Aznar: "La reforma constitucional no puede ser el pago a plazos al secesionismo catalán"

El expresidente del Gobierno, José María Aznar, se ha posicionado este jueves en contra de una reforma de la Constitución concebida como mecanismo de respuesta al desafío independentista. "Si se acepta que se ha roto el pacto de unidad y diversidad, la reforma constitucional no debe ser el pago a plazos de lo que ahora no estamos dispuestos a pagar al secesionismo catalán", ha asestado en un foro de la Fundación FAES celebrado en Valencia.

Aznar parece haber asumido el papel de tratar de anticiparse a las decisiones de Mariano Rajoy a la hora de gestionar la crisis soberanista de Cataluña. Si hace unas semanas, el 'think tank' aznarista marcaba territorio a Mariano Rajoy advirtiéndole que debía aplicar ya el artículo 155 de la Constitución para intervenir el Govern de Carles Puigdemont o convocar elecciones, en esta ocasión ha puesto líneas rojas a la posible apertura del melón constitucional que el presidente del Gobierno ha apalabrado con Pedro Sánchez y Albert Rivera para consensuar un posición conjunta.

Aznar marca terreno a Rajoy y Sánchez: "Como respuesta al nacionalismo no cabe una apelación genérica a la reforma constitucional"

"Lo que está en juego es el pacto constitucional de 1978. El valor de la transición democrática. La continuidad histórica de España que hizo de la Constitución el terreno firme de reencuentro de los españoles. En Cataluña, el nacionalismo ha roto el pacto, lo ha destruido. Como respuesta no cabe una apelación genérica a la reforma constitucional", ha insistido en su intervención de clausura del acto en un hotel de la ciudad.

Aznar ha evitado contestar a preguntas de los medios de comunicación y, por tanto, pronunciarse sobre el cruce de cartas entre Rajoy y Puigdemont y el anunciado consejo de ministros convocado para el sábado para desplegar con efectos prácticos el artículo 155 sobre el autogobierno catalán. Tampoco ha hecho mención a esta circunstancia en su discurso leído en un foro de debate centrado, en principio, en la sostenibilidad de las políticas públicas de sanidad y educación.

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Aunque de forma sibilina, Aznar también ha parecido poner en cuestión la estrategia mantenida durante estos años por Rajoy frente al movimiento independentista al señalar que los secesionistas "han interpretado los silencios como síntoma de debilidad y no como muestra de prudencia".

Identidad subordinada

Tras hacer referencia a la fractura social, al decrédito internacional y al abandono masivo de empresas "que no ven el paraíso secesionista", ha advertido también de la posible extensión de las posiciones nacionalistas en la Comunidad Valenciana, de la que ha dicho que está llamada a tener más "peso e influencia" en la España autonómica. En un mensaje dirigido a los sectores de centro-derecha valencianos que ven en Compromís las mismas pulsiones que en el soberanismo de sus vecinos del norte, Aznar ha apelado a "no caer en la autocomplacencia y eludir el compromiso". "Las mismas fuerzas ideológicas, los mismos sentimientos rupturistas que han quebrado y enfrentado la sociedad y la convivencia en Cataluña quieren actuar en Valencia y con los mismos objetivos".

"El nacionalismo predica una identidad subordinada, una Valencia subalterna, de segunda division, que quedó atrás. Una mayoría de valencianos debe ser convocada para recuperar un proyecto de convivencia que se quiere negar a valencianos y españoles", ha insistido.