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Los padres del niño enfermo en Egipto piden cárcel para el director de la escuela del Valencia
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ESCRITO DE ACUSACIÓN

Los padres del niño enfermo en Egipto piden cárcel para el director de la escuela del Valencia

Los progenitores afirman que hubo un delito de lesiones por imprudencia grave y reclaman seis meses de prisión y cuatro años de inhabilitación y la misma pena para un ATS del club

Foto: El menor del Valencia CF antes del viaje a Egipto y tras ser intervenido en el Hospital La Fe de Valencia.
El menor del Valencia CF antes del viaje a Egipto y tras ser intervenido en el Hospital La Fe de Valencia.
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Los padres del menor que viajó a Egipto en 2019 con el Valencia CF, regresó al borde de la muerte y tuvo que ser hospitalizado reclaman seis meses de prisión y cuatro años de inhabilitación para el ex director técnico de la escuela de fútbol del club Marco Otero, por un delito de lesiones por imprudencia grave. Así lo refleja el escrito de acusación remitido al Juzgado número 3 de la Audiencia Nacional, después de que el tribunal dictase hace poco más de dos semanas auto de procesamiento contra Otero y un enfermero que trabajaba para la sociedad anónima deportiva, para el que los progenitores reclaman la misma pena. La indemnización económica asciende a 23.755 euros más los intereses legales. Igualmente, proponen declarar responsables civiles a la entidad valenciana y a la compañía aseguradora Zurich.

Los hechos se remontan a agosto de 2019, cuando el menor, que entonces tenía 12 años, viajó con una expedición deportiva a Egipto organizada por el Valencia CF para disputar encuentros con equipos de futbol infantiles de diversos países entre los días 24 y 31 de aquel mes, dentro de una competición denominada Zed Clubs Cup. Los padres lo autorizaron y el chaval quedó bajo cuidado de los responsables del club. Los progenitores, si querían viajar, debían hacerlo de forma separada y sin interferir en la expedición. Así lo hicieron, en otro vuelo y hospedados en un hotel distinto, conforme a la política marcada desde la sociedad.

El miércoles 28 de agosto el menor comunicó a sus padres mediante WhatsApp que estaba enfermo, pues se había levantado con vómitos, fiebre, diarrea y un fuerte dolor en el estómago. Padecía lo que después fue diagnosticado como una salmonelosis que dio lugar a un cortejo sintomático de gastroenteritis grave. Según señalan la acusación particular, el fiscal y el instructor en su auto de procesamiento, la enfermedad no fue tratada adecuadamente por quien ostentaba la responsabilidad en la atención sanitaria de la expedición.

Foto: El menor del Valencia CF, tras ser intervenido en el Hospital La Fe de Valencia.

Los síntomas fueron agravándose por un tratamiento erróneo que las acusaciones atribuyen al ATS procesado. Se limitó a proporcionar al menor Primperan, Loperamida y elevadas dosis de Ibuprofeno, por la falta de hidratación que sufría el niño. Ante el empeoramiento que se fue produciendo en los sucesivos días y al no haberlo visto nunca así, sus padres realizaron continuos requerimientos a los responsables del Valencia CF para que le hicieran pruebas y fuera atendido en un centro hospitalario (incluso abonándolo a su costa), así como continuas advertencias sobre la necesidad de que estuviera debidamente hidratado, ofreciéndose incluso a realizar ellos mismos los cuidados, recuerda el escrito de acusación.

"Dichos requerimientos y advertencias fueron desatendidos por los responsables del Valencia CF", dicen los padres, que señalan al enfermero y Marco Otero, máximo responsable de la expedición y quien tenía capacidad de decisión sobre el posible traslado del menor a un hospital. Otero ha dejado este mes el club blanquinegro para trabajar en el equipo técnico del Olympique de Marsella. "Además de desatender dichos requerimientos, se recriminó a los padres la actitud que estaban teniendo (entre otras cosas, por 'colarse' en el hotel para poder ver el estado de su hijo), hasta el punto de manifestarles que 'habría consecuencias para el menor".

Foto: El menor del Valencia CF antes del viaje a Egipto y tras ser intervenido en el Hospital La Fe de Valencia.

Según el relato de los padres, el deterioro de salud del menor fue tal que, tras aterrizar el avión de la expedición en el aeropuerto de Manises el domingo 1 de septiembre de 2019, y ante su estado “cadavérico” y la imposibilidad de mantenerse en pie, lo trasladaron de urgencia al Hospital de Manises, donde fue ingresado en estado crítico como consecuencia de la deshidratación grave e insuficiencia renal que padecía. De allí fue llevado urgentemente al Hospital La Fe de Valencia, donde comenzaron a tratar su situación. Los padres fueron informados "del riesgo extremo (incluso de muerte) existente".

110 días hasta el alta

Ante el dolor que sufría, el chaval fue diagnosticado con perforación del duodeno. Fue intervenido quirúrgicamente para cerrar dicha dolencia, que se produjo por la ingesta en grandes cantidades de Ibuprofeno durante su cuidado por el ATS acusado. También tuvo una esofagitis por los vómitos que presentaba. "Tardó en sanar 110 días, de los cuales permaneció 16 días de ingreso hospitalario (de los que cuatro fueron en UCI pediátrica) y otros 22 días en los que sufrió un perjuicio personal de grado moderado, siendo el perjuicio personal de los 72 días restantes hasta su alta médica de carácter básico, además del perjuicio personal causado por la intervención quirúrgica practicada. Como consecuencia de la intervención quirúrgica practicada, el menor tuvo como secuela una cicatriz de 16 centímetros en línea media abdominal, verticalizada, supra e infraumbilical", se detalla sobre el cuadro clínico y las secuelas posteriores.

El Valencia CF ha negado las acusaciones durante todo el procedimiento. Ha mostrado su confianza en la actuación de los dos profesionales (la causa contra otras dos personas del club querelladas inicialmente ha resultado sobreseída) de la Academia y asegura que se desempeñaron con "diligencia" durante el torneo en Egipto, en el que tuvieron que atender también dolencias gástricas de otros jugadores. Por su parte, la Fiscalía todavía no ha notificado su escrito de acusaciones, pero ha respaldado el procesamiento de los dos acusados durante la fase de instrucción.

Los padres del menor que viajó a Egipto en 2019 con el Valencia CF, regresó al borde de la muerte y tuvo que ser hospitalizado reclaman seis meses de prisión y cuatro años de inhabilitación para el ex director técnico de la escuela de fútbol del club Marco Otero, por un delito de lesiones por imprudencia grave. Así lo refleja el escrito de acusación remitido al Juzgado número 3 de la Audiencia Nacional, después de que el tribunal dictase hace poco más de dos semanas auto de procesamiento contra Otero y un enfermero que trabajaba para la sociedad anónima deportiva, para el que los progenitores reclaman la misma pena. La indemnización económica asciende a 23.755 euros más los intereses legales. Igualmente, proponen declarar responsables civiles a la entidad valenciana y a la compañía aseguradora Zurich.

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