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Sánchez aprieta a Maduro para que ceda y le acusa de ser "todo lo opuesto a la izquierda"
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acto en valencia para presentar a sandra gómez

Sánchez aprieta a Maduro para que ceda y le acusa de ser "todo lo opuesto a la izquierda"

El presidente del Gobierno acusa al PP y Ciudadanos de usar "el dolor del pueblo venezolano" para desgastarle y dice que compiten por ver "quién es peor defendiendo a España"

Foto: Pedro Sánchez, con la candidata del PSOE en Valencia, Sandra Gómez. (EFE)
Pedro Sánchez, con la candidata del PSOE en Valencia, Sandra Gómez. (EFE)

El presidente Pedro Sánchez elevó este domingo el tono contra Nicolás Maduro y aprovechó para cargar también contra los partidos de la oposición por "utilizar el dolor del pueblo venezolano para atacar a un Gobierno que lo que pide son elecciones libres". Sánchez protagonizaba en Valencia su primer gran acto político después de que ayer compareciese de forma extraordinaria en la Moncloa para reclamar al actual presidente venezolano la convocatoria de comicios en ocho días para dar la salida a la crisis de la autoproclamación de Juan Guaidó, al que reconocerá como presidente ‘encargado’ si no se abren las urnas. Se trata de una posición compartida por el grueso de los países de la Unión Europea en la que hoy se reafirmó el jefe del Ejecutivo marcando distancias con el régimen chavista. "La izquierda nada tiene que ver con Maduro, es todo lo opuesto a Maduro en Venezuela", asestó.

Aunque la referencia a Maduro iba dirigida a "la otra izquierda", en referencia a Podemos, la réplica al presidente venezolano era lógica, después de que el propio dirigente retase a Sánchez a convocar él comicios en España y la presión que el Gobierno socialista está recibiendo desde la oposición para que reconozca a Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional.

El acto, celebrado en el polideportivo del Cabanyal de Valencia, ante algo más de 2.000 militantes y simpatizantes, fue planificado para lanzar a la candidata municipal socialista, Sandra Gómez. El PSOE quiere echar el resto en la capital de la Comunidad Valenciana, donde obtuvo un resultado muy discreto en 2015, con apenas cinco concejales sobre 33. Solo el pacto con Compromís y Valencia en Comú (Podemos), le permitió acceder a la gestión local, donde Gómez ha ejercido de número dos del ayuntamiento gobernado por Joan Ribó.

Gómez es la apuesta de Ximo Puig para el doble objetivo municipal y autonómico. El partido ha cerrado filas con la candidata, como revela el espaldarazo de Sánchez y de su secretario federal de Organización, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que llegó a promover sin éxito una alternativa contra la joven dirigente en el último congreso local del PSPV-PSOE.

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Sánchez aprovechó este mitin, aperitivo de la larga campaña electoral que se avecina y repleto de guiños a la aspirante socialista y a Puig, para poner en valor la gestión de su Gobierno, los Presupuestos Generales del Estado que trata de sacar adelante en el Congreso y lanzar duras críticas a los populares y a Ciudadanos a los que acusó de ser "las derechas de ver quien es peor defendiendo la unidad de España". "Hay mucha testosterona en la politica de la oposición. No se defiende la unidad de España confrontando los territorios y crispando. En la idea del PSOE caben todos y todas. Ser patriota es trabajar todos los días por que en España se viva mejor", abundó. A su juicio, España y Europa se enfrentan a una dicotomía entre el avance social o una involución representada por las derechas. "Tenemos que defender la España que somos frente a las que nos obligaron a ser con cuarenta años de dictadura", asestó.

La alusión a los valores del feminismo, la igualdad o la tolerancia animó mucho más a los asistentes que el repaso que hizo de medidas de su Gobierno como la subida del salario mínimo, la derogación del impuesto al sol o el crecimiento del empleo y los afiliados a la Seguridad Social, a los que también se refirió. "Mientras haya socialistas, habrá gobiernos feministas; mientras exista el PSOE, les decimos a las mujeres que aquí estamos para ayudar la defensa de sus libertades", señaló en referencia a las leyes contra la violencia de género, que Vox quiere poner en cuestión.

placeholder La candidata del PSOE para Valencia ciudad, Sandra Gómez. (PSOE)
La candidata del PSOE para Valencia ciudad, Sandra Gómez. (PSOE)

El discurso de la candidata, arropada por numerosos alcaldes y aspirantes del área metropolitana, estivo repleto de alusiones a los posibles riesgos de un asalto de las derechas al Ayuntamiento de Valencia. “¿Va a recuperar Valencia para el PP del caso Taula que tiene a 10 de los 10 concejales imputados? ¿Para el PP de Maria José Catalá que tuvo a más de 14.000 niñas y niñas estudiando en barracones? ¿Para el PP de (Pablo) Casado, o mejor dicho, para el PP de Aznar? Pues que le quede bien claro, nadie va a recuperar Valencia para los corruptos, ni para los pivatizaron nuestra educación y nuestra sanidad, ni para los que no tienen ningún problema en pactar nuestro futuro con la ultraderecha fanática e intolerante que quiere llenar de odio nuestra ciudad”. Y añadió: "La ciudad no solo va a dejar fuera a la derecha corrupta, sino también al fanatismo".

