La segunda vida de los “cachorros” del PP de Zaplana: Mazón rescata a viejos compañeros

Hubo un tiempo en que a los integrantes de Nuevas Generaciones del Partido Popular se les conocía cariñosamente como “cachorros”. El término servía para retratar a todo un grupo de jóvenes que, en la década de los 90, entraron a formar parte de los equipos políticos de un renovado PP dirigido por José María Aznar. La versión valenciana de aquellos nuevos aires la representó Eduardo Zaplana. El joven alcalde de Benidorm (1991-1994) entró en el Palau en 1995 con 39 años y marcó una época que ha llenado páginas y páginas de diarios. Alrededor de sus gobiernos autonómicos hay una veintena de nombres que se repiten, personas que estuvieron a su lado y que asumieron entonces diferentes funciones.

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Zaplana dio especial protagonismo a jóvenes promesas entre las cuales se encontraba el actual presidente del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, quien asumió la dirección general del Instituto Valenciano de la Juventud (IVAJ) de la Generalitat con veintipocos años. Mazón, alternativa hoy al barón socialista, Ximo Puig, para la presidencia de la Generalitat, está recuperando a muchos de aquellos compañeros que, como él, entraron en política por aquel entonces.

En ese grupo de máxima confianza también estaba Miguel Ortiz Zaragoza, ex alcalde de Altea y ex senador popular. Precisamente, ayer Mazón aprobó su nombramiento como gerente de Proaguas, un organismo autónomo de la Diputación de Alicante, en un consejo de administración bronco, donde contó con el voto a favor de Ciudadanos y el voto en contra de PSPV y Compromís. El líder del PPCV decidió seguir adelante con la elección del abogado alteano dentro de la terna que le propuso la comisión de valoración. Ortiz volverá a la administración pública después de siete años de ausencia tras su enfrentamiento con el sector de José Císcar, entonces presidente provincial del PP.

Las bases para el cargo de gerente están publicadas en la web corporativa de Proaguas con fecha de 24 de mayo con unas retribuciones de 52.000 euros más 13.000 de complemento variable, es decir, un total de 65.000 euros al año. También se publicó la lista de admitidos, no así el informe sobre la propuesta de mejores candidatos. Este documento ya lo ha solicitado la oposición, que estudia recurrir el nombramiento. No obstante, parece difícil que la designación se frustre, porque no se denunciaron las bases y la elección del gerente es una potestad del presidente.

Otros cargos

El nombramiento ha resucitado las conexiones de Carlos Mazón con ese antiguo PP del que formó parte con cargos públicos desde 1999 hasta 2009, cuando decidió desligarse de la Diputación de Alicante y de un Gobierno dirigido por José Joaquín Ripoll, que terminó siendo protagonista de uno de los casos de corrupción más conocidos: el Brugal. Tras 10 años en la Cámara de Comercio, el actual presidente del PPCV volvió a la escena política protagonizando un ascenso vertiginoso. Comenzaba una segunda vida, donde a pesar de querer marcar impronta propia, este tipo de movimientos le retrotrae a finales esa época de Nuevas Generaciones.

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En estos tres años al frente de la Diputación de Alicante y dos de partido, Mazón ha recuperado a otras figuras ligadas a Eduardo Zaplana y compañeros de muchas batallas. Todos los nombres de esta lista cumplen tres denominadores comunes: empezaron su vida política con el 'expresident', afrontan ahora una nueva etapa con el actual líder popular en su asalto al Palau y de aquí a mayo de 2023, la mayoría de ellos, contarán con un sueldo por encima de los 45.000 euros anuales.

Por seguir un orden cronológico, el penúltimo movimiento fue la entrada, por una puerta bien discreta, de Guillermina Jover, única persona que se presentó el pasado junio al puesto de Coordinadora de Atención al Público del Museo Arqueológico (Marq), según consta en la web de la Fundación. La periodista siempre trabajó junto al número dos de Zaplana, Ripoll. Primero estuvo en el Gabinete del Vicepresidente y luego fue delegada de Canal 9 en Alicante, un cargo político dentro de la desaparecida televisión pública. Más tarde fue jefa de Gabinete de Presidencia en la Diputación de Alicante, en la misma etapa que Carlos Mazón era diputado provincial. Guillermina recae en el Marq tras ver frustrada su candidatura a la dirección de Comunicación en el Patronato de Turismo, cuando Compromís recordó su papel en la salida de Ripoll del despacho del propio Palacio Provincial.

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Junto a ella, Mazón ha recuperado a José López Garrido ex diputado nacional y ex director general de Interior con Eduardo Zaplana y a Marcos Alós, antiguo director del IVAJ y compañero de Nuevas Generaciones. Es más, fue quien le sustituyó al frente del Instituto en 2003. Ambos trabajan desde hace dos años como personal directivo del Consorcio Provincial de Bomberos.

Círculo de confianza

Más allá de la recuperación de compañeros de partido, Carlos Mazón ha situado a dos personas de su máxima confianza en puestos claves. La primera es Santiago Lumbreras, actual jefe de Gabinete de Presidencia. El periodista también vive una segunda etapa en la política. Compartió, como aquel que dice, despacho en la Cámara de Comercio con el líder popular y formaron un equipo de trabajo durante muchos años, aunque su arranque está vinculado a la comunicación de los primeros años de Zaplana.

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Fuera de la sede provincial, Mazón también ha recuperado al alicantino Jose Antonio Rovira. El diputado autonómico es un hombre de partido y, aunque siempre se le ha considerado miembro de la guardia pretoriana de Eduardo Zaplana, lo cierto es que es un político de fondo. Hasta la llegada del actual presidente del PPCV era uno más en el Grupo Popular parlamentario, hoy ejerce la dirección y goza de la máxima confianza del candidato al Palau. Rovira empezó como concejal en el Ayuntamiento de Alicante en 1991 y estuvo en la ciudad hasta 1999, cuando el entonces 'president' Zaplana lo nombró director general de Personal de la Conselleria de Educación. Ha tenido otros cargos, pero su “segunda vida” política viene determinada no por su salida del circuito público, sino por su nuevo papel en el Parlamente autonómico.