández, ha entrado en GDV Mobility con un 16% y un puesto en el Consejo de Administración. El cofundador de Clicars y Clikalia ha asegurado a El Confidencial que participaraá activamente en la scaleup alicantina. “Es la inversión más fuerte que he realizado hasta la fecha y quiero ayudar a Germán en todo el proceso de contratación, escalabilidad y profesionalización”, apunta este veterano inversor de 42 años, también alicantino y capaz de convertir la plataforma de venta de coches de segunda mano en una empresa de 500 millones.

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Con la presencia de Fernández, la hoja de ruta de GDV Mobility se empieza a cumplir en los términos que su CEO expuso recientemente sobre la idea de facilitar la entrada de capital, pero condicionada a perfiles que aportaran. La experiencia de Pablo Fernández en la plataforma de vehículos está en la línea del reacondicionamiento de baterías para vehículos eléctricos.

Detrás de esta decisión hay tres motivos. Para el también inversor y advisor de Mundimoto, “el principal es que necesitamos empresas industriales en España de este tipo. Tenemos líderes en la movilidad, pero nos hacen falta más”. Por otro lado, “está el equipo y la figura de Germán” y por último, el planteamiento medioambiental. “Creo que GDV es un referente y lo puede ser mundial. Es importante demostrar que esto no solo pasa en USA. Emprender puede ser una alternativa laboral”, señala, para acabar destacando la figura del joven CEO alicantino.

En este sentido, no oculta que sus respectivas familias se conocen y que su entrada en la startup le permitirá ver a la familia. Ese plus emocional, afirma, está al margen de la imprescindible “racionalidad” que conllevan las inversiones. El hecho de que la fábrica de GDV Mobility vaya a estar en Alicante lo ve como una oportunidad en aspectos como la calidad de vida y la mano de obra. “Además de Madrid y Barcelona, en España empieza a haber polos de empresas tecnológicas interesantes como Valencia y creo que Alicante tiene mucho potencial”, comenta. “Podemos [en referencia a la ciudad alicantina] ser como el Arteixo de Inditex para la moda”.

En el aspecto medioambiental, también se detiene pues es el elemento que forma parte de su filosofía empresarial. Pablo Fernández es, entre otras muchas cosas, nadador profesional y tiene cinco récord mundiales de travesía. Con esta tarjeta de presentación, es fácil entender su postura a la hora de proteger el mar. La versión empresarial es Gravity, dedica a la retirada de plástico y de la que tiene un 20%. Es una de sus cuatro inversiones, donde está personalmente implicado.

Las cuentas

La experiencia de Pablo Fernández abre la puerta a inversores privados internacionales y contactos en el sector. El ejemplo más conocido es Clicars. En 2016, puso en marcha la empresa de compra-venta de coches de segunda mano. En seis años de actividad, marcó los 600 millones de facturación y el gigante de la automoción Stellantis la adquirió recientemente por más de 100 millones.

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Pablo Fernández considera que las cifras de GDV Mobility son espectaculares, pues en un solo año ya ha dado beneficios. Por otra parte, considera que es un modelo escalable que nace en un momento clave en la movilidad. La scaleup alicantina aspira a convertirse en la mayor fábrica de Europa en el reacondicionamiento de baterías para los denominados VMP que cubre desde los patinetes a las furgonetas, aunque lógicamente el gran negocio son los coches.

Durante el anuncio de la puesta en marcha de dichas instalaciones, Germán Agulló avanzó que el objetivo es que la recomposición de la batería se haga en 72 horas en el 90% de los casos. La nueva fábrica, que estará en la carretera de Ocaña, prevé tener una capacidad de reparación de casi medio millón de piezas al año. La empresa dará una segunda y tercera vida a las baterías de ion litio, que están sustituyendo a los combustibles contaminantes.

Desde GDV MOBILITY se espera cerrar el año con “numerosos hitos remarcables”. En su corto año de vida “ha aumentado su cartera de clientes a los 15.000 talleres indirectamente, ha alcanzado los 800 distribuidores y ha incrementado su stock por cinco”.

La compañía apunta a que desde su fundación se ha movido en números positivos y que su facturación media es de 120.000 euros mensuales. El pasado julio, hizo una ronda de financiación de dos millones de euros y todo ese dinero va directo a inversión.

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Los mercados internacionales con los que trabaja la actual plataforma sorprenden porque, para empezar, además de España, su primer cliente europeo es Bulgaria. En la actualidad, vende piezas con un precio medio de 40 euros a través de su plataforma y es que, entre las peculiaridades del modelo español, está el hecho de que somos compradores de patinetes eléctricos de menos de 300 euros, un dato que contrasta con el resto de Europa.