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Equipo Crónica, Carmen Calvo… El botín de Císcar en el saqueo del IVAM
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colección de tamaño medio y sin garantías de revalorización

Equipo Crónica, Carmen Calvo… El botín de Císcar en el saqueo del IVAM

La exdirectora del centro de arte contemporáneo amasó una colección de arte que el juez atribuye a su “actividad ilícita”. Son piezas de coste medio y los expertos dudan de su revalorización

Foto: Una de las obras de la artista valenciana Carmen Calvo. (PAC)
Una de las obras de la artista valenciana Carmen Calvo. (PAC)

El arte no es ajeno a la corrupción. Más que por razones estéticas, por razones económicas. Invertir en los artistas acertados significa invertir en una futura revalorización y la tentación de utilizarlos para blanquear fondos es grande. El mercado del arte ha aparecido en la operación Lezo, en un caso de contrabando de Jaime Botín, o en los movimientos económicos bajo sospecha de Luis Bárcenas. Hay estimaciones oficiosas de que el 90% de los intercambios de arte que se realizan entre particulares apenas deja rastro documental. Cosa distinta son los grandes coleccionistas o los organismos oficiales, que se cuidan de registrar y obtener títulos de propiedad de todas sus adquisiciones.

Una de las personas que más cerca tuvieron esa tentación, por la posición que ocupaba, fue la exdirectora del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) Consuelo Císcar. En paralelo a su gestión al frente del museo, la mujer del 'exconseller' valenciano Rafael Blasco (ahora en prisión por el desvío de fondos de cooperación internacional) creó una pequeña colección de obras de tamaño medio que la Audiencia Provincial de Valencia atribuye, presuntamente, a gestiones inconfesables al frente del centro cultural. “Existen indicios de que las mismas han sido adquiridas por la señora Císcar a resultas de la actividad delictiva que se investiga en la presente causa”, señala el auto dictado este lunes, que ratifica el embargo de 12 piezas de artistas españoles cuyo valor actual en el mercado se cifra en cerca de 200.000 euros.

placeholder Consuelo Císcar, en el 'hall' de acceso del IVAM. (EFE)
Consuelo Císcar, en el 'hall' de acceso del IVAM. (EFE)

El origen del grueso de las piezas es una incógnita. Císcar