La jueza de Zaplana imputa a su hija y a su yerno por el alquiler de un piso en Valencia
Los investigadores analizan el alquiler de un piso en Valencia a nombre de un investigado de la Justicia. El empresario Luis Iglesias está implicado con Oriol Pujol en la venta de oficinas del Santander
La jueza que instruye la causa contra exministro de Trabajo Eduardo Zaplana incorporó hace varias semanas dos nuevos imputados al sumario. Se trata de una de las hijas del también expresidente de la Generalitat, María, y de su marido, el empresario Luis Iglesias. Ambos han sido notificados por su condición de investigados, han apoderado a sus abogados y son una parte más del sumario de la llamada operación Erial, según ha podido saber El Confidencial. Los investigadores creen que el matrimonio pudo colaborar en presuntas operaciones de blanqueo de capitales. Las razones de su incorporación a la causa forman parte de las diligencias que han permanecido secretas hasta ahora, si bien la magistrada Isabel Rodríguez tiene previsto trasladar a todas las defensas este martes una nueva entrega de documentación con la casi totalidad del resto de las pesquisas.
Fuentes de entorno de los investigados admiten que la jueza está analizando la operación de alquiler de un piso en la calle Pascual y Genís de Valencia en el que Zaplana pasaba temporadas en Valencia para recibir su tratamiento médico en el Hospital La Fe. Es la residencia en la que fue detenido cuando estalló el caso hace un año. Pero añaden que las dudas sobre ese arrendamiento proceden de una confusión y de "la mala fortuna" sobre la identidad del propietario. Según explican, María Zaplana fue la encargada de hacer la gestiones del arrendamiento en favor de sus padres a través de la agencia Engels & Völkers. Tras diversas visitas por la ciudad asesorada por la consultora inmobiliaria, optó por la vivienda de Pasqual y Genís.
Los investigadores indagan el arrendamiento de un piso a una persona de Europa del este fugada de la justicia española
Se dio la circunstancia de que el dueño del inmueble, al que según afirman nunca conocieron, era un ciudadano originario de Europa del este que fue investigado por la justicia española. Esto despertó las sospechas de los investigadores, que han realizado más de un registro en el piso. La imputación sobre Iglesias vendría dada porque el empresario afrontó varios de los pagos de los honorarios y la fianza del inmueble, si bien las mismas fuentes sostienen que todos ellos se realizaron a través de trasferencia bancaria desde una cuenta del Banco de Sabadell. "No hay nada, es todo una equivocación", dijeron las mismas fuentes, que confían en que el matrimonio ni siquiera tenga que declarar por estos hechos.
La adquisición de patrimonio por parte de la hija de Zaplana estuvo en el ojo de huracán cuando estalló el caso Erial en mayo del año pasado. Entonces trascendió que María Zaplana se había hecho, esta vez en propiedad, con otra vivienda de más de 300 metros cuadrados en la centrica calle Poeta Querol de Valencia sin recurrir a ningun tipo de hipoteca o financiación. Según explicó la familia a 'El Mundo', fueron sus padres quienes le proporcionaron los fondos necesarios para la compra a través de "donaciones" y el inmueble, valorado en más de un millón de euros, no se incorporó a los bienes gananciales que comparte con su marido. El piso es el que ahora emplean Zaplana y su mujer durante su estancia en Valencia para estar cerca del hospital donde reciben seguimiento y tratamiento contra la leucemia.
Entre las conversaciones del sumario que se han conocido hasta ahora aparecen referencias al yerno del exministro, lo cual explica el celo de la Fiscalía Anticorrupción y los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Concretamente, figura una charla interceptada entre Zaplana y uno de sus presuntos testaferros y colaboradores, el abogado uruguayo Fernando Belhot, en un encuentro en el Hotel Wellington de la calle Velázquez de Madrid monitorizado por los investigadores. En esa conversación el que fue empleado de lujo de Telefónica señala a su interlocutor: "Es que después tengo más cosas que hablarte, pero ahora es que no tengo cuerpo para hablarte, porque... porque como la gente no sabe nada... Mi yerno el otro día me propuso un par de cosas, y van saliendo cosas, pero yo creo que en este momento... Hay que... Hay que parar. ¡Pero cosas buenas! ¿Sabes?". Zaplana no especifica mucho sobre esos posibles negocios, habla de "hoteles nuevos". "Un día nos juntamos con él y que te lo cuente", añade.
"Mi yerno el otro día me propuso un par de cosas…Pero hay que parar", le dice Zaplana a Fernando Belhot en una charla interceptada por la UCO
Según la Anticorrupción y la UCO, Zaplana usó una red de testaferros y sociedades para repatriar desde el extranjero al menos 6,4 millones de euros procedentes de comisiones por adjudicaciones de licencias de ITV y concesiones de parques eólicos a empresas de la familia Cotino entre 1997 y 2003. También la mujer del expolítico, Rosa Barceló, figura como investigada.
El nombre de Luis Iglesias, expresidente y máximo accionista de la firma de inversión Drago Capital, también figura en otra causa en la que se investigan delitos de blanqueo de capitales. Se trata del sumario que se instruye en la Audiencia Nacional sobre el posible cobro irregular de comisiones y fraude fiscal en una operación de compra de más de 1.000 oficinas del Banco Santander en el año 2007 en la que participó junto con Oleguer Pujol, hijo del expresidente catalán Jordi Pujol. La defensa de Iglesias sostiene que el empresario tributó esas comisiones en el Reino Unido, donde tenía su residencia fiscal, y niegan la existencia de ningún delito en esa operación.
La jueza que instruye la causa contra exministro de Trabajo Eduardo Zaplana incorporó hace varias semanas dos nuevos imputados al sumario. Se trata de una de las hijas del también expresidente de la Generalitat, María, y de su marido, el empresario Luis Iglesias. Ambos han sido notificados por su condición de investigados, han apoderado a sus abogados y son una parte más del sumario de la llamada operación Erial, según ha podido saber El Confidencial. Los investigadores creen que el matrimonio pudo colaborar en presuntas operaciones de blanqueo de capitales. Las razones de su incorporación a la causa forman parte de las diligencias que han permanecido secretas hasta ahora, si bien la magistrada Isabel Rodríguez tiene previsto trasladar a todas las defensas este martes una nueva entrega de documentación con la casi totalidad del resto de las pesquisas.
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