Calpe presentará batalla judicial contra la gran piscifactoría de los jeques árabes

Tras una segunda manifestación el pasado 29 de mayo, Calpe ha decidido hacer frente a una de las multinacionales de la acuicultura española. Avramar Seafood es una compañía que, en la actualidad, es propiedad del fondo del Emirato Árabe de Abu Dabi MDC Industry Holding Company (Mubadala) con un 43% y del norteamericano Grupo Perseus (Amerra Capital) con un 41,02%. Su sede central está en la Vall d’Uxó (Castellón).

Las protestas locales han roto la convivencia con la acuicultura que está presente en la Comunidad Valenciana desde hace más de 20 años y que la han convertido en uno de los territorios más potentes en el sector. Oficialmente el motivo es la ampliación de la actual granja marina, pero todas las partes ofrecen versiones muy diferentes. Y mientras el diálogo es inexistente, la instalación comenzó hace unos meses y concluirá en julio.

Pero, ¿qué ha ocurrido para que todo estalle? La primera alerta se remonta a 2021 cuando se autoriza –tal y como publica el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana del 26 de mayo de 2021– la autorización de dos acciones: desmontar una de las piscifactorías (en el límite entre Calpe y Altea) y se autoriza la instalación de una nueva mega piscifactoría de 45 jaulas.

El Ayuntamiento de Calpe y tres particulares alegaron contra esa autorización y se desestimaron. El documento lo recoge. La Conselleria de Transición Ecológica ajustó algunas cuestiones técnicas, pero todo se puso en marcha. Entonces tuvo lugar la primera protesta. Unas 250 personas mostraron su negativa, pero todo quedó ahí. Los trámites siguieron adelante y, entre ellos, llega la Resolución para que Avramar se ponga en marcha.

La Resolución de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Pesca, a la que ha tenido acceso El Confidencial, autoriza a Niordseas S.L. a la ampliación del establecimiento de acuicultura registrado con el número 23 frente al término municipal de Calpe (Expediente ANIA/03.018) está firmada el 24 de febrero de 2022. Es, entonces, cuando el conflicto se recrudece.

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El Ayuntamiento de Calpe recurrió la medida y el reloj se puso en marcha. Fuentes de la Conselleria de Transición Ecológica que dirige Mireia Mollà (Compromís) aseguran que se recibió el recurso de alzada y que se estudiará. Hay hasta principios de julio para contestar.

Y aquí viene el primer cruce de datos. El consistorio calpino y la Cofradía de Pescadores se levantan en armas para parar una mega granja. La empresa, con el documento, muestra que no es una mega instalación, sino una actualización de lo que hay.

La resolución indica que la autorización es para 24 jaulas marinas con una extensión de 550.000 metros cuadrados de superficie. Desde Avramar, su gerente, Tahiche Lacomba, explica que se hizo una modificación hace tiempo y que el proyecto final presentado redujo el número de viveros. “El proyecto supone desmontar dos instalaciones –la situada en el límite de Altea-Calpe y las antiguas de Calpe–. Sí contempla que las jaulas pasen de 25 a 32 metros de diámetro y se ha optado porque estén más espaciadas”. El responsable se muestra asombrado ante la reacción del Ayuntamiento y de la Cofradía, porque asegura que era un proyecto consensuado y que contó con participación ciudadana.

Catalá asegura que “solo los biólogos pueden parar esto”

“La persona entonces encargada en el Ayuntamiento del desarrollo del proyecto fue la actual alcaldesa, Ana Sala (PP), entonces concejala. En todo momento mostró su apoyo al proyecto. Resulta, por ello, muy sorprendente este cambio de postura de la alcaldesa, con la que se ha intentado contactar en diversas ocasiones sin éxito”, apuntan desde la compañía.

“El acuerdo llevado a cabo en octubre 2017 con la Cofradía de Pescadores de Calpe incluía las siguientes contrapartidas: adquirir el 100% del gasoil de las embarcaciones de la Instalación a la Cofradía, adquirir el 100% del hielo necesario para las pescas a la Cofradía (algo que se preveía una vez el pescado estuviese en talla comercial) y dar prioridad al personal de la Cofradía para las nuevas contrataciones de la Instalación”, señalan desde la multinacional.

Batalla judicial en ciernes

Pero los argumentos chocan de frente con las declaraciones de Ana Sala y Paco Catalá. “Iremos al contencioso para ver si la justicia nos echa una mano”, señala la alcaldesa. “Hemos pedido una reunión con la Conselleria y estamos esperando; pero tengo poca fe de que nos atienda. La confianza en mi Gobierno autonómico es mínima”, añade.

Las dos protestas contaron con una asistencia de 250 personas. También la de este pasado 29 de mayo. A la cabeza fue la Cofradía de Pescadores con el texto 'No a la piscifactoría, consume nuestro pescado de Lonja'. También estuvo la Asociación de Empresarios de Calpe con el lema 'Por un mar vivo, no a la piscifactoría', la asociación de empresarios, el Club Náutico y Ecologistas en Acción. Se sumó el alcalde de Benissa, Arturo Poquet (PP), y concejales de Altea.

