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Tommasi, el exfutbolista que jugó en España y ha tumbado 30 años de derecha en Verona
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El futbolista obrero

Tommasi, el exfutbolista que jugó en España y ha tumbado 30 años de derecha en Verona

El exinternacional, que estuvo en el Levante UD, explica su fórmula para la alcaldía de la región del Véneto. Sin mítines y sin insultos: "Los deportistas sí tenemos conciencia social"

Foto: Damiano Tommassi, tras ser elegido alcalde de Verona. (EFE/EPA/Filippo Venezia)
Damiano Tommassi, tras ser elegido alcalde de Verona. (EFE/EPA/Filippo Venezia)

Damiano Tommasi sigue jugando al fútbol, a los 48 años, en el equipo de su pueblo, Negrar, donde creció entre montañas y empezó a pelotear con sus hermanos. Pero a partir de ahora, deberá compaginarlo con ser el alcalde de su ciudad, Verona. Apoyado por todo el centroizquierda, ha conseguido arrebatarle un bastión a la derecha, que gobernaba desde 1994 esta urbe del Véneto de 259.000 habitantes. El triunfo fue celebrado por sus seguidores como si se tratara de un Mundial. Católico practicante y padre de seis hijos, Damiano no quiere hablar de derechas ni de izquierdas. No habla mal de los adversarios. No critica a nadie. Solo quiere construir, a través de las ideas y la participación de la gente, una especie de 'buenismo' de Zapatero. 25 veces internacional con Italia, Tomassi jugó en el Hellas Verona, en la Roma y también en el Levante UD antes de presidir la asociación de futbolistas italianos (la equivalente a la AFE) y dar el salto ahora a la política.

El exfutbolista, que fue campeón de Europa sub'21 en 1996, tras ganar la final a España, y formó parte de la selección italiana que disputó el Mundial de Corea y Japón 2002, se ha erigido en una suerte de símbolo del "campo amplio" con el que el lider del Partido Democrático (PD), Enrico Letta, pretende recuperar el Gobierno italiano para el centro-izquierda. Ha recibido el respaldo de formaciones como el Movimiento 5 Estrellas en la "lista cívica" con la que ganó en la segunda vuelta de las elecciones locales. Venció con el 53,5% de los votos a Federico Sboarina, apoyado por los Hermanos de Italia, equiparable al Vox español.

PREGUNTA. ¿Cómo ha logrado llegar a ser alcalde de Verona sin insultar?

RESPUESTA. En los últimos años, nos hemos acostumbrado en la política a insultar y a matar al adversario, pero no se puede vivir insultando. Hablar en positivo nos ha permitido hablar de la participación de todos en la construcción de los sueños de la ciudad. La gente quiere cosas positivas. Si hablas en negativo, aumenta la mala leche y la gente se aleja de la política.

Foto: Fratelli d'Italia en Milán. (EFE/Flavio Lo Scalzo)

P. ¿Por qué no ha dado mítines?

R. Porque no hay que estar dando soluciones desde un púlpito sin antes escuchar a la gente. Eso va a cambiar. He hablado con los alcaldes de cerca de Verona para ver qué cosas concretas necesitan.

P. ¿Por qué rechaza hablar de derechas e izquierdas?

R. Nunca he estado en ningún partido y hemos ganado no hablando de derechas e izquierdas, porque las mejores soluciones vienen de las personas, sobre todo para administrar una ciudad, y estas vienen de una parte y de la otra.

P. Como padre de seis hijos, ¿qué le preocupa más de su educación?, ¿pública o privada?

R. Que se den cuenta de que son personas únicas y de que pueden hacer cosas preciosas en el mundo, que sean conscientes de su individualidad y que tengan respeto por los demás. Educar es estar al lado, es un derecho de todos. ¿Pública o privada? Lo mismo que con derechas e izquierdas. La calidad de la enseñanza es directamente proporcional a la calidad del educador.

placeholder Tommasi, emocionado, celebra su victoria electoral. (EFE/Filippo Venezia)
Tommasi, emocionado, celebra su victoria electoral. (EFE/Filippo Venezia)

P. A usted le apodaron el futbolista obrero por proponer cobrar el salario mínimo tras una lesión cuando tenía 31 años. ¿De dónde viene su conciencia social?

