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Bangarang: el grito de la librería valenciana ante el incremento de lectores
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Bangarang: el grito de la librería valenciana ante el incremento de lectores

Abierta apenas unos meses antes de la pandemia, la librería de Estela Sanchis y Jaime Belda se ha confirmado como uno de los puntales de Valencia gracias a un modelo abierto e hiperactivo

Foto: Librería Bangarang.
Librería Bangarang.

Cuando Bangarang abrió en los estertores de 2019, todo hacía indicar que tenían por delante uno de esos quebraderos que requerían buena dosis de ingenio y paciencia. Una librería nueva en plena fase Amazon. Lo que sucedió unos meses después, con el estallido de la pandemia, complicaría un poco más los planes. Aunque puede que los hiciera más rectos.

Estela Sanchis y Jaime Belda han convertido su reducto librero en la calle Historiador Diago de Valencia -en los confines de la Plaza España- en una demostración de solvencia. Más que una tienda de libros, terminaron por ser una marca que infunde pasión por aquello que se lee. Su agenda atiborrada de actos, hace el resto: matinales donde los libros casi se comen, mezcolanzas entre libros y cafés, anfitriones de algunas de las iniciativas urbanas más prometedoras y un kiosko al fondo del local.

Foto: Presentación en la librería Caótica. (Cedida por la librería)

La pandemia ha disparado el índice de lecturas en el país, al tiempo que las profecías fatales sobre Jeff Bezos se redoblan y el precio del papel sufre el síndrome de los cubitos de hielo. Estela y Jaime son una muestra paradigmática de cómo moverse en un escenario inédito. Mientras Chuck, el perro librero, siestea sobre el suelo fresco, desvelarán -involuntariamente- algunas de sus claves.

PREGUNTA. ¿Por qué Bangarang?

RESPUESTA. Desde que nos conocimos teníamos el sueño de abrir una librería, pero ambos teníamos trabajos que nos gustaban y se quedaba siempre en una fantasía. A finales de 2019 ambos nos vimos en un momento de necesidad de cambio laboral y pensamos que era el momento. Vimos el local, creímos que era posible, y sin tener la más remota idea de cómo se hacía algo, así abrimos las puertas.

No solo íbamos a abrir una librería, que son los lugares que más nos gustan en el mundo, sino que además lo estábamos haciendo todo nosotros, desde el diseño, los muebles, la selección de libros, etc. Eso, además de ser muy gratificante, nos daba un control máximo sobre el espacio que queríamos crear. En ningún momento nos dio por pensar en la parte difícil: en pagar las facturas, en conseguir que la gente venga, y mucho menos en problemas más gordos como los que vinieron después. Siempre recordamos entre risas que la noche después de la inauguración nos miramos y dijimos: bueno, ya tenemos una librería, ¿ahora cuál es el siguiente proyecto?

P. Bangarang, como los niños de Peter Pan.

R. Dimos con el nombre muy pronto y una vez salió no le dimos más vueltas. "Bangarang" es lo que gritan los niños perdidos de Peter Pan en la película Hook, que era una de mis películas favoritas de niña (de Estela Sanchis). Creemos que tanto los libros como los cómics tienen mucho de juego, y queríamos preservar ese espíritu lúdico, así que el nombre tenía que acompañar.

Foto: Exterior de La Central. (Google)

P. ¿De qué manera replanteasteis vuestro modelo con el impacto de la pandemia a los meses de abrir?

R. Abrimos a finales de 2019, así que cuando estalló la pandemia estábamos dando nuestros primeros pasos. Cuando tocó quedarse en casa fuimos conscientes de la suerte que teníamos. La gente se preocupó mucho porque no cerráramos, desde los clientes hasta cada una de las partes de la cadena, que facilitaron las cosas para conseguir salir lo antes posible de la situación con los mínimos estragos. Y al volver a abrir las puertas, la gente estaba esperándonos. Fue realmente maravilloso sentir ese cariño. Hubo un verdadero movimiento para ayudar a las librerías y comercios de proximidad. En Valencia surgió la iniciativa de ‘Sentim les llibreries’ de la mano de María Bastarós, un "amigo invisible" entre desconocidos en las librerías de barrio, y fue un éxito rotundo. Eso nos ayudó mucho a darnos a conocer y poder reanudar la marcha con bastante rapidez.

