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Hayfin y Atitlan compran el suelo de la Sareb y amarran el plan de la Fórmula 1 de Valencia
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14.000 metros estratégicos para el pAI del grao

Hayfin y Atitlan compran el suelo de la Sareb y amarran el plan de la Fórmula 1 de Valencia

El fondo británico y el grupo inversor valenciano rozan su objetivo de sumar el 50% del PAI de Grao para liderar su ejecución. La entidad que preside Echegoyen se desvincula de proyecto

Foto: Una nuevo barrio se levantará sobre el antiguo circuito urbano de Fórmula 1 de Valencia. (EFE)
Una nuevo barrio se levantará sobre el antiguo circuito urbano de Fórmula 1 de Valencia. (EFE)

El fondo británico Hayfin Capital y el inversor valenciano Atitlan Grupo Empresarial siguen dando pasos para ponerse en suerte el desarrollo urbanístico más emblemático y con mayores posibilidades de obtención de plusvalías pendiente de ejecución en la ciudad de Valencia. Una sociedad compartida por los dos especialistas en inversiones cerró la última semana de julio la compra de las parcelas que la Sareb todavía poseía en el llamado PAI del Grao, el sector urbanizable que ocupa los terrenos del antiguo circuito urbano de Fórmula 1 de la capial del Turia. Hayfin y Atitlan han escriturado en total 14.000 metros cuadrados con un aprovechamiento residencial de 8.100 metros de techo y otro 2.700 de uso comercial, según ha podido saber El Confidencial gracias a fuentes del mercado. La edificabilidad está definida por la planificación en vigor del Ayuntamiento de Valencia, que está ultimando una nueva planificación que modificará la distribución de la edificabilidad. La estimación es que el apovechamiento final de ese suelo sea de unos 16.000 metros cuadrados de techo.

Los inversores han pagado cuatro millones de euros en una operación aparentemente menor en volumen económico pero de alto valor estratégico. El traspaso de activos del banco malo que preside Jaime Echegoyen, que sale de este sector urbanístico, permite al consorcio hispano-británico elevar su porcentaje de participación en el conjunto del plan, que ocupa una superficie de más de 300.000 metros cuadrados y significará la construcción de un nuevo barrio que contectará el sector de la Ciudad de las Ciencias y la Avenida de Francia con la fachada marítima de Valencia. La zona va camino de convertirse en una de las más cotizadas de la ciudad si sus promotores apuestan por el residencial de calidad.

El suelo de la Sareb, que sale definitivamente del proyecto, se suma a los más de 100.000 metros que poseían Hayfin Capital y Atitlán Grupo Empresarial

Hayfin y Atitlan, que comparte participación con los socios locales Francisco Martínez (uno de los carniceros de Mercadona) y los Martinavarro Ferrer (miembros de la saga naranjera), se consolidan como los propietarios mayoritarios y se quedan cerca de agrupar el 50% de la titularidad del suelo al incorporar la parcela de la Sareb a los más de 100.000 metros que adquirieron a un 'pool' bancario liderado por el BBVA en el proceso de subasta de activos de la concursada Acinelav Inversiones, la sociedad que trató de impulsar el proyecto en los años del boom inmobiliario y a la que el pinchazo de la burbuja del ladrillo dejó herida de muerte, con más de 200 millones de euros en pasivos financieros.

placeholder El proyecto del PAI de Grao presentado en 2007. El Ayuntamiento ya lo ha modificado y tiene previsto reformularlo. (Tomás-Llavador)
El proyecto del PAI de Grao presentado en 2007. El Ayuntamiento ya lo ha modificado y tiene previsto reformularlo. (Tomás-Llavador)

El otro propietario con capacidad para decantar el control sobre el plan es ADIF, que posee cerca del 30% del suelo. Sin embargo, la empresa estatal no ha mostrado interés en liderar un desarrollo que implicará no menos de 100 millones de euros solo en coste de urbanización. Hayfin y Atitlan mantienen negociaciones con ADIF y con otros pequeños propietarios para sumarlos a su proyecto cuando el consistorio finalice los trámites administrativos para relanzar su puesta en marcha. Ahora, la gestión del PAI del Grao está en manos de la empresa municipal Aumsa, que no cuenta con recursos económicos suficientes como para desatascar su desarrollo. El consistorio que encabeza Joan Ribó (Compromís) quiere lanzar la ejecución de un sector clave para conectar la ciudad con el mar y completar la adecuación paisajística del llamado delta del Turia con el Puerto de Valencia.