R. Soy el tercero de cinco hermanos y mis padres [él era marmolista y ella ama de casa] nos han acostumbrado a ser un equipo y a saber que lo que yo haga no lo puede hacer nadie por mí.

P. ¿Por qué hay tan pocos futbolistas con conciencia social?

R. Sí los hay, pero muchos tienen miedo de enfrentarse a la maquinaria mediática. Los chicos de 20 años no pueden ser líderes sociales o políticos. Hay mucha conciencia social en el deporte. Y, como se ha visto sobre todo en Estados Unidos, se pueden lograr muchas batallas sociales porque los deportistas tienen mucho poder sobre los jóvenes. ¿Son privilegiados? Sí, porque han logrado algo, pero no todos aceptarían la vida de un deportista: el trabajo, la constancia y el esfuerzo por un futuro no del todo seguro.

P. ¿Qué aporta el fútbol a la política?

R. El deporte es una escuela de vida. El fútbol, como deporte de equipo, te da herramientas para estar en la vida. Todos ocupan su sitio en ese equipo.

Foto: El primer ministro italiano, Mario Draghi. (Reuters/Remo Casilli)

P. ¿Dónde hay más corrupción: en el fútbol o en la política?

R. En la política no he empezado todavía.

P. Usted jugó en el Mundial de Corea 2002, Italia sufrió un arbitraje terrible contra Corea y cayó eliminada en octavos. El árbitro, Byron Moreno, condenado por narcotráfico, admitió años después haber perjudicado a Italia. En esa época, la FIFA estuvo cercada por casos de corrupción.

R. En ese partido marqué un gol [el único de su carrera en la selección], pero fallé otro, y de eso es lo que más me acuerdo. Fue, además, mi último partido con Italia. España tampoco fue afortunada con el arbitraje [también cayó en cuartos de final a manos de Corea con otro arbitraje muy polémico]. No puedo explicarlo. Hay que buscar transparencia. No me aporta nada hablar del adversario, en este caso el árbitro, que sé que ha tenido problemas con la ley.

P. ¿No le acusan de 'buenismo', como sucedió en España con Zapatero?

R. Todavía no. Se puede hablar en positivo y ser ganador. Eso no quiere decir que todo esté bien ni que no sea firme en mis principios.

Foto: El presidente Sergio Mattarella. (EFE/Paolo Giandotti)

P. ¿Cómo se frena el avance de la extrema derecha?

R. Las comunidades no son extremas. Se para hablando algo diferente. La virtud está en el medio.

P. Como católico practicante, ¿qué opina de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos haya anulado el derecho al aborto?

R. No es una buena señal para el futuro de Estados Unidos. Son derechos humanos ganados y hay que mirar hacia el futuro.

P. Usted fue el primer futbolista italiano que fue a jugar a China, ¿qué le parece el papel del país asiático en la guerra de Rusia contra Ucrania?

R. China toma decisiones a largo plazo, diferentes a las nuestras. Es un actor que debe estar en las decisiones importantes, porque tiene una gran fuerza económica y una gran estabilidad política.

placeholder Tommasi disputa un partido contra Francia. (Reuters/Gonzalo Fuentes)
Tommasi disputa un partido contra Francia. (Reuters/Gonzalo Fuentes)

P. ¿Qué solución daría a los flujos migratorios hacia España e Italia?

R. Los movimientos migratorios los ha habido siempre en la historia del hombre, es un hecho. No pueden afrontarse como un problema de emergencia sanitaria o económica. Las ciudades crecen y los pueblos desaparecen. La gente va a seguir cambiando de país por diferentes motivos. La política debe dar muchos pasos adelante en eso.

P. ¿Verona es una ciudad racista?

R. No hay ciudades racistas [fue donde Benito Mussolini decidió reconvertir su partido fascista en 1943], hay personas con actitudes racistas. Ha habido hechos graves que no hay que esconder, sino condenar firmemente. Pero Verona tiene muchos valores.