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Desde las elecciones andaluzas, el bloque de izquierda tiene el miedo metido en el cuerpo. Hasta entonces todo apuntaba a una reválida más o menos cómoda. Pero las percepciones han girado 180 grados. Los sondeos conocidos hasta ahoras con contradictorios. Los hay que reflejan un incremento de voto de Gómez e incluso la posibilidad de disputar la alcaldía, los que auguran una victoria de Ribó y los que vaticinan el regreso de la derecha al poder, con la aspirante del PP, María José Catalá, a la cabeza de un posible acuerdo a tres bandas con Ciudadanos y Vox, que entraría con fuerza. En cualquier caso, el resultado es determinante porque Valencia es el núcleo más poblado de la autonomía y la distribución de apoyos importante también en la batalla paralela por la Generalitat Valenciana.

"Vuelven a cabalgar por Europa y también por España los jinetes del racismo y la xenofobia", asegura el 'president', Ximo Puig

Gómez centró parte de su intervención en identificar la posible alternativa a la actual mayoría de izquierdas por otra dirigida por “quienes hacen política contra la gente que odian, contra los migrantes, contra el colectivo LGTBI, contra las mujeres”. Un mensaje que el público interpretó como una alusión a Vox, partido al que no citó. “¿Cómo va a caber en la València que se estremece cuando hay una víctima de violencia de género? ¿Cómo va a caber en las mismas calles que se llenaron el 8 de marzo de mujeres que reivindicaban nuestra igualdad real? ¿Cómo va a caber el odio en la ciudad que lloró la pérdida de Carmen Alborch?”, insistió reivindicando la figura de la exministra socialista, fallecida en octubre del año pasado.

Ximo Puig insistió en ese discurso emocional y de valores, regresando a la figura de Alborch: “Queremos una ciudad libre, sin sectarismos ni fanatismos, como la querían Carmen y tantos ciudadanos y ciudadanas, una ciudad en la que nadie se sienta extranjero en su propia ciudad”. El barón socialista repasó los proyectos de la Generalitat y del Gobierno de Pedro Sánchez en la ciudad de Valencia y cargó contra la anterior gestión del PP poniendo como ejemplo el caso del barrio del Cabanyal. “Querían destruir el Cabanyal, querían destruir su patrimonio, fue el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero quien lo paró. Estamos aquí para reconocer a tantos activistas”. “Ya no tenemos la imagen de la mala reputación y de la corrupción del pasado”, insistió.

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También aludió a la polémica sobre las leyes de violencia de género, que Vox quiere suprimir: "¿Sabéis quién va a parar a las derechas?", preguntó. "Vosotras las mujeres. No vamos a dar un paso atrás, ni las mujeres ni los hombres que queremos a las mujeres", se contestó.

Con la cita de las europeas también a la vista, el ‘president’ pintó un panorama muy negro en la política nacional y continental. “Vuelven a cabalgar por Europa y también por España los jinetes del racismo y la xenofobia”, dijo. “No volverá a pasar”, añadió revindicando el consenso y el acuerdo en la Unión Europea.

El presidente Pedro Sánchez elevó este domingo el tono contra Nicolás Maduro y aprovechó para cargar también contra los partidos de la oposición por "utilizar el dolor del pueblo venezolano para atacar a un Gobierno que lo que pide son elecciones libres". Sánchez protagonizaba en Valencia su primer gran acto político después de que ayer compareciese de forma extraordinaria en la Moncloa para reclamar al actual presidente venezolano la convocatoria de comicios en ocho días para dar la salida a la crisis de la autoproclamación de Juan Guaidó, al que reconocerá como presidente ‘encargado’ si no se abren las urnas. Se trata de una posición compartida por el grueso de los países de la Unión Europea en la que hoy se reafirmó el jefe del Ejecutivo marcando distancias con el régimen chavista. "La izquierda nada tiene que ver con Maduro, es todo lo opuesto a Maduro en Venezuela", asestó.

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