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Tánger gana dos fábricas de automoción (a España): semana de 60 horas y 400€ al mes
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Mitsui Kinzoku y JTKET anuncian nuevas plantas

Tánger gana dos fábricas de automoción (a España): semana de 60 horas y 400€ al mes

La compañías Mitsui Kinzoku Act Corporation y JTEKT, que fabrican componentes para marcas europeas, anuncian la construcción de nuevas plantas al norte de Marruecos

Foto: Muelle para vehículos destinado a la exportación en el puerto de Tanger Med. (EFE)
Muelle para vehículos destinado a la exportación en el puerto de Tanger Med. (EFE)

El sector del automóvil se prepara para una dura batalla por los márgenes en la que la industria española de componentes va a tener que exprimirse al máximo para garantizar su supervivencia. Los grandes fabricantes están exigiendo a sus proveedores un esfuerzo adicional para mantener la competitividad de las plantas de ensamblaje en un contexto de incertidumbre internacional. Opel o Ford han puesto en marcha programas de ajustes de costes que obligan a la industria auxiliar a apretarse el cinturón para seguir sirviendo a los clientes que sustentan una parte importante de su negocio, tal como publicó El Confidencial.

Las advertencias lanzadas por el director general de Opel España, Antonio Cobo, sobre el auge del sector automovilístico en el norte de África y el impacto que podía tener sobre el tejido productivo español no eran falaces. Tan solo hace cinco días, el pasado 18 de octubre, la japonesa Mitsui Kinzoku Act Corporation anunciaba la puesta en marcha en la zona franca de Tanger Med de una nueva planta especializada en la fabricación de componentes funcionales para el automóvil. El grupo nipón, que cuenta con centros de producción por todo el mundo, es proveedor de fabricantes como Honda, Toyota, Volvo o Subaru, y también de marcas con factorías en España, como Ford, Renault o Nissan. El nuevo centro del norte de Marruecos se especializará en cerraduras, tendrá una superficie de 20.000 metros cuadrados y estará ubicado en la Tanger Automotive City, un área de fiscalidad reducida promovida por el régimen de Mohamed VI que no deja de crecer y de atraer proyectos industriales.

Las plantas de Renault y PSA están atrayendo una industria auxiliar internacional que ve Marruecos como plataforma de exportación a Europa

La inversión prevista es de 12,5 millones y la empresa contratará a cerca de 300 personas. En paralelo, la firma asiática pondrá en marcha una sucursal en París que servirá de antena comercial y de ventas para Francia y el resto de Europa. "Esta nueva planta, además de la entrega directa a Renault Tanger Med, servirá como un centro de producción para entregar a los clientes europeos del grupo", señalaban fuentes de Tanger Med.

placeholder Los responsables de la nipona JTEKY, con el ministro de Industria marroquí (c). (Tanger Med)
Los responsables de la nipona JTEKY, con el ministro de Industria marroquí (c). (Tanger Med)

La Mitsui Kinzoku no es la única planta industrial de capital japonés que ha elegido Tánger para crecer con vistas al mercado africano y europeo. Este mes, también se iniciaban las obras de la primera fábrica marroquí de la multinacional JTEKT, especializada en la producción de sistema de transmisión y dirección asistida. El acto de colocación de la primera piedra en la Tanger Automotive City contó con todos los parabienes institucionales y la presencia de Moulay Hafid Elalamy, ministro de Industria, Inversión, Comercio y Economía Digital.

En una primera fase, la producción comenzará en 2020 con una capacidad anual de 300.000 sistemas de dirección asistida eléctrica para plantas locales de fabricantes internacionales de automóviles, principalmente las de Renault y PSA Peugeot-Citröen (con planta en Kenitra), pero la intención es que la cadena de fabricación alcance para realizar exportaciones a través del puerto de Tanger Med. El pasado mes de mayo, se anunció igualmente la construcción de una factoría de otra enseña nipona, Furukawa, que fabrica componentes de fibra óptica y conectores para el automóvil. La inversión prevista es de 20 millones de euros.

Foto: Una mujer conduce un vehículo de trabajo en la factoría de Renault-Dacia en Tánger.

El desembarco de fabricantes internacionales en el norte de Marruecos se ve favorecido por el atractivo marco legal y de infraestructuras que el Gobierno del país está generando. La Tanger Automotive City dentro de la zona franca no solamente ejerce de polígono urbanizado sino que, además, el consorcio de Tanger Med está asumiendo costes en plataformas logísticas que ofrece a los fabricantes. Uno de los proyectos más recientes es la puesta en marcha de unas naves de 20.000 metros cuadrados que sirvan de base para la industria de componentes.

placeholder Así ve Mitsui Kinzoku su entrada en Europa.
Así ve Mitsui Kinzoku su entrada en Europa.

Por ahora, son los fabricantes de capital mayoritariamente galo, Renault y PSA, los que están apostando por Marruecos, un país que guarda excelentes relaciones comerciales y políticas con Francia. Pero la industria auxiliar que se está construyendo alrededor de las fábricas marroquíes no tiene el objetivo puesto solo en el mercado africano o de Oriente Medio. También mira a Europa. Las condiciones salariales, con nóminas medias de 400 euros al mes en este tipo de plantas, y semanas laborables de hasta 60 horas, favorecen su implantación. Ese marco laboral, inferior al estándar europeo, es bienvenido por miles de familias del norte de Marruecos, una zona del país tradicionalmente olvidada por Rabat durante el reinado de Hassan II, pero que vive actualmente un auge social y empresarial como consecuencia de los planes de desarrollo lanzados por su hijo y sucesor, Mohamed VI.

Las ventajas fiscales y de costes ejercen de imán para otro tipo de industrias exportadoras. Siemens-Gamesa, por ejemplo, inició el pasado mes de febrero la exportación de sus primeras palas para aerogeneradores fabricadas en la planta de la compañía de capital hispano-germano en Tanger Med. En la otra cara de la moneda está la fábrica de Miranda de Ebro en Burgos. El mismo mes que salían de Marruecos las palas se anunciaba el cierre de esta unidad de producción y el despido de más de 130 empleados.

El sector del automóvil se prepara para una dura batalla por los márgenes en la que la industria española de componentes va a tener que exprimirse al máximo para garantizar su supervivencia. Los grandes fabricantes están exigiendo a sus proveedores un esfuerzo adicional para mantener la competitividad de las plantas de ensamblaje en un contexto de incertidumbre internacional. Opel o Ford han puesto en marcha programas de ajustes de costes que obligan a la industria auxiliar a apretarse el cinturón para seguir sirviendo a los clientes que sustentan una parte importante de su negocio, tal como publicó El Confidencial.

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