P. ¿Por ejemplo?

R. El número más alto de asociaciones de voluntarios. Es una ciudad muy viva. Con una calidad de vida muy alta, una economía muy fuerte y un lugar estratégico en la región. Verona debe ser más ambiciosa, más protagonista en Italia.

Foto: Un hombre cargando con fruta y verdura en las pasadas inundaciones en Venecia el pasado diciembre. (Reuters)
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P. ¿De qué manera le afecta el mito de Romeo y Julieta?

R. Es un riesgo, porque hay un turismo que viene sin hacer nada y puede bajar las expectativas. Somos una de las tres ciudades de Dante Alighieri, por ejemplo. Hay cosas mucho más importantes en Verona.

P. ¿En qué se basa la economía?

R. En la manufactura, en la logística [varias sociedades internacionales de transporte], en el turismo y en la agricultura.

P. Gattuso ha llegado al Valencia CF en medio de acusaciones de racismo. ¿Lo es?

R. He vivido con él en el vestuario y es totalmente injusto, no se lo merece. Lo vais a conocer. Tiene mucha fortaleza para que sus jugadores vayan con él al 100%. Espero que triunfe, aunque no sea mi equipo, en una ciudad maravillosa.

P. ¿Qué le queda de su paso por Valencia?

R. La gente. Hay ciudades muy bonitas, pero con no muy buenas personas. En Valencia se da todo: la ciudad y las personas. Fue la primera vez que salí de Italia con mi familia.

Foto: El presidente del Levante UD, Quico Catalán. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)

P. ¿Y del Levante UD, donde jugó de 2006 a 2008?

R. Lástima este año [ha descendido a Segunda]. Lo llevo en el corazón. Fue una etapa muy importante para mi familia. Logramos la permanencia y conocí a muy buenas personas. Se han hecho las cosas bien durante muchos años. Volverá a levantarse.

P. ¿Cuáles son los mejores jugadores con los que ha coincidido?

R. He coincidido con grandes futbolistas: Maldini, Totti, Del Piero, Baggio, Buffon, Pep...

P. Jugó con Guardiola en la Roma. ¿Ya veía que iba a ser el gran entrenador?

R. Ya se veía que era un fenómeno como persona y estoy orgulloso de su amistad.

Foto: Salma Paralluelo. (EFE)

P. Como expresidente de los futbolistas italianos, ¿qué supone que se haya llegado la profesionalidad en el fútbol femenino italiano?

R. Es algo por lo que luchamos mucho. Es la primera federación femenina en Italia que va a ser profesional. Esto es el inicio.

P. ¿Es Italia más machista que España?

R. El tema de la violencia contra las mujeres es jodido en los dos países. Y ahora, en política, también debe mejorar muchísimo la posición de las mujeres en las instituciones públicas. Vamos por el buen camino.

P. ¿Los españoles y los italianos somos realmente parecidos?

R. Sí, sí, nos parecemos en querer darle un sabor diferente a la vida, no solo buscamos resultados, sino comidas largas, las noches, el estilo... Darle algo más a la vida.

Damiano Tommasi sigue jugando al fútbol, a los 48 años, en el equipo de su pueblo, Negrar, donde creció entre montañas y empezó a pelotear con sus hermanos. Pero a partir de ahora, deberá compaginarlo con ser el alcalde de su ciudad, Verona. Apoyado por todo el centroizquierda, ha conseguido arrebatarle un bastión a la derecha, que gobernaba desde 1994 esta urbe del Véneto de 259.000 habitantes. El triunfo fue celebrado por sus seguidores como si se tratara de un Mundial. Católico practicante y padre de seis hijos, Damiano no quiere hablar de derechas ni de izquierdas. No habla mal de los adversarios. No critica a nadie. Solo quiere construir, a través de las ideas y la participación de la gente, una especie de 'buenismo' de Zapatero. 25 veces internacional con Italia, Tomassi jugó en el Hellas Verona, en la Roma y también en el Levante UD antes de presidir la asociación de futbolistas italianos (la equivalente a la AFE) y dar el salto ahora a la política.

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