Foto: Los terrenos del circuito de Fórmula 1 de Valencia, ahora abandonado. (V.R.)

La concejalía de Urbanismo, en manos del socialista Vicent Sarrià, sacará a concurso la gestión de un plan urbanístico que incluye unas 3.000 viviendas si los principales propietarios no suman el 50% del suelo y presentan una alternativa mayoritaria como Agrupación de Interés Urbanístico, lo que agilizaría mucho los plazos. Pero incluso aunque no se produzca la agrupación, la acumulación de suelo por parte del fondo británico y el grupo inversor que dirige el empresario Roberto Centeno los sitúa en una posición de privilegio para marcar el paso en el proyecto y convertirse en agentes urbanizadores con la actual legislación autonómica.

Atitlan controla sociedades que suman ya 437 millones de euros en ventas. Acaba de vender Cerámica Saloni a la británica Victoria PLC

Los plazos para que el nuevo barrio valenciano comience a tomar forma son largos. Como consecuencia de los trámites administrativos y burocráticos pendientes, en el sector inmobiliario se barajan entre tres y cinco años para que puedan comenzar a comercializarse promociones en el PAI del Grao. Sin embargo, si Hayfin y Atitlan son pacientes y logran sortear los escollos podrían obtener jugosas plusvalías de una operación urbanística en la que ya han invertido algo más de 30 millones pero que podría generar hasta 300 millones de euros en ventas finalistas, según las estimaciones más optimistas.

placeholder Roberto Centeno, CEO de Atitlan, y Agustín Pérez (detrás), director de inversiones. (EDEM)
Roberto Centeno, CEO de Atitlan, y Agustín Pérez (detrás), director de inversiones. (EDEM)

El plan sobre el antiguio Valencia Street Circuit es el proyecto más ambicioso del área inmobiliaria de Atitlan Grupo Empresarial, que según sus propios datos oficiales tiene ya en marcha un centener de viviendas en promoción, 200.000 metros cuadrados de superficie en alquiler y 1,5 millones de metros de suelo en gestión, incluyendo presencia en Portugal. Con la participada olivarera Elaia como mayor generador de ingresos corrientes, una división de acuicultura (Sea8) y la compañía de servicios y construcción Mosaiq (antigua Obinesa-Lubasa), Atitlan sumó el año pasado ventas por valor de 437 millones, un Ebitda de 92 millones y una plantilla en el conjunto de sus participadas de 2.500 personas, según sus cifras oficiales.

El grupo liderado por Centeno, yerno de Juan Roig, dueño de Mercadona, y su socio Aritza Rodero acaba de desprenderse de su filial azulejera Cerámica Saloni, que ha vendido a la británica Victoria PLC por 97 millones de euros. La compañía del Reino Unido, cuyo negocio germen es la fabricación de moquetas y tiene como cliente a la reina de Inglaterra, se ha hecho ya con el control de dos fabricantes de azulejos de Castellón tras tras cerrar en noviembre del año pasado la adquisición de Keraben al fondo Tensile Capital.

El fondo británico Hayfin Capital y el inversor valenciano Atitlan Grupo Empresarial siguen dando pasos para ponerse en suerte el desarrollo urbanístico más emblemático y con mayores posibilidades de obtención de plusvalías pendiente de ejecución en la ciudad de Valencia. Una sociedad compartida por los dos especialistas en inversiones cerró la última semana de julio la compra de las parcelas que la Sareb todavía poseía en el llamado PAI del Grao, el sector urbanizable que ocupa los terrenos del antiguo circuito urbano de Fórmula 1 de la capial del Turia. Hayfin y Atitlan han escriturado en total 14.000 metros cuadrados con un aprovechamiento residencial de 8.100 metros de techo y otro 2.700 de uso comercial, según ha podido saber El Confidencial gracias a fuentes del mercado. La edificabilidad está definida por la planificación en vigor del Ayuntamiento de Valencia, que está ultimando una nueva planificación que modificará la distribución de la edificabilidad. La estimación es que el apovechamiento final de ese suelo sea de unos 16.000 metros cuadrados de techo.

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