Los críticos enturbian la operación de Puig para Alicante y fuerzan la celebración de primarias

El PSOE de Alicante vuelve a enfrentarse a si mismo. Este martes, a falta de un cuarto de hora para que se cerrara el plazo de inscripción de candidaturas para las elecciones municipales, la 'exconsellera' de Sanidad y la apuesta de Ximo Puig, Ana Barceló, se acercó a la sede del partido para formalizar su candidatura. Un día antes, María José Adsuar había hecho lo propio. Así, ambas oficializaban la nueva guerra interna que se lleva fraguando más de dos semanas. Y ahora, para lograr un cabeza de cartel frente al PP, los socialistas abordarán unas primarias en las que tanto el aparato autonómico como el provincial medirán fuerzas. Mientras, Luis Barcala, actual alcalde popular y candidato a la relección, mantiene una agenda muy activa.

De entrada, las candidatas han transmitido compañerismo y buenas palabras hacia la otra; pero las escenificaciones han dejado entrever posturas muy distintas. Por un lado, Barceló acudió a la sede junto a sus apoderados —dos jóvenes militantes sin cargo orgánico— y un par de compañeros entre los que estaba el exconcejal y asesor en Sanidad, Carlos Giménez Bertomeu. La convocatoria a los medios se hizo por el cauce oficial.

Por parte de Adsuar, la presentación de la documentación fue un acto de militancia. Más de una veintena de simpatizantes la arroparon y posaron junto a ella. La puesta en escena borraba de un plumazo los rumores que apuntaban a un acuerdo entre las dos partes. No se utilizaron los conductos oficiales para la convocatoria de los medios, su equipo se encargó de hacerlo directamente. Entre ellos figura Alejandro Riera, quien estuvo en el Gabinete de la exdelegada del Gobierno Gloria Calero, respaldada por Jose Luis Ábalos.

Los nombres se suceden porque para entender al PSOE alicantino, hay que ir más allá de las familias. Es el caso de la parte de la militancia que siempre se ha mantenido fiel al exsenador Ángel Franco, hombre que ejerce un destacado control en las votaciones de base. De aquí hasta el 16 de octubre, el aproximadamente millar de afiliados en la capital tiene en su mano enmendarle la plana al líder autonómico y 'president' o, como ocurriera con Paco Sanguino, el candidato a la Alcaldía hace cuatro años, respaldar la elección de Barceló para, después, llegar a acuerdos en las listas municipales.

Diferencias y similitudes

Ambas candidatas han arrancado con discursos muy parecidos. Ana Barceló exhibió entusiasmo en sus breves palabras y remarcó dos cuestiones: la ilusión por poder encabezar la lista al Ayuntamiento de Alicante y la importancia de que el partido salga reforzado del proceso. “Estoy tremendamente ilusionada y con muchas ganas de abrir esta etapa. Lo he hecho con convicción, determinación y compromiso inquebrantable con la ciudad de Alicante. La ciudad se merece una oportunidad”. En este sentido, Maria José Adsuar habló de “ilusión y energía” y de “un proyecto de mejora de ciudad, un proyecto que nos merecemos”.

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Sin embargo, Barceló se expresó en términos de “oportunidades” futuras y presentes ya puestas en marcha “por el 'president', Ximo Puig”. Adsuar se refirió a una candidatura en la que no está "sola”, en referencia a los compañeros que la arroparon durante el acto. Además, la 'exconsellera' dejó para más adelante su proyecto de ciudad y se refirió a la “recuperación del liderazgo empresarial y social”, mientras que la segunda esbozó con mayor detalle su iniciativa electoral.

Fuera como fuese, la batalla interna la jugarán estas dos veteranas militantes. Tanto Barceló como Adsuar son militantes desde hace años y han formado parte de corporaciones municipales. Eso sí, la primera cuenta con la experiencia de haber estado al frente de un Ayuntamiento, pues fue alcaldesa de Sax (2003-2011), una localidad del interior de la provincia de menos de 10.000 habitantes.

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Precisamente, ese origen es lo que critican algunos simpatizantes y la decisión impuesta desde Valencia sustentada por encuestas telefónicas. Fuentes internas han dejado claro que el grado de conocimiento del nombre de Ana Barceló —fue la 'consellera' de Sanidad— debido a la gestión de la pandemia, no puede equivaler a liderar la lista por un municipio en el que el PSOE se juega mucho. Por ejemplo, la Diputación de Alicante. Y es que en la organización local y provincial se recuerda aún como la caída de votos en varias localidades, entre ellas la capital, impidieron a los socialistas volver a presidir el Palacio Provincial. En 2019, las filas socialistas lograron menos concejales, pero más votos en las elecciones municipales, 249.371 frente a 231.071 sufragios.

Frente al componente natalicio, Barceló ha sido explícita: “He desarrollado parte de mi carrera en Alicante, parte de mi infancia y carrera la he pasado aquí y estoy enamorada [de esta ciudad]”. Adsuar no ha entrado abiertamente en esta cuestión, pero en su alocución de motivación sí hizo mención al hecho de ser militante en Alicante además de advertir: “Y lo seré”.

El calendario marcado por Ferraz determina que el siguiente paso es la recogida de avales y, previsiblemente, ninguna de las dos tendrá problemas. No obstante, en el número que consiga cada una puede estar la respuesta para saber cuál de las dos partes cuenta con más ventaja para la votación del 16 de octubre. Puig se tendrá que emplear a fondo para contar con el respaldo del aparato local.

El liderazgo de Puig

Menos bronco, pero igualmente litigioso será el enfrentamiento en Benidorm, mientras que hasta noviembre queda en el aire Torrevieja. En la primera localidad, los anuncios se cumplieron y la actual secretaria general, Cristina Escoda, pugnará con el edil Rubén Martínez. Los dos municipios costeros son clave en el mapa provincial y autonómico porque sobrepasan los 60.000 y 80.000 habitantes, respectivamente.

En conclusión, Puig tendrá que dirigir y maniobrar para que dos de las grandes ciudades de la provincia remen a su favor. En Alicante, ya tiene contrincante y sabe perfectamente a quien se enfrenta. Por el contrario, en Torrevieja, el problema es la falta de un candidato con tirón en línea de lo que se pretende conseguir con Ana Barceló.

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Con todo, las primarias de Alicante son más que un debate interno; pues, además del debilitamiento si perdiera Barceló, Puig se juega su liderazgo frente a su directo competidor: Carlos Mazón, hoy concejal en el Ayuntamiento alicantino además de presidente de la Diputación.

Para alivio de la organización del PSPV, las agrupaciones locales han cumplido con el mandato de Ferraz y en los municipios de más de 20.000 habitantes donde se gobierna, los alcaldes repiten. Es decir, se ha conseguido acallar la confrontación en Elche, donde finalmente ha habido un cierre de filas en favor de Carlos González, actual primer edil.

En el resto de localidades, seguirán encabezando las listas Rubén Alfaro por Elda, Toni Francés por Alcoy, Fulgencio Cerdán por Villena, Vicent Grimalt por Dénia y Carolina Gracias por Orihuela.