Baleares y Valencia estrenan una cumbre bilateral inédita con un ojo en los eurofondos

La Comunidad Valenciana y Baleares iniciaron este lunes en Palma de Mallorca la primera cumbre bilateral entre los gobiernos de las dos autonomías. El encuentro, concebido desde una perspectiva integral y con presencia de empresarios, agentes sociales (sindicatos y patronales) y representantes institucionales, estrenó una fórmula bastante poco trabajada en España, la de la colaboración horizontal entre dos regiones vecinas, en este caso separadas por el Mediterráneo, por el carácter insular de las Pitiusas.

La cita mantuvo un tono general reivindicativo ante el Gobierno central en materias como las infraestructuras o la financiación autonómica por parte de dos territorios que han respaldado a Pedro Sánchez en su arriesgada apuesta por los indultos en Cataluña.

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Ante el protagonismo catalán, la cumbre promovida por los presidentes autonómicos Ximo Puig y Francina Armengol busca ampliar el foco hacia otras regiones periféricas, en este caso dos de carácter muy turístico, que comparten además importantes vínculos económicos y culturales. "Esta cumbre es un paso adelante para entender una España diferente, una España real basada en la diversidad y en la suma de identidades", avanzó el mandatario valenciano. "Las decisiones tomadas desde la centralidad no tienen en cuenta la gran riqueza que podemos aportar otras comunidades", añadió la dirigente balear.

Liderada por los dos barones socialistas, la reunión abrió protagonismo a los socios de coalición, con mesas compartidas de corte social en las que participaron los vicepresidentes de la Generalitat, Mónica Oltra (Compromís) y Rubén Martínez Dalmau (Podemos), y también los 'consellers' de las islas Juan Pedro Yllanes (Podemos) y Fina Santiago (Més). También compartieron debate los presidentes de los dos parlamentos autonómicos: Enric Morera y Vicenç Thomas.

Los dos dirigentes socialistas comparecerán juntos este martes para presentar las conclusiones y los acuerdos suscritos, en que la búsqueda de sinergias e intereses comunes para acceder al mayor porcentaje posible de fondos europeos de reconstrucción es uno de los principales ejes. Esto no tiene por qué traducirse necesariamente en proyectos conjuntos presentados al Gobierno, pero sí puede ser tenido en cuenta en los procesos competitivos, donde el Ejecutivo de Sánchez ha pedido ejercicios de cooperación interterritorial y cadenas de valor a la hora de planificar las propuestas.

Los equipos de las dos autonomías han identificado líneas en las que pueden sumar esfuerzos hacia lo que bautizaron como "una economía azul". La primera de estas busca generar recursos para el impulso de un clúster logístico intermodal con la conectividad ferroviaria y marítima. En su intervención en una de las mesas empresariales, el comisionado del Gobierno para el corredor mediterráneo, Josep Vicent Boira, defendió la incorporación de Baleares a la visión territorial del eje como continuidad a la conectividad ferroviaria, y también la conexión Madrid-Valencia-Palma. Baleares reclama favorecer las rutas portuarias que mantiene con los enclaves de Valencia o Barcelona con el tren, con el fin de garantizar sus suministros, pero también favorecer su tejido exportador.

La segunda propuesta se centra en la adaptación al cambio climático y el impulso de la conservación de la biodiversidad desde una perspectiva mediterránea, con iniciativas conjuntas ligadas a fondos marinos o corredores de cetáceos. Esta línea está muy relacionada con la siguiente, que busca reforzar la sostenibilidad, la innovación y la digitalización, para redefinir el modelo turístico y reactivar y modernizar el sector, según explicó el director general de Coordinación de la Acción de la Generalitat valenciana, Juan Ángel Poyatos, que está supervisando la relación con el Gobierno en el despliegue del mecanismo Next Generation en la comunidad.

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En el caso del turismo, el consejero delegado del Grupo Meliá, Gabriel Escarrer, reclamó una buena planificación en la inyección de los eurofondos. “Tenemos una oportunidad para decidir el modelo turístico que queremos a futuro: qué queremos que sea el alquiler vacacional, planificar el turismo de cruceros, volcarnos en digitalización y sostenibilidad. Se trata de que ese dinero esté bien invertido, convierta los destinos y que sean competitivos en los próximos 20 años”, señaló el empresario hotelero en una mesa empresarial compartida con la vicepresidenta y CEO de Iberostar, Sabina Fluxà; el presidente de Balearia, Adolfo Utor; el de Air Nostrum, Carlos Bertomeu, y el 'conseller' balear de Industria, Iago Negueruela.

Poyatos ha realizado el trabajo de identificar intereses conjuntos en cooperación con el director de la Oficina de Planificación y Coordinación de Inversiones Estratégicas del Gobierno balear, Joan Carrió. El cuarto elemento se centra en el fomento de empleo de calidad y decompetitividad empresarial a través de programas de formación profesional, pues hay importantes partidas dedicadas a la educación. Por último, los dos gobiernos han buscado iniciativas compatibles en materia de digitalización, innovación y diversificación económica. En la mesa social, Mónica Oltra abogó por tratar de evitar que el grueso de los fondos termine en manos de las grandes corporaciones y el grifo llegue seco al tejido de pymes, base de las economías valenciana y balear.

Rebajar la alarma covid

En clave pandémica, y en un momento en que vuelven a crecer los contagios, los empresarios pusieron en valor la labor de vacunación y trataron de mostrar mensajes positivos. El aumento de la incidencia acumulada ha llegado en un momento fundamental para dos autonomías turísticas como la valenciana y balear, justo cuando arranca la temporada estival.

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Bertomeu reclamó evitar el alarmismo tras destacar que esos contagios, principalmente entre jóvenes, no se han traducido en esta ocasión en una presión análoga en hospitales y camas UCI. “No deberíamos bajar la guardia, pero sí bajar la alarma”, señaló.

“No hagamos locuras como las que hemos sufrido la semana pasada. Usemos el turismo responsable, no de excesos. Los viajes de estudios no aportan nada a la economía de esta comunidad”, asestó Escarrer. “No aportan al modelo turístico que queremos tener a futuro. Seamos sumamente estrictos con los macrobotellones y los macroconciertos, porque pueden castigar nuestra imagen”, dijo el CEO de Meliá en referencia a los polémicos contagios de estudiantes de viaje en Mallorca y la forma de afrontar los brotes.