"Queríamos una librería que sumase nuestras dos pasiones a partes iguales: los libros y los cómics", señalan

P. ¿Cuál es vuestro método como libreros?

R. Lo teníamos bastante definido desde el inicio. Queríamos una librería que sumase nuestras dos pasiones a partes iguales: los libros y los cómics. Creemos que el público es común y a menudo se separa en lugares diferentes, así que crear un espacio que combinase ambas cosas era imprescindible. Por otro lado, queríamos tener un espacio permanente para eventos de todo tipo. Nos parecía fundamental que la librería fuese un lugar abierto, activo, en el que pasasen cosas como presentaciones, clubs de lectura, talleres, exposiciones, eventos gastronómicos, encuentros en torno al diseño, etc. Nos parece la manera de conectar todas esas cosas que nos interesan y que están en relación con la literatura, de aprender de toda la gente que pasa por aquí y a la vez de intentar aportar lo que podamos al tejido cultural de la ciudad.

placeholder Sanchis y Belda en la librería. (Cedida)
Sanchis y Belda en la librería. (Cedida)

P. ¿Y por qué este espacio?

R. Jaime (Belda), que conocía al propietario, había estado vaciándolo y arreglándolo para que este pudiese ponerlo en alquiler. Había sido una frutería y para entonces llevaba varios años cerrado, con sus ratas, sus goteras y todo lo que sale de los locales que han estado abandonados. Pero a pesar de su estado lamentable, le cautivó la claraboya, que dejaba entrar un chorro de luz natural en el centro del local. Me lo contó entusiasmado y me dijo que tenía que verlo, que fuese como fuese, había que hacer algo con él. Como no podía ser de otra forma, después de años soñando con ello, ese algo fue una librería. De no haber visto ese local no habríamos abierto la librería.

P. Grandes cadenas, Amazon… ¿Cómo se puede plantear batalla desde un modelo pequeño e independiente?

R. No creo ni que sea una batalla. Como en todos los ámbitos en los que las grandes cadenas arrasan con cualquier otra posibilidad, se trata más bien de una supervivencia. La mejor fórmula para poder hacer frente creo que sería tener un sistema de venta online competente y efectivo. La plataforma todostuslibros.com está siendo un gran impulso en este sentido, porque permite un sistema de venta online para quienes no tenemos uno propio, a la vez que da visibilidad a las librerías independientes adheridas de todo el estado. Pero es muy joven y todavía tiene que darse más a conocer.

"La parte que más disfrutamos es la de poder recomendar nuestras lecturas favoritas", señalan

P. ¿Definitivamente vuestro trabajo se parece al que creíais que ibais a tener?

R. Es una profesión bellísima, pero muy alejada de la idea que nos habíamos hecho. Pensábamos que dedicaríamos los días a leer en un sillón orejero fumando en pipa, acariciando un gato, esperando a que entrase algún cliente para charlar un rato. No esperábamos pasar los días moviendo cajas, corriendo de arriba a abajo, contestando toneladas de correos. Pero sin duda la parte que más disfrutamos es la de poder recomendar nuestras lecturas favoritas, conocer las de nuestros clientes y entusiasmarnos con ellos en conversaciones sobre tal o cual libro o cómic.

El trabajo es enorme y sin pasión no puede funcionar, justamente porque lo que hace resistir a las librerías independientes es aquello de lo que carecen las grandes plataformas y superficies, que es el alma, la dedicación y la atención cercana.

placeholder Chuck, el perro librero. (Cedida)
Chuck, el perro librero. (Cedida)

P. Los datos de consumo de lectura han aumentado.

R. En nuestro caso, dado que abrimos escasos meses antes de la pandemia, no podemos hacer una comparativa real. Nuestras ventas han aumentado notablemente, pero entendemos que es debido al crecimiento natural de los primeros años de un negocio. Sí que es cierto que nos han sorprendido mucho los hábitos de lectura. Pensábamos, antes de abrir, que la lectura estaba mucho menos extendida y quizá condensada en franjas de edad determinadas. Nos ha sorprendido ver que es algo mucho más común de lo que imaginábamos. Nos gusta mucho, por ejemplo, cuando vienen grupos de chavales preadolescentes que hacen sus primeras salidas solos por la ciudad y se pasan a mirar y comentar las últimas novedades de manga. O familias que vienen a pasear en fin de semana y cada miembro se dirige a la sección que más le interesa. Nos gusta ver que puede ser una cosa colectiva, para disfrutar entre amigos o en familia.

P. El precio del papel se ha disparado. ¿Cómo os impacta?

R. La librería sufre las consecuencias a un nivel menor que las editoriales (especialmente las más pequeñas e independientes), pero lo sufre. El aumento de precios obliga a la gente a pensárselo dos veces antes de llevarse dos o tres libros. Por otro lado, hay problemas de falta de stock en libros con tiradas más cortas o bien cuyo éxito los agota en pocos días. Pero es cierto que por otro lado fuerza a tiempos más dilatados, a que las novedades permanezcan más tiempo sobre las mesas, y eso nos parece importante para dignificar el trabajo de los y las autoras, traductoras, editoras, así como para que el sector sea más sostenible. El ritmo de publicación es tan alto que a menudo los libros no aguantan ni tres semanas expuestos, y eso nos parece una barbaridad a todos los niveles.

Cuando Bangarang abrió en los estertores de 2019, todo hacía indicar que tenían por delante uno de esos quebraderos que requerían buena dosis de ingenio y paciencia. Una librería nueva en plena fase Amazon. Lo que sucedió unos meses después, con el estallido de la pandemia, complicaría un poco más los planes. Aunque puede que los hiciera más rectos.

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