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Barones del PP advierten sobre el encaje de Ciudadanos: "No hay sitio para todos"
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"NO TODOS SON MESSI Y RONALDO"

Barones del PP advierten sobre el encaje de Ciudadanos: "No hay sitio para todos"

La descomposición naranja mete presión a los populares en las organizaciones autonómicas y locales. Bonig, la primera en verbalizarlo: "Más que los cargos de Cs, queremos los votos"

Foto: El exsecretario de Organización de Cs Fran Hervías. (EFE)
El exsecretario de Organización de Cs Fran Hervías. (EFE)
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"Una cosa es fichar a Messi y a Ronaldo y otra distinta a un concejal que no nos aporta nada". Con esa frase tan gráfica explica un dirigente del PP de la Comunidad Valenciana la sensación que se vive en el ámbito autonómico y local por la desbandada de cargos de Ciudadanos críticos con la actual lideresa Inés Arrimadas. Al fichaje del que fue secretario de Organización, Fran Hervías, al que el número dos del PP, Teodoro García Egea, ha puesto un despacho en Génova, se ha sumado el portazo de Toni Cantó, que ha abandonado su acta de portavoz en las Cortes Valencianas; la baja de militancia de los senadores Emilio Argüeso y Ruth Goñi y los diputados en el Congreso, Pablo Cambronero, que se han pasado al grupo mixto, y la alicantina Marta Martín, que ha renunciado a su acta. También dos diputados de la Asamblea de Madrid han roto el carné naranja.

De todos ellos, por ahora solamente Hervías y los tres tránsfugas de la moción de Murcia (Isabel Franco, Francisco Álvarez y Valle Miguélez) han encontrado acomodo inmediato en las filas populares o en instituciones bajo su control. Tanto García Egea como otros dirigentes del PP insisten en que las puertas de la formación están abiertas a los seguidores de Ciudadanos y el mandato de Génova es que todos sus cargos trasladen el mismo mensaje en sus respectivos territorios.

El deseo de reforzar la hegemonía en el electorado conservador y recuperar el monopolio previo a la aparición de Ciudadanos y Vox es evidente. Se entiende que el goteo de deserciones y la coincidencia con la campaña de las elecciones autonómicas en Madrid puede ayudar a reforzar el intento de Isabel Díaz Ayuso de revalidar su presidencia. En esa clave creen en la dirección de Ciudadanos que se están produciendo todos los movimientos. Pero algunas organizaciones territoriales han comenzado a sentir la presión de un posible exceso de expectativas sobre la capacidad de absorción de cuadros naranjas dispuestos a saltar del barco, especialmente en aquellos territorios y ciudades en las que no se gobierna y donde es más complicado abrir hueco, tanto ahora como en el futuro.

La primera en verbalizar públicamente esta percepción, aunque sin referirse exactamente a ello, ha sido la presidenta regional del PP en la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig. "Hay muchísima gente en Ciudadanos que puede aportar mucho, pero a mí lo que me ocupa y preocupa no son tanto los cargos, sino cómo el PP es capaz de atraer a todos sus votantes", aseguró Bonig tras una reunirse representantes de su partido en el Ayuntamiento de Paterna.

Foto: La diputada de Ciudadanos, Marta Martín. (EFE)

La situación en la Comunidad Valenciana, donde los populares solo gobiernan la Diputación y el Ayuntamiento de Alicante y otros municipios medianos y pequeños, es buen ejemplo del complejo encaje de abrir hueco en puestos de confianza o en listas futuras a personas procedentes de Ciudadanos. El caso más claro es el del grupo naranja en las Cortes Valencianas. A los diputados de la confianza de Cantó, se suma que la mitad de los 18 parlamentarios autonómicos se considera afín a Emilio Argüeso, el que fuera secretario de Organización y hombre de Hervías en la autonomía.

Con Argüeso fuera, ¿qué pasará con todos estos parlamentarios? Pues ahora mismo la dirección de Arrimadas está tratando de designar una nueva dirección de grupo que podría recaer en Mamen Peris, pero, en el caso de que en lo que quede de legislatura se vayan produciendo bajas y fugas al grupo mixto, será muy complicado, por no decir imposible, que el PP pueda incorporar en sus listas, no a todos, sino ni siquiera a un pequeño grupo de estos diputados.

Foto: La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)

"No hay sitio para todos. Si se quieren afiliar, bienvenidos, las puertas están abiertas y estamos encantados. Pero cuado llegue la elaboración de listas se verá cada uno lo que aporta", señalan desde el PP valenciano, un partido que todavía está haciendo la digestion de los cientos de salarios que perdieron cuadros orgánicos en 2015, cuando se produjo el cambio político y PSPV-PSOE, Compromís y Podemos accedieron al poder en la mayor parte de la instituciones. "Lo que tenemos que trabajar es en que haya confluencias para que Ciudadanos no presente listas", aportan en el PP de Valencia ciudad.

