Mercadona gana menos pero vale más: 213 millones (4,1%) en un año, según los Roig

Juan Roig comenzó a aplicar el año pasado un 'plan renove' en la cadena de supermercados de Mercadona. El programa inversor liberó 1.000 millones en 2017, de los que más de 600 se destinaron a la modernización de 157 tiendas para mejorar sus secciones, modernizar lineales e introducir nuevas ofertas al público, como hornos más surtidos de producto o mostradores con cortadores de jamón y carnes. Roig estimó en 8.500 millones hasta el año 2023 la inversión global prevista para poner a punto la nueva Mercadona. Como previó el propio presidente de la compañía, el cierre de algunos establecimientos para poder acometer obras y el impacto en el resultado de la introducción de nueva oferta generaron más gastos y tuvieron su efecto en los beneficios netos, que cayeron el año pasado un 49% para quedarse en unos 'modestos' 332 millones (636 millones en 2016).

La intención de los Roig es que ese esfuerzo les sirva a lo largo del lustro en curso para consolidar y mejorar la posición de la empresa líder en la distribución en España. Mercadona crece de forma constante en facturación y es la empresa con más volumen de negocio en el mercado nacional. Pese al descenso de beneficios, las inversiones y el crecimiento orgánico han elevado el valor de la empresa controlada por la familia valenciana. Así al menos queda reflejado en las valoraciones que realizan sus propietarios a través de sus patrimoniales.

De las cuentas de la patrimonial de la segunda mayor accionista de Mercadona se deriva un valor conjunto del imperio del súper de 5.391 millones

Hortensia Herrero, vicepresidenta, dueña del 27,71% del capital y esposa del presidente y máximo accionista, canaliza sus títulos a través de la sociedad Herrecha Inversiones. La mercantil presenta un patrimonio neto de 1.712 millones de euros. Desde hace algunos ejercicios, realiza una puesta en equivalencia de su participación en Mercadona en los informes de gestión que acompañan sus cuentas anuales. El año pasado, la valoración de los títulos en su poder alcanzó los 1.494 millones, 59 millones más que los 1.435 en que se cifró el paquete en 2016.

Con la estimación contable que realiza la segunda mayor accionista del imperio de supermercados, el 100% del capital presentaría un valor conjunto de 5.391 millones, 213 millones más que en 2016. Es decir, los Roig admiten un incremento del 4,1% del valor de su compañía en el primer ejercicio que decidieron sacrificar beneficios para renovar sus activos y mejorar su oferta.

Son cifras meramente estimativas. Representan siete veces el ebitda de 2017 (754 millones) y 16 veces el beneficio neto. No tienen por qué tener correlación con lo que el mercado podría llegar a pagar, por ejemplo, en el caso de que Mercadona optase por salir a bolsa. La última y más optimista estimación externa la realizó en 2015 el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), con un hipotético precio de venta de algo más de 15.000 millones de euros. Es la cifra más alta de los estudios que se han atrevido a poner números a la mayor empresa de distribución minorista de España.

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La puesta en equivalencia de la participación en Mercadona tuvo un efecto positivo sobre el activo y el resultado de Herrecha, que cerró 2017 con 94 millones de euros de beneficio neto. No obstante, al tratarse de una operación contable, no tuvo el mismo efecto fiscal que un resultado ordinario. La mercantil desembolsó poco más de un millón de euros del impuesto de sociedades. Su resultado de explotación fue de 435.000 euros.

Herrecha Inversiones no es únicamente la mercantil que con la que Hortensia Herrero participa en Mercadona. La mujer de Juan Roig también controla desde esta firma una sociedad inmobiliaria, Vaneco, en la que concentra activos inmobiliarios por valor de 94 millones (incluyen tiendas que acogen supermercados) y que le generaron unos ingresos de 7,9 millones el año pasado.

Herrero destina una parte importante de los dividendos que obtiene del negocio de la distribución a financiar la actividad de la fundacion que lleva su nombre, con la que agita el panorama cultural valenciano y ejecuta proyectos de restauración y recuperación de patrimonio artístico de la ciudad.

Su último hito ha sido poner a disposición de la explanada pública de la Ciudad de las Artes y las Ciencias la exposición 'Seis esculturas', del artista británico Sir Anthony Cragg. La muestra da continuidad a la exposición temporal de grandes cabezas de mujer de Manolo Valdés, en el mismo lugar. La Fundación Hortensia Herrero compró una de las esculturas y la situó, posteriormente, en la Marina de Valencia, al lado de los edificios del complejo Marina de Empresas, sede de la escuela de negocios EDEM y de Lanzadera.