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El PSPV de Alicante estalla a un año de las municipales y complica las cuentas de Puig
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ENFRENTAMIENTO ABIERTO

El PSPV de Alicante estalla a un año de las municipales y complica las cuentas de Puig

El grupo municipal se divide entre el hasta ahora portavoz y los concejales afines al aparato del partido. Los números en la segunda ciudad más grande de la comunidad son clave para que el 'president' pueda revalidar la Generalitat

Foto: Puig visita las hogueras de Alicante el pasado junio. (EFE/Manuel Lorenzo)
Puig visita las hogueras de Alicante el pasado junio. (EFE/Manuel Lorenzo)
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El grupo del PSPV en el Ayuntamiento de Alicante, principal fuerza de la oposición, ha saltado por los aires. Las desavenencias entre el hasta esta noche portavoz, Francesc Sanguino, y el núcleo duro del partido vienen de lejos, pero todo se ha precipitado después de que el primero anunciase el viernes el cese de la portavoz adjunta y de tres asesores. Sin embargo, tras esa decisión era la formación la que apuntaba a su destitución, mientras la guerra abierta llegaba hasta Ferraz vía carta, la que Sanguino envió este lunes a la ejecutiva federal para denunciar la creación de un “grupo municipal paralelo creado y dirigido por Ángel Franco”, histórico del socialismo alicantino, como también lo son las crisis en el seno de la formación. Un dolor de cabeza más para el 'president', Ximo Puig.

La provincia de Alicante aporta al Congreso 12 diputados. En las últimas elecciones generales, cuatro de ellos fueron para el PSOE. Sin embargo, el peso de esta provincia es más decisivo para que el socialista Ximo Puig pueda retener la presidencia de la Comunidad Valenciana. Con Ferraz en medio de una crisis orgánica y cambios a la vista en la cúpula tras la dimisión de la vicesecretaria general, Adriana Lastra, la resolución de este conflicto interno en el PSOE está recayendo principalmente en el territorio.

placeholder Francesc Sanguino, exportavoz del PSPV en Alicante.
Francesc Sanguino, exportavoz del PSPV en Alicante.

Las encuestas sitúan a Puig sin apenas margen de maniobra, e incluso algunas señalan que el PP podría volver a gobernar en la comunidad, por lo que esta crisis interna a un año de las municipales y autonómicas en la segunda ciudad más poblada ahonda los problemas en el PSPV. Uno más, que se suma a la dimisión de la vicepresidenta Mónica Oltra.

El paso a un lado de la líder de Compromís ha aumentado el desgaste del Botànic, con los populares exprimiendo un caso que seguirá teniendo recorrido judicial y mediático. Todo ello cuando Puig necesita que los socios a su izquierda mantengan el pulso electoral para poder revalidar con ellos el Govern de coalición. Factores que poco importarán sin una salida pactada al conflicto en la agrupación alicantina que evite un enfrentamiento mayor, pues entonces la desmovilización del electorado socialista se da por descontada. Precisamente, este es el diagnóstico de Ferraz tras las elecciones andaluzas y para hacerle frente se entiende como imprescindible cohesionar el partido y tensionar sus estructuras a todos los niveles territoriales.

El origen de la bronca

Sobre el papel, el detonante ha sido la tramitación de la polémica ley de la tasa turística. Los socialistas no desvelaron el sentido de su voto hasta la víspera del debate en las Cortes Valencianas el pasado jueves y, aunque la portavoz en la Cámara, Ana Barceló, y el propio ‘president’, Ximo Puig, insistieron en que no es el momento para aplicar un impuesto a las pernoctaciones turísticas, el PSPV cumplió con su palabra y permitió la tramitación de una iniciativa que había sido acordada entre los tres grupos que sustentan el Consell del Botànic.

Foto: Varios turistas pasean por Valencia. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)

Y a esa postura final —y al hecho de que cada Ayuntamiento, como defendió el PSOE, decidirá si aplica o no la tasa— es a lo que se ha agarrado Sanguino para librar la que parece que será su batalla final contra el partido en Alicante, que instó a que se retirase la propuesta, es decir, a que ni siquiera los socialistas dejasen que se tramitase la iniciativa. "No puedo permitir que llevemos una voz en el grupo municipal con respecto al turismo y que la ejecutiva tenga otra, no tengo que refrendar lo que la ejecutiva determine porque no tengo voto en ella", argumentó Sanguino para justificar su pérdida de confianza en la portavoz adjunta en el Consistorio alicantino, concejala, además, en el Patronato de Turismo y una de las señaladas, Trini Amorós.