"Para colocar a alguien a mitad de legislatura tengo que quitar a alguien mío", señalan los populares de la provincia de Alicante, los únicos que pueden presumir de poder institucional y que ahora mismo gozan de estabilidad en los pactos con Ciudadanos para sumar mayorías. "En un municipio se puede meter a gente porque te aporta y en otros sitios no. Hay muchos municipios donde Ciudadanos salió de una escisión del PP y nos jodieron la alcaldía", recuerdan en las filas de la gaviota sobre las muchas casuísticas cuando se baja al terreno local. "Otra cosa es que estés en modo ojeador, buscando determinados perfiles, pero hay que conocer bien el territorio", insisten. "Hay que hacer las cosas bien y con tranquilidad. Lo que nos interesan son los votantes que ahora estan huérfanos", abundan.

En Madrid y Andalucía, más de lo mismo

El plan de Casado para reunificar el centro derecha comenzó hace semanas con ofrecimientos expresos a distintos cargos de la formación naranja con puestos de salida para futuras elecciones. Entonces, el 4 de mayo era impensable. Pero García Egea siempre ha sido partidario de ir 'tocando' a dirigentes naranjas que pudieran manifestar dudas. En la Comunidad Valenciana, por todas esas razones, los tanteos han sido continuos. El enfado de los cuadros populares con el fichaje de Hervías, que quiere arrastrar al equipo conservador cuadros relevantes de Ciudadanos, está levantando ampollas en muchas comunidades ante las mismas dudas: "Si hay que colocarlos a todos qué pasará con la gente del PP". Especialmente ahora que la situación de los populares no es boyante, aún menos con Vox pisándole los talones según muchas encuestas.

Foto: El presidente, Juanma Moreno (PP), y su vicepresidente, Juan Marín (Cs). (EFE)

Madrid podría ser una excepción. El PP madrileño está convencido de que arrasará buena parte de los votantes de Vox mientras que en otras autonomías el auge es indiscutible. Es el balón de oxígeno que persigue Ayuso y también Génova. Pero eso no significa, advierten desde el PP de Madrid, que en las listas "sobren sitios por doquier". De hecho, uno de los diputados que abandonó el barco naranja en la Asamblea de Madrid hace días, Sergio Brabezo, tiene toda la intención de integrarse en la lista de Ayuso. La cuestión es que aún nadie le ha confirmado la operación.

Todas las encuestas apuntan a que la presidenta regional podría doblar su representación actual, pero es que en 2019 apenas retuvo 30 escaños. Para el PP fue una sangría, que luego se vio resarcida gracias a volver a la Puerta del Sol. Alcaldes de municipios madrileños no esconden su inquietud por la operación perpetrada desde Génova, de la mano de Hervías, para seguir captando a dirigentes naranjas. "Primero, por el hueco al que puedan aspirar". Y, segundo, afirman, "porque muchos de ellos no tienen tanto que aportar". La desconfianza de los movimientos que haga el exfontanero de Rivera dentro del PP ha descolocado a muchos territorios, incluso provocando pactos que antes no tenían que ser firmados. Ocurrió en Andalucía hace días: el presidente, Juanma Moreno, acordó con su vicepresidente, Juan Marín (Ciudadanos), no aceptar el trasvase de cargos de Ciudadanos para evitar fomentar el transfuguismo.

Además de la Asamblea madrileña y algunos ayuntamientos, en el consistorio de la capital también muestran dudas sobre la ofensiva de Génova y temen que pueda tener cualquier repecursión en su acuerdo de Gobierno. El partido naranja ha dejado claro que ese acuerdo no peligra, y la relación entre el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y Begoña Villacís, no tiene nada que ver con la de Ayuso y Aguado. Pero, aun así, en el entorno del edil no dejan de recordar que los ayuntamientos no tienen capacidad para adelantar elecciones y, en cambio, sí pueden sufrir mociones de censura para ser desbancados del poder. En este contexto, como tantos otros municipios y autonomías, se siguen preguntando por qué el partido no deja de tensar la cuerda con su socio de una vez.

"Una cosa es fichar a Messi y a Ronaldo y otra distinta a un concejal que no nos aporta nada". Con esa frase tan gráfica explica un dirigente del PP de la Comunidad Valenciana la sensación que se vive en el ámbito autonómico y local por la desbandada de cargos de Ciudadanos críticos con la actual lideresa Inés Arrimadas. Al fichaje del que fue secretario de Organización, Fran Hervías, al que el número dos del PP, Teodoro García Egea, ha puesto un despacho en Génova, se ha sumado el portazo de Toni Cantó, que ha abandonado su acta de portavoz en las Cortes Valencianas; la baja de militancia de los senadores Emilio Argüeso y Ruth Goñi y los diputados en el Congreso, Pablo Cambronero, que se han pasado al grupo mixto, y la alicantina Marta Martín, que ha renunciado a su acta. También dos diputados de la Asamblea de Madrid han roto el carné naranja.

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