Ábalos normaliza el apoyo de Bildu a los PGE: "Hay que valorarlo, ha ganado la democracia”

El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, comparó este jueves la decisión de Bildu de respaldar la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) presentados por el Gobierno de PSOE y Podemos con la actitud que mantuvieron durante el Golpe de Estado del 23-F el entonces vicepresidente del Gobierno de la UCD, Manuel Gutiérrez Mellado, y el que era líder del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo.

En unas declaraciones a los medios de comunicación en el marco de un evento en Valencia sobre el corredor mediterráneo organizado por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), a la pregunta de un periodista sobre “el apoyo de (Arnaldo) Otegi” a los PGE, Ábalos manifestó: “Hay un momento que todos recordamos, el Golpe de Estado del 81, una escena del señor Carrillo con Gutiérrez Mellado, dos personas que confrontaron, bélicamente incluso, en la Guerra Civil. Nos llamó la atención en ese momento cómo es posible poner en valor el sentido de la democracia”.

El también secretario de Organización del PSOE recurrió a aquel suceso para añadir: “Con la mentalidad que algunos incorporan hoy a la política, la Transición hubiera sido imposible”

“¿Hoy eso es imposible? ¿Podemos aceptar que una fuerza esté en el Parlamento pero no normalizar su actuación?”, se preguntó. “Es incomprensible. Tenemos que valorarlo porque quien ha ganado es la democracia”, concluyó.

Ábalos no detalló a qué escena del Golpe de Estado del 23-F se refería exactamente. Gutiérrez Mellado y Carrillo son recordados por haberse mantenido erguidos en el momento en que el exteniente coronel Antonio Tejero irrumpió armado en el Congreso de los Diputados al grito de “¡Quieto todo el mundo!”. El vicepresidente del Gobierno, militar de profesión, se levantó y se encaró a Tejero, momento en el que se produjeron algunos disparos al techo. Los diputados se agacharon en sus asientos, pero Carrillo se mantuvo sentado indiferente y fumando. El presidente saliente, Adolfo Suárez, también permaneció sentado en su escaño.