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Santamaría 'bendice' a Bonig y liquida el debate del cartel autonómico en Valencia
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Santamaría 'bendice' a Bonig y liquida el debate del cartel autonómico en Valencia

La vicepresidenta arropa a la lideresa del PP valenciano en un acto para presentar su proyecto: "Es una política por convicción y de convicciones”. El partido sigue sin candidato para la ciudad.

Foto: Sáenz de Santamaría e Isabel Bonig, este míercoles en Valencia. (EFE)
Sáenz de Santamaría e Isabel Bonig, este míercoles en Valencia. (EFE)

El Partido Popular ya tiene candidata a las elecciones autonómicas de 2019 en la Comunidad Valenciana. Será la presidenta regional, Isabel Bonig, que este miércoles recibió la 'bendición' para tratar de recuperar la Generalitat de una de las personas más influyentes en el presidente del Gobierno y líder popular, Mariano Rajoy, su vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. La número dos del Ejecutivo ejerció de telonera de la aspirante en un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum en el que Bonig esbozó algunas líenas maestras de su proyecto político. Si había alguna duda sobre las intenciones de Génova y Rajoy sobre el cartel electoral quedaron disipadas. "Bonig es una política por convicción y de convicciones. Sabe lo que es la política y gestionar por y para la gente", sentenció Santamaría frente a un aforo compuesto en gran parte por cuadros y cargos públicos regionales y locales.

La 'bendición' a Isabel Bonig se produce en medio de la tormenta judicial de Gürtel y con los sondeos en contra: "Lo que cuenta es el valor de continuar"

Muy pocos esperaban un cambio de montura a mitad de carrera. A Bonig, elegida en el congreso regional en abril del año pasado con un 95% de apoyo de los delegados y sin rival interno, le ha tocado lidiar con a travesía del desierto de su partido en la autonomía valenciana tras la debacle de las elecciones de 2015, cuando los populares perdieron el poder autonómico y gran parte del municipal en un territorio que consideraban feudo inexpuganble. La sucesión de casos de corrupción liquidó casi medio siglo de hegemonía. Bonig ha intentado soltar lastre, renovar caras y evitar un derrumbe de su tropa con un discurso de tintes conversadores, muy emocional y muy centrado en atacar a Compromís y su vertiente nacionalista. Pero los escándalos, los procesos judiciales y las revelaciones permanentes sobre la gestión de sus antecesores se han convertido en un bloque de cemento atado a sus pies del que no logra desatarse.

placeholder Sáenz de Santamaría saluda a Salvado Navarro (CEV). Al lado, Moragues, delegado del Gobierno, y Diego Lorente, de AVE. (GOB)
Sáenz de Santamaría saluda a Salvado Navarro (CEV). Al lado, Moragues, delegado del Gobierno, y Diego Lorente, de AVE. (GOB)

Ese contexto adverso y su mensaje más a la derecha del que los populares acostumbraban a defender en un territorio con muchas peculiaridades han alimentado las voces en su partido que, en privado, como corresponde a un partido tan vertical como el PP, cuestionan que vaya a ser capaz de sumar una mayoría suficiente para desbancar al bloque de centro-izquierda que lideran Ximo Puig y Mónica Oltra con respaldo parlamentario de Podemos. De momento, los sondeos no son favorables para Bonig, algo que no frena su optimismo en público. "Doy por hecho que todos ustedes están convencidos de que vamos a ganar y a gobernar (…) El fracaso no es definitivo. Lo que cuenta es el valor para continuar", asestaba parafraseando a Wiston Churchill y sentada al costado de Sáenz de Santamaría.

