Compromís se vuelca con Yolanda Díaz con Oltra en cabeza y alimenta la confluencia

La primera jornada de la Cumbre Internacional de la Semana de Cuatro Días en Valencia sirvió ayer por la tarde para dar muchas pistas del estado de salud y el minuto y resultado con que van a encararse las negociaciones para la configuración de la posible confluencia en la plataforma política que quiere impulsar la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, de cara a la próximas elecciones generales.

La cúpula de Compromís se volcó este viernes en el recibimiento a Díaz en un momento de enfriamiento en su relación con Unidas Podemos y con una Mónica Oltra, pendiente de conocer si es investigada por el TSJ valenciano y necesitada de una fotografía al lado del que es el principal activo de la izquierda española actualmente. Además de la vicepresidenta, acudieron a recibir a Díaz el presidente de las Cortes Valencianas, Enric Morera; el 'conseller' de Economía, Rafael Climent, cuyo departamento era el organizador de la jornada; el diputado en el Congreso, Joan Baldoví; y otros cargos del segundo escalón como el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, o Natxo Costa, subsecretario de Economía.

No era todo Compromís, de hecho no estaba la pata nacionalista más joven y reacia a perder la identidad propia como proyecto político, pero sí el suficiente como para interpretar que una posible alianza de cara a las generales, otra cosa son las autonómicas, es posible. Eso sí, siempre que, tal como transmiten desde la coalición valencianista, entre en la ecuación Más País, de Íñigo Errejón, que participó también por la mañana en el evento y dio una rueda de prensa arropado por Baldoví, aunque regresó a Madrid por la tarde y no estuvo en la clausura con la vicepresidenta del Gobierno.

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La gestualidad, muy evidente, se completó con el gesto expreso que tuvo Díaz con el vicepresidente segundo de la Generalitat, Héctor Illueca, de Unidas Podemos, presente en el acto junto con la 'consellera' de Participación, Rosa Pérez, y la portavoz morada en las Cortes Valencianas, Pilar Lima. "Permitidme la licencia de saludar expresamente a Héctor Illueca", dijo Díaz en referencia a una persona que formó parte de su equipo en el Ministerio de Trabajo hasta su designación en Valencia. Los morados valencianos andan un tanto desconcertados por el alejamiento de Díaz de la cúpula de Podemos, que se ha evidenciado en la negociación de las candidaturas para las elecciones andaluzas.

Preguntada por el papel de Compromís en su movimiento, bautizado como Sumar, la vicepresidenta del Gobierno esquivó el asunto con un "no va de partidos", sino de "levantar un proyecto de país", también en la Comunidad Valenciana, territorio al que se comprometió a incorporar a su "fase de escucha" para "conjuntamente sumar". Díaz reiteró que su intención es iniciar la construcción de la plataforma tras las elecciones andaluzas. "Hay esperanza, hay ilusión, no hay que estar gobernados por el odio ni por las políticas tristes", señaló a preguntas de los medios de comunicación.

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En su proyecto, por afinidad y confluencia de intereses, jugarán un papel clave las dos principales centrales sindicales, especialmente Comisiones Obreras, toda vez que la UGT tiene muchos más vínculos con el PSOE. Los dos secretarios generales, Unai Sordo y Pepe Álvarez, participaron también en Valencia en la jornada laboralista junto a otros sindicalistas europeos.

Díaz aprovechó su intervención para anticipar algunas cuestiones relativas a la futura ley de usos del tiempo, que el Ministerio de Trabajo anunció hace varios meses pero que no termina de cuajar y de la que se desconoce el nivel de consenso en el Gobierno compartido con el PSOE de Pedro Sánchez. La vicepresidenta hizo referencia a la posibilidad de introducir en la norma el derecho a excedencias para formación o para viajar, sin perder ningún derecho laboral en las empresas. También anunció que en pocos días su departamento creará "un nuevo algoritmo desde Inspección de Trabajo para fiscalizar las horas extra" y perseguir las no remuneradas.

Recordó que, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre, cada semana en España se realizan 6,6 millones de horas extraordinarias semanales y 27 millones de horas extra al mes y que casi la mitad no se remuneraron. "Esta realidad es inaceptable", aseguró.