Pero el movimiento de Sanguino ha llegado en un momento en que el debate en el seno del partido era otro, el de quién encabezará la lista del PSPV de Alicante las próximas elecciones municipales. En las quinielas no figura su nombre, sí el de Barceló, 'exconsellera' de Sanidad y ahora portavoz en las Cortes, o el de la 'consellera' de Universidades y Ciencia, Josefina Bueno. Por eso hay voces que apuntan a que el exportavoz decidió gastar esta bala en un último intento para que el propio Puig, valedor en su día de Sanguino en contra del criterio del partido, interviniese y le facilitase una salida.

placeholder Ana Barceló comparece ante la prensa cuando todavía era consejera de Sanidad. (EFE/Biel Aliño)
Ana Barceló comparece ante la prensa cuando todavía era consejera de Sanidad. (EFE/Biel Aliño)

Pero no fue así. Puig lo que ha defendido es que “nadie es imprescindible”. Así contestó a los periodistas este lunes cuando le preguntaron por la crisis abierta en el PSPV de Alicante. "En cualquier caso, lo que debe hacer cualquier dirigente político en cualquier instancia es pensar siempre en el interés general y teniendo en cuenta que nadie de nosotros es imprescindible", ahondó.

Y fueron estas palabras las que finalmente precipitaron la dimisión de Sanguino como portavoz, que sigue manteniendo su acta de concejal. Esta madrugada escribía en latín un mensaje en Twitter: 'Feci quod potui, faciant meliora potentes' (Hice lo que pude, que los que puedan lo hagan mejor). Ha sido el movimiento de última hora que ha evitado que la hemorragia en el grupo municipal termine por desangrar a los socialistas y su imagen quede aún mucho más dañada de cara a los comicios municipales. Los ceses propuestos por Sanguino podían hacerse efectivos, si el secretario del Consistorio los toma en consideración, este martes. El resto de concejales celebró ayer una reunión en la que se acordó, según apunta a El Confidencial el secretario general del PSPV de la ciudad de Alicante, Miguel Millana, y una de las personas a las que el portavoz acusa de ningunear su figura, darle una última oportunidad para que se retracte. Si no lo hacía, una de las opciones que barajaba el partido era su sustitución y, aunque Sanguino precisó a El Confidencial que no daría un paso atrás, al final lo ha hecho.

Un viejo enfrentamiento

Las diferencias y enfrentamientos entre Sanguino y el partido no son nuevos, el portavoz ha denunciado en más de una ocasión una estrategia por parte del aparato para ningunear su figura y su labor. Y ayer decidió ponerlo por escrito y denunciarlo en Ferraz. En la misiva, enviada a la ejecutiva federal, además de a la provincial y a la valenciana, señala directamente al exsenador Ángel Franco como artífice de esa estrategia, además de a Millana, también concejal. Les acusa de la creación de un “grupo municipal paralelo” que se reúne a diario para diseñar la acción política de los socialistas de Alicante “anulando” el trabajo de Sanguino, que tiene que redactar y distribuir sus propias notas de prensa.

Foto: El alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)

Añade que en esas reuniones se debaten y se acuerdan las iniciativas que se llevarán al pleno sin proponérselas al portavoz, que se han impulsado campañas informativas en las que él no ha tenido ninguna presencia para darle a Millana el protagonismo, además de poner en duda que esas acciones se sufraguen con parte de la asignación municipal. Se despide pidiendo que se estudie su denuncia y “se emprendan las acciones oportunas”.

“Al único al que devalúa es a él mismo”, zanja Millana, que rechaza esas acusaciones, además de poner en duda la labor del portavoz durante la legislatura. No obstante, reconoce el daño que la polémica ha hecho al partido en Alicante. “Ha sido un incidente inesperado. No es conveniente para la proyección e imagen de los socialistas”, concede.

El grupo del PSPV en el Ayuntamiento de Alicante, principal fuerza de la oposición, ha saltado por los aires. Las desavenencias entre el hasta esta noche portavoz, Francesc Sanguino, y el núcleo duro del partido vienen de lejos, pero todo se ha precipitado después de que el primero anunciase el viernes el cese de la portavoz adjunta y de tres asesores. Sin embargo, tras esa decisión era la formación la que apuntaba a su destitución, mientras la guerra abierta llegaba hasta Ferraz vía carta, la que Sanguino envió este lunes a la ejecutiva federal para denunciar la creación de un “grupo municipal paralelo creado y dirigido por Ángel Franco”, histórico del socialismo alicantino, como también lo son las crisis en el seno de la formación. Un dolor de cabeza más para el 'president', Ximo Puig.

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