El patrón mayor Pacó Catalá no era presidente de la Cofradía en 2017 y su argumento es rotundo: “Es como si en el Peñón de Ifach pusieran una granja de cerdos, ¿por qué en el mar no es lo mismo”. Catalá asegura que “solo los biólogos pueden parar esto”. En sus palabras, hay una crítica abierta a Europa por la ayuda que recibe este sector y el desprecio que se muestra hacia la pesca de arrastre.

La flota pesquera de Calpe la componen 13 embarcaciones y la lonja sirve mayoritariamente para venta a restaurantes y tiendas locales. Su patrón cree que el trabajo de limpieza que hacen y sus capturas choca de frente con una industria que cría “pescado tonto” (lubina, dorada y corvina).

¿Por qué 24 jaulas?

Es el mismo número que hay ahora frente a las costas calpinas. La diferencia es que se quitan las que están en el límite con Altea y la “misma cantidad estará frente al Morro de Toix”.

Tahiche Lacomba apunta: “La ubicación fue consensuada con la Cofradía. Si nosotros estamos allí es, en parte, gracias a Ana Sala. No entendemos este cambio”, comenta e incide en que a pesar de las diferencias actuales son una empresa abierta a explicar cualquier cuestión o duda.

No se considera suficientemente estudiado el impacto que produciría en la economía local

Como ejemplo descriptivo cita las instalaciones de La Vila Joisa, población situada a pocos kilómetros al sur de Calpe, donde la actual granja se encuentra mucho más cerca de la costa –1,8 frente a los 3,1 km de Calpe – y asegura que no se ha perjudicado ni al turismo ni a la náutica de la localidad. Es más, “¿se ha perdido turismo en alguna parte del mundo [por la acuicultura]?", se pregunta en voz alta.

Dónde queda el debate científico

Las alegaciones y el recurso presentado por el Ayuntamiento de Calpe incide en cuatro puntos. En primer lugar, el Estudio de Impacto Ambiental de la Conselleria carece del estudio de alternativas viables. También que la Declaración de Impacto Ambiental se resuelve fuera de plazo y que no ha quedado acreditada la existencia de un Plan de Participación Pública de acuerdo con la Ley. Por último, no se considera suficientemente estudiado el impacto que produciría la instalación en la economía local, cifrándose este en una pérdida de unos 450 millones de euros.

Los informes municipales los ha redactado la consultoría ambiental Geoinnova y el informe de impacto económico lo firma el jefe del área de Promoción Turística y Económica del Ayuntamiento y profesor de la UA. Con esta base, “iremos donde haga falta porque es una barbaridad”, sentencia la alcaldesa. En este sentido, el consistorio ha organizado varias charlas de Richard Barreno de Ecologistas en Acción y miembro de la Junta Rectora del Parque Natural de Serra Gelada. En diferentes ocasiones, incluida la última manifestación, ha denunciado los efectos de los vertidos de antibióticos y alguicidas que conllevan las piscifactorías en los fondos marinos y en las especies.

Estas afirmaciones son radicalmente desmentidas por Javier Ojeda, biólogo de Apromar. “En primer lugar, los peces son alimentados con pienso de alta calidad, que se administran con la máxima eficiencia, de modo que los desechos son insignificantes. Estos son asimilados fácilmente por la cadena trófica, ya sea en su forma disuelta como particulada, sirviendo de alimento a otras criaturas. Hay bibliografía que demuestra no sólo que no suponen un problema, sino que pueden llegar a ser beneficiosos en el desarrollo de la fauna local. Ya que donde hay instalaciones no es posible practicar la pesca de arrastre, que tiene un impacto directo con la vida de los fondos marinos, el desarrollo de la acuicultura permite su regeneración”, explica.

El especialista pone un ejemplo: “En una de las instalaciones de Calpe se desarrolló, por ejemplo, una colonia de pequeños juveniles de nacra, con el correspondiente efecto positivo sobre la biodiversidad de la zona”.

Potencia productora

Si bien la batalla puede interpretarse como la de un David frente a un Goliat en el terreno judicial, la base científica cuenta con el sello de la UE. España es, además, una potencia europea en la materia. Según la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (Apromar), se produjeron 49.323 toneladas en 2021, de las cuales 17.671 salieron de la Comunidad Valenciana. En euros, son unos 320 millones, de los cuales 115 se aportaron desde la autonomía valenciana.

La granja marina de Calpe prevé una producción de 3.000 toneladas por año para las especies de lubina, dorada y corvina. La de La Vila, según los datos facilitados por la empresa, genera 3.500 toneladas anuales, por lo que no puede entenderse como una de las mega instalaciones. Las relativas a mejillones y otros moluscos situadas en Galicia son las de mayor tamaño.

Los últimos datos oficiales revelan que España es el primer productor europeo en toneladas y el segundo en valor económico. En los últimos años, la UE ha apostado por la cría de pescado y, en la actualidad, más de un 40% de lo que se consume procede de estas granjas.