Frenazo a las exportaciones de coches ‘made in Spain’ (y Ford es el que más sufre)

Año regular para el sector del automóvil español. La caída de la demanda del Reino Unido y la desaceleración continental están pasando factura a algunas de las principales factorías del país y no invitan al optimismo de cara a un futuro repleto de nubarrones y amenazas de frenazo económico. Las ventas al exterior en los 11 primeros meses de 2018 del segmento de la automoción se congelaron con un 0% de crecimiento para situarse en 41.786 millones. Si no hubo caída con respecto al ejercicio anterior fue gracias al aguante de las exportaciones de componentes (+5,4%), porque en lo que se refiere a vehículos terminados con destino al extranjero, el volumen de exportaciones disminuyó un 2,2%, según datos difundidos este miércoles por la Secretaría de Estado de Comercio.

Ford reconoce pérdidas de 398 millones de dólares de su división europea en el año 2018

El descenso de un negocio que representa el 15,8% de las exportaciones españolas alcanzó también al subsector de los motores y se concentró especialmente en Reino Unido, Alemania, Turquía y Corea del Sur. La estadística evidencia cómo el Brexit está teniendo un impacto directo en los sectores industriales exportadores españoles, especialmente en automoción. Y esa afección, además, varía en función de las marcas y modelos de vehículos. Aquellos más expuestos al mercado británico están sufriendo más la reducción de las exportaciones, con el agravante de que, como en el caso de Ford Almussafes (Valencia), las marcas están en pleno proceso de transformación y ajustes por los cambios en los patrones de consumo y el empuje de los nuevos vehículos híbridos o eléctricos.

Un repaso del comercio exterior por autonomías revela que no todas factorías han tenido un comportamiento similar. La industria generada por la planta de Almussafes y su parque de proveedores registró en los 11 primeros meses de 2018 (a falta solo de un mes para terminar el año) un desplome de casi dos dígitos en comparación con el año anterior. La Comunidad Valenciana redujo el comercio exterior de automóviles en un 9,6% entre enero y noviembre, con 6.504 millones de euros en ventas. Se trata de un dato importante para la economía regional si se tiene en cuenta que representa algo más del 23% de todas sus exportaciones, por encima del sector de la alimentación o el de las semimanufacturas. La consecuencia de las menores ventas de Ford, fue que su división europea registró unas pérdidas del año pasado de 398 millones de dólares, informó Efe.

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La caída en las ventas explica también el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que Ford acometió para ajustar su producción en el mes de diciembre y que finalizó el pasado 7 de enero. La factoría tiene una plantilla diseñada para más de 400.000 unidades, pero cerró 2018 con 380.403 coches fabricados, 37.000 menos que en 2017. Los sindicatos, que están a la espera de que la cúpula de la multinacional de Detroit inicie las negociaciones para ajustar la carga laboral tras anunciar recortes en Saarlouis (Alemania), Reino Unido y el cierre de la fábrica de transmisiones de Blanquefort (Francia), temen al menos un nuevo ERTE en marzo si se mantiene el ritmo actual de ventas y no se recuperan las exportaciones. La coyuntura económica, con previsiones generalizadas de desaceleración, no apunta a un escenario optimista.

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El comportamiento de las ventas de coches, sin embargo, no ha sido igual para todos. Los descensos y aumentos de ventas van por barrios. O, concretamente, por autonomías. Mientras las ventas de coches con sello valenciano caían, en Cataluña, donde fabrican Seat o Nissan, las exportaciones se mantuvieron con un ligero crecimiento del 1,7%. En Galicia, donde PSA-Citröen produce en Vigo, las ventas exteriores se dispararon un 12,8%, hasta 3.661 millones en los 11 primeros meses del año. También hubo un importante crecimiento del 20% en Navarra (Volkswagen).

Por contra, las exportaciones de automóviles cayeron también a plomo en Castilla y León, con plantas de Renault, Nissan o Iveco. Las ventas entre enero y noviembre de 2018 fueron de 6.401 millones, un 10,6% menos que en 2017. De igual modo, en Aragón (Opel Figueruelas), el desplome fue del 6,8%, aunque el sector sigue siendo de largo el principal agente exportador de la autonomía, con 3.180 millones de euros. En el País Vasco, donde Mercedes Benz concentra su producción de furgonetas en Vitoria, las ventas registraron un ligero descenso del 2,9%, con un valor de 4.365 millones de euros.