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Qué hay tras la opa de los Bonomi: así se reparte el negocio del chocolate en España
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Qué hay tras la opa de los Bonomi: así se reparte el negocio del chocolate en España

Idilia Foods, que cambió de sede de Barcelona a Valencia, o Chocolates Valor compiten de tú a tú con las multinacionales Nestlé o Ferrero y defienden su espacio en el estante de la gran distribución

Foto: Un trozo de chocolate negro.
Un trozo de chocolate negro.

El año arranca de dulce. Investindustrial, el fondo de inversión de la familia Bonomi, ha puesto encima de la mesa 140 millones para quedarse con Natra, uno de los principales operadores del sector del chocolate en nuestro país. Hace solo un año, la compañía valía justo la mitad, atravesaba serías dificultades de negocio (pérdidas) y su horizonte operativo era complicado en un sector, el del chocolate, donde un puñado de jugadores plantan cara a las multinacionales por el negocio en nuestro país.

Nocilla

Idilia Foods, el fabricante de Cola-Cao y Nocilla, cerró 2017 con un importante bocado en su cuenta de resultados. Poco antes de acabar el ejercicio, en plena tormenta ‘procesista’ en Cataluña, la mitad de la antigua Nutrexpa, troceada por los primos Ferrero y Ventura en 2015, la dedicada a la elaboración de productos derivados del cacao, comunicaba el traslado de su sede social desde Barcelona a Valencia “con el fin de mantener la seguridad jurídica para poder seguir trabajando con normalidad”.

Sin establecer una correlación de causa-efecto aún por demostrar, la fuga del lío soberanista, más formal que real porque la compañía que preside Ignacio Ferrero sigue concentrando su producción en Parets del Vallés y Montmeló, no impidió una congelación de las ventas en cifras similares a las de 2016 (173 millones) y un importante descenso en el beneficio neto, que pasó de 28,8 a poco más de 20 millones de euros (casi un 29% menos).

Idilia Foods, que huyó de Barcelona a Valencia por el 'procés' soberanista, sufrió un recorte del 28% en sus beneficios en 2017

Como muchos otros fabricantes alimentarios tradicionales y con marcas históricas (Cola-Cao nació en 1946), Idilia tiene dificultades para crecer en la la distribución alimentaria española. Las grandes cadenas de supermercados nutren su oferta de productos propios que convierten en un esfuerzo titánico conservar cuotas de mercado. Sin embargo, este hachazo en los resultados fue insuficiente como para desbancar a Idilia como la empresa española con mayores beneficios en el sector de los fabricantes chocolateros. Cola-Cao, Nocilla, Okey o Paladín, las marcas que comercializa la empresa ahora domiciliada en Valencia, siguen siendo una referencia casi obligada en las estanterías de los supemercados compitiendo de tú a tú y superando además en ventas a algunos productos de multinacionales foráneas como Nestlé (Nesquik) o la italiana Ferrero (Nutella), aún líderes en el sector del cacao y derivados en España.

placeholder Ignacio Ferrero, presidente de Idilia Foods.
Ignacio Ferrero, presidente de Idilia Foods.

Valor

Un factor importante que explica esa capacidad de supervivencia son las alianzas que los reyes chocolateros españoles han suscrito con terceros o con las grandes cadenas de distribución. Es el caso de Chocolates Valor. La histórica firma alicantina se hizo en 2013 con las marcas Huesitos y Tokke y la fábrica que Mondelez International, la antigua Kraft Foods, pretendía cerrar en Zaragoza. La apuesta del consejero delegado Pedro López funcionó y a la fuerte posición que Valor tiene en el segmento de tabletas de chocolate (un 18,4% de cuota según datos de Nielsen, por detrás de Nestlé) se ha sumado el empujón de la apuesta de Mercadona por las barritas de Tokke y Huesitos y la condición de proveedores de bombones Senzza para la compañía de Juan Roig.

Foto: Nocilla (Idilia Foods) hace un ejercicio de 'escucha activa' con sus clientes.

Todo esto se ha traducido en un crecimiento constante de esta empresa familiar fundada en 1881 y con sede central en la Villajoyosa. Entre junio de 2017 y junio de 2018 elevó sus ventas hasta los 122 millones, un 4,5% más. El resultado neto alcanzó los 12,2 millones tras un crecimiento “por encima de lo esperado”, según señala Pedro López.

Natra

La estrategia ha sido distinta en el caso de Natra, la otra gran chocolatera española, que en 2004 absorbió a Zahor. El grueso de la facturación de Natra, con centros de producción en España, Francia, Bélgica y Canadá, procede de su división Natra Cacao, que se ha especializado en fabricar tabletas para marcas de distribuidor y chocolate para uso industrial. Esta cotizada se embarcó la pasada década en aventuras para internacionalizarse y diversificar su actividad (Natraceutical) que la llevaron a apalancarse en exceso y entrar en número rojos. Sin embargo, la compañía está logrando enderezar el rumbo y en los nueve primeros meses del año 2018 acumuló 270 millones en ventas (+2%) y un beneficio neto de 10,4 millones frente a las pérdidas de 0,6 millones registradas en el mismo período del año anterior.

Esa misma línea de producción para terceros, en este caso como interproveedor de Mercadona, es la que ha encaramado a Sanchís Mira al ‘top ten’ de los chocolateros en España. Sanchís Mira representa el empuje de los fabricantes de marca blanca, en su caso para Mercadona, aunque sus números están muy condicionados por la estacionalidad. Además de producir tabletas para Hacendado, es una de las principales turroneras con la enseña Antiu Xixona. Cerró 2017 con 103 millones en ventas, por delante de Delaviuda Alimentación (79,9 millones) y Cantalou, que vende a Mercadona, Dia y Carrefour, y pueden considerarse comparables por su vertiente turronera.

El año arranca de dulce. Investindustrial, el fondo de inversión de la familia Bonomi, ha puesto encima de la mesa 140 millones para quedarse con Natra, uno de los principales operadores del sector del chocolate en nuestro país. Hace solo un año, la compañía valía justo la mitad, atravesaba serías dificultades de negocio (pérdidas) y su horizonte operativo era complicado en un sector, el del chocolate, donde un puñado de jugadores plantan cara a las multinacionales por el negocio en nuestro país.

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