Foto: Mariano Rajoy e Isabel Bonig, en la clausura del congreso regional del PPCV. (EFE)

Bonig desgranaba el trazo grueso del proyecto que presentará a las autonómicas del 9 de junio del año que viene: bajada "masiva" de impuestos autonómicos (Sucesiones Donaciones, Patrimonio y Transmisiones Patrimoniales), distrito único educativo y fomento del inglés, supresión de nuevos organismos públicos, o nuevos planes de regadío. Todo ello no le evitó las preguntas sobre el bloqueo en el cambio del modelo de financiación, la ausencia de candidatos en municipios muy importantes como Valencia ciudad o el caso Gürtel y las acusaciones de Ricardo Costa contra Francisco Camps. "No comentamos estrategias procesales. Todas estas personas no ocupan ningún cargo orgánico ni institucional. El presidente Camps hizo muchas cosas buenas por la Comunidad Valencia y este partido y también cosas que no estuvieron bien", trató de esquivar.

placeholder El diputado nacional por Valencia, Rubén Moreno, será el nuevo secretario de Estado de Relaciones con las Cortes. (EFE)
El diputado nacional por Valencia, Rubén Moreno, será el nuevo secretario de Estado de Relaciones con las Cortes. (EFE)

La presencia de Sáenz de Santamaría buscaba arropar a Bonig, mostrar el interés del Gobierno del PP por los asuntos que atañen a los intereses valencianos y dar calor al Partido Popular valenciano en un momento crítico, con Ciudadanos creciendo a su costa en las encuestas. Santamaría desplegó una batería de cumplimientos y promesas inversoras en infraestructuras: nuevo AVE Madrid-Castellón, finalización del Corredor Mediterráneo, nuevas carreteras, etc. Para sortear el bloqueo en la reforma del modelo de financiación, la vicepresidenta aludió a la falta de acuerdo entre los dos grandes partidos y esgrimió, como también ha hecho Cristóbal Montoro y el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo, el argumento del apoyo financiero prestado a la Generalitat a través del ahorro de 11.000 millones en intereses de deuda gracias al FLA, algo que el Consell de Puig califica de falso y trampa dialéctica, pues una financiación adecuada hubiera evitado recurrir a ese fondo de liquidez.

Encuentro crítico con empresarios

Además ponía en el casillero de su compromiso con la pata valenciana de su partido el anuncio de nombramiento de Rubén Moreno como secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, el puesto que ocupaba José Luis Ayllón, nuevo jefe de gabinete de Rajoy. Moreno, diputado en el Congreso por Valencia, ocupa el puesto de presidente de la gestora de PP de la provincia de Valencia, para el que fue designado con el objetivo de poner paz entre las familias populares tras la decisión de Génova de prohibir los congreso provinciales con candidatos enfrentados.

Tras el desayuno con Bonig en el Hotel Astoria, Sáenz de Santamaría mantuvo un encuentro antes del mediodía con representantes empresariales, entre ellos el presidente de la patronal CEV, Salvador Navarro, como el secretario general de la Asociación Valenciana de Empresarios, Diego Lorente, o el presidente de la Cámara de Comercio, José Vicente Morata. Pese al buen tono del encuentro y el reconocimiento al giro en el Ministerio de Fomento con la llegada de Íñigo de la Serna, la vicepresidenta escuchó a viva voz algunos de los reproches de los patronos al Gobierno, como la ausencia de sensibilidad del ministro de Hacienda, que no ha recibido a los empresarios locales pese las reiteradas peticiones. El que no llora no mama.

El Partido Popular ya tiene candidata a las elecciones autonómicas de 2019 en la Comunidad Valenciana. Será la presidenta regional, Isabel Bonig, que este miércoles recibió la 'bendición' para tratar de recuperar la Generalitat de una de las personas más influyentes en el presidente del Gobierno y líder popular, Mariano Rajoy, su vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. La número dos del Ejecutivo ejerció de telonera de la aspirante en un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum en el que Bonig esbozó algunas líenas maestras de su proyecto político. Si había alguna duda sobre las intenciones de Génova y Rajoy sobre el cartel electoral quedaron disipadas. "Bonig es una política por convicción y de convicciones. Sabe lo que es la política y gestionar por y para la gente", sentenció Santamaría frente a un aforo compuesto en gran parte por cuadros y cargos públicos regionales y locales.

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