Ximo Puig afronta el congreso del PSPV con la única incógnita de si integrará a abalistas
Los socialistas abren su 14 cónclave con el valenciano como único aspirante a revalidar. El barón socialista premia a su 'consellera' de Sanidad con la presidencia del partido
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañará este domingo a Ximo Puig en el acto de clausura del 14º congreso que el PSPV-PSOE celebra desde este viernes en el Hotel Bali de Benidorm. El barón socialista resultará proclamado por tercera vez secretario general en un ambiente muy distinto al del cónclave anterior, cuando tuvo que enfrentarse al alcalde de Burjassot, el abalista Rafa García, y arremangarse para renovar su liderazgo orgánico. En esta ocasión no habrá conteo de infarto de las papeletas de los 475 delegados. El ambiente es muy distinto, de unidad y cierre de filas. Puig tiene despejado el camino como único aspirante en una cita interna en la que la única incógnita es saber en qué medida el 'president' de la Generalitat integrará en su ejecutiva a dirigentes afines al exministro de Transportes, José Luis Ábalos, ahora caído en desgracia en el partido, y qué personas en concreto aceptará incorporar a la dirección.
Esta integración será clave para interpretar las intenciones del barón socialista en los sucesivos congresos provinciales, donde sí que se augura batalla interna (al menos en Valencia y Alicante), y la intensidad de la misma. Los socialistas valencianos reeligen a su líder, pero también preparan el partido para su posible sucesión si, como su entorno da a entender, Ximo Puig afronta en 2023 (o antes si adelanta elecciones) su último intento de revalidar la presidencia autonómica. Si logra su objetivo, será desde ella desde donde planifique el relevo orgánico este veterano político de Morella (Castellón), que en enero cumplirá 63 años.
Por el momento, Ximo Puig ha anticipado ya los nombres de cuatro de los puestos de mayor relevancia. La presidencia del PSPV, un puesto honorífico, pero de fuerte carga simbólica, será para Ana Barceló, actual 'consellera' de Sanidad. El nombramiento se interpreta como un reconocimiento a su labor al frente de un departamento que ha tenido que afrontar la mayor crisis sanitaria del último siglo, la del coronavirus. Pero también alimenta los rumores de que Puig busca un nuevo traje político para Barceló, quizá con la vista puesta en la candidatura al Ayuntamiento de Alicante, ahora en manos del PP. El movimiento podría tener continuidad en el caso de que Puig acometa una crisis de Consell, con una nueva cartera o salida institucional para la actual 'consellera' que la prepare para las elecciones. Barceló sustituye en la presidencia de la federación valenciana a Juana Serna, histórica ciscarista.
La Vicesecretaría General la ocupará de nuevo el portavoz en las Cortes, Manuel Mata; en la Secretaría de Organización repetirá José Muñoz, y en la de Política Económica, Puig ha situado a José Antonio Pérez, comisionado de la Generalitat para la financiación autonómica. Este nombramiento indica que el barón socialista tiene la intención de mantener alta la bandera de la reivindicación de un nuevo sistema de reparto de recursos entre las autonomías.
Pérez es una de las personas que representó a la Administración valenciana en las reuniones técnicas con el Ministerio de Hacienda para estudiar la reforma del modelo de reparto. Este mismo viernes, el 'president' socialista anunciaba su intención de participar en la manifestación que organizaciones empresariales y sindicatos han convocado para el 20 de noviembre y a la que ya han anunciado que acudirán sus socios de Compromís y Unidas Podemos y, también, el Partido Popular.
“Reivindicaremos en este congreso una financiación justa para la Comunitat Valenciana y, en general, para todas las comunidades autónomas”, señaló en la jornada inaugural. “Los y las socialistas vamos a actualizar durante este congreso nuestro proyecto político, que nos consolidará como el partido de la mayoría de la sociedad valenciana”, añadió.
Sobre el resto de la dirección, Puig solamente ha avanzado que habrá renovación, con perfiles jóvenes, y que será más reducida. Se especula con que pueda dar entrada a cuadros afines al abalismo no significados en el pulso sordo por el poder interno que caracterizó la etapa en la que Ábalos ejercía de todopoderoso ministro de Transportes y Obras Públicas y secretario federal de Organización, ahora sustituido por Santos Cerdán en esa labor interna.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañará este domingo a Ximo Puig en el acto de clausura del 14º congreso que el PSPV-PSOE celebra desde este viernes en el Hotel Bali de Benidorm. El barón socialista resultará proclamado por tercera vez secretario general en un ambiente muy distinto al del cónclave anterior, cuando tuvo que enfrentarse al alcalde de Burjassot, el abalista Rafa García, y arremangarse para renovar su liderazgo orgánico. En esta ocasión no habrá conteo de infarto de las papeletas de los 475 delegados. El ambiente es muy distinto, de unidad y cierre de filas. Puig tiene despejado el camino como único aspirante en una cita interna en la que la única incógnita es saber en qué medida el 'president' de la Generalitat integrará en su ejecutiva a dirigentes afines al exministro de Transportes, José Luis Ábalos, ahora caído en desgracia en el partido, y qué personas en concreto aceptará incorporar a la dirección.
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