Ximo Puig monta un Consell continuista en lo económico y con solo dos independientes
Vicent Soler en Hacienda y Rafael Climent en Economía repiten en el nuevo Gobierno del Botànic. El 'president' sitúa a su jefe de gabinete, Arcadi España, al frente de Obras Públicas
No hubo grandes sorpresas en el listado de nombres que a última hora de la noche de este domingo dio a conocer Presidencia de la Generalitat valenciana y que conformarán el nuevo Consell presidido por Ximo Puig. El barón socialista afronta su segunda legislatura con un equipo de 'consellers' poco renovado en el que los equilibrios internos con sus socios Compromís y Podemos han dejado escaso margen para la entrada de independientes de perfil técnico. De los 12 integrantes del Ejecutivo, solamente dos pueden presumir de gestores sin carné. Una de ellas es Gabriela Bravo, que repite como titular de Justicia, Interior y Administración Pública. La segunda es Carolina Pascual Villalobos, decana del Colegio de Ingenieros de Telecomunicación de la Comunidad Valenciana, que asume la nueva Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, una de las apuestas personales de Puig y en la que se integrará la Agencia Valenciana de la Innovación.
En virtud del acuerdo tripartito, la estructura del Gobierno autonómico se configura sobre una presidencia y dos vicepresidencias. La primera volverá a ocuparla Mónica Oltra, que gestionará además la cartera de Igualdad y Políticas Inclusivas. Compromís ha logrado mantener cuatro de las cinco 'conselleries' que tenía la pasada legislatura. Rafael Climent seguirá al frente de Economía Sostenible y Sectores Productivos, Vicent Marzà repite en Educación y Cultura y entra la ilicitana Mireia Mollà, como 'consellera' de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica.
La segunda vicepresidencia recae en Rubén Martínez Dalmau, de Podemos, que ocupará la cartera de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, una denominación rimbombante que oculta una pugna por las competencias relacionadas con la energía y el cambio climático. Las agencias del ramo quedarán bajo el paraguas de Compromís, y Dalmau presidirá una comisión interdepartamental encargada de coordinarlas. Está por ver cómo funciona este experimento de gestión compartida. Los morados sí logran el control total sobre el área de Vivienda, uno de sus principales objetivos, y ceden finalmente a su socio electoral Esquerra Unida la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática. La 'consellera' será Rosa Pérez Garijo, coordinadora autonómica de la franquicia valenciana de Izquierda Unida. Podemos trató ayer domingo de arrebatar esta 'conselleria' a EU, pero al final tuvo que mediar el propio Puig, que es quien designa a los miembros del Consell, para poner paz y convencer a los de Antonio Estañ de que debían repartir competencias.
Se mantiene el núcleo de Hacienda
Los socialistas mantienen la tutela sobre el área de Hacienda, un departamento clave en el control del gasto y la estabilidad financiera de la Generalitat, muy deteriorada por el elevado endeudamiento de más de 47.000 millones y un déficit crónico y estructural derivado, principalmente, de la penalización del actual sistema de financiación autonómica. Ximo Puig ha apostado en esta área por la continuidad y la experiencia de Vicent Soler, catedrático de Economía Aplicada de la Universitat de Valencia y una persona respetada en el seno del Ejecutivo, tanto por sus conocimientos como por su perfil moderado y generador de consensos en una compleja coalición de intereses políticos como es el Govern del Botànic. Se da por hecho que con Soler repetirá gran parte de su equipo, con Manuel Illueca como director del Instituto Valenciano de Finanzas. Otros altos cargos, como Eduardo Roca, hasta ahora director general de Presupuestos, han decidido no seguir.
La gran novedad del Ejecutivo ha sido la designación del hasta ahora jefe de gabinete del 'president', Arcadi España, como titular de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad. España ha sido una persona clave en el equipo de Puig, al que acompaña desde hace años. Su designación como 'conseller' es un premio a su labor, una promoción personal para un alto cargo que siempre ha estado en la sombra pero que tiene un enorme conocimiento de la Administración, si bien es cierto que ahora asume una cartera distinta, ligada al urbanismo, la inversión pública y las infraestructuras. Para esta área sonaba el portavoz del PSPV-PSOE en las Cortes, Manuel Mata, que finalmente ha rechazado la propuesta de Puig, lo que ha abierto el camino a España.
En el área de Sanidad, junto a Educación el departamento con mayor presupuesto, vuelve a recibir cartera la socialista Ana Barceló, que tiene como reto mejorar las listas de espera y la relación con proveedores y colaboradores privados para aliviar los problemas del sistema público. Tendrá que hacerlo con la presión de tener unos socios de gobierno, Podemos, que han tratado durante la negociación del programa político de ampliar los límites a la colaboración público-privada de la Generalitat.
No hubo grandes sorpresas en el listado de nombres que a última hora de la noche de este domingo dio a conocer Presidencia de la Generalitat valenciana y que conformarán el nuevo Consell presidido por Ximo Puig. El barón socialista afronta su segunda legislatura con un equipo de 'consellers' poco renovado en el que los equilibrios internos con sus socios Compromís y Podemos han dejado escaso margen para la entrada de independientes de perfil técnico. De los 12 integrantes del Ejecutivo, solamente dos pueden presumir de gestores sin carné. Una de ellas es Gabriela Bravo, que repite como titular de Justicia, Interior y Administración Pública. La segunda es Carolina Pascual Villalobos, decana del Colegio de Ingenieros de Telecomunicación de la Comunidad Valenciana, que asume la nueva Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, una de las apuestas personales de Puig y en la que se integrará la Agencia Valenciana de la Innovación.