PP, Cs y Vox votan a favor de la reforma fiscal de Puig: "Todo lo que sea bajar, lo apoyamos"

Las Cortes Valencianas han vivido en la mañana de este jueves una circunstancia muy poco habitual en la política autonómica, y también en la nacional. El decreto ley con la reforma fiscal retroactiva a 1 de enero de 2022 planteada por el Consell del Botànic que preside el socialista Ximo Puig ha salido adelante con el respaldo de todos los grupos parlamentarios, incluidos los tres en la oposición: Partido Popular, Ciudadanos y Vox.

El texto normativo fija rebajas en el IRPF para las rentas de menos de 60.000 euros al año, que se beneficiarán también en recortes en tasas. El paquete comprende una ampliación de los beneficiarios de las bonificaciones tributarias por hijos o personas dependientes y un incremento del mínimo extento que sirve como base para aplicar la imposición. El plan, cifrado en unos 150 millones de euros de ahorro para las familias, fue justificado por el barón socialista por la necesidad de aliviar los efectos de la inflación sobre las rentas medias y bajas.

Su aprobación por el Ejecutivo autonómico ha venido acompañado de un pacto entre socialistas, Compromís y Unidas Podemos para compensar el año que viene el descenso de ingresos con un aumento de la presión fiscal sobre las rentas más altas a través de un nuevo tramo el IRPF, subida de tipos en el impuesto sobre el patrimonio para fortunas de más de 1,5 millones de euros y un incremento del 10 al 11% en transmisiones patrimoniales para las transacciones de inmuebles de más de un millón de euros. Sin embargo, este segundo paquete se tramita de forma separada al de las rebajas, dentro de la ley de acompañamiento y la de Presupuestos de la Generalitat de 2023.

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Los partidos de la oposición se oponen a las subidas, pero la sorpresa ha llegado esta mañana cuando PP, Cs y Vox han pulsado el botón afirmativo para el decreto de rebajas, algo que no esperaban en las filas del Botànic y que tampoco ha sido habitual en las medidas fiscales del Gobierno de Pedro Sánchez sometidas a votación en el Congreso. El gesto fue interpretado rápidamente en el entorno de Puig como un aval trasversal a su propuesta, que generó no poco debate en el seno del PSOE al no contar con el respaldo de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. El propio barón socialista colgó una imagen del panel de votación de las Cortes en Twitter con el siguiente mensaje: "Les Corts aprueban por unanimidad la reforma fiscal progresista del Consell, que beneficiará al 97,4% de los contribuyentes. En la Comunitat Valenciana, las rentas medias y bajas pagarán menos impuestos. En momentos de dificultad, política útil y unidad".

Fuentes de los tres partidos de la oposición explicaron su posición por coherencia en las bajadas impositivas y anunciaron enmiendas propias a la ley de presupuestos de 2023. Desde el Partido Popular considearon insuficientes las rebajas pero señalaron: "En nuestro ADN está bajar impuestos, así que por eso votamos que sí". Es el mismo mensaje que traslasaron desde Ciudadanos: No es la reforma que queríamos, más ambiciosa y no tan rácana. Pero que al final si baja un poco no vamos a oponernos a una bajada de impuestos". "Siempre hemos dicho que por ridícula y escasa que sea la ayuda, aunque sea un euro de ahorro para el ciudadano, lo apoyaríamos", añadía.
Llanos Massó, diputada de VOX y portavoz de presupuestos de su grupo.

La empresa familiar

La salida de la trinchera de los grupos de la oposición para dar respaldo a un propuesta que llega desde el flanco del Botànic abre un campo de juego de posible geometría variable para una enmienda presentada por los socialistas valencianos a las cuentas del año que viene para elevar al 99% las bonificaciones en sucesiones y donaciones a la transmisión de empresas familiares con una facturación de más del 10 millones de euros. Ahora esa bonificación se sitúa en el 95% y, tras incluir subidas a grandes fortunas para el año que viene, el 'president' busca tener un gesto con los empresarios para compensarles. Se trata, además, de una reivindicación del Instituto Valenciano para la Empresa Familiar (IVEFA).

Compromís y Unidas Podemos ya han advertido que no respaldarán una medida que creen que perjudica a la progresividad del sistema y beneficia a las familias más ricas de la Comunidad Valenciana. El desacuerdo en el seno del Botànic sobre esta cuestión parece insalvable. Pero desde el grupo parlamentario del PSPV-PSOE tampoco han contactado con los grupos de la oposición para buscar apoyos alternativos, pese a que tanto PP como Ciudadanos se han mostrado abiertos a estudiar la iniciativa fiscal. Más allá del simbolismo político de expresar una intencionalidad y un gesto, en este caso hacia la empresa familiar, no parece que los socialistas vayan a estirar la cuerda cambiando de socios para esta cuestión concreta. Una cosa es votar todos juntos y por unanimidad la reforma fiscal y otra romper la unidad de acción botánica por una enmienda presupuestaria a seis meses de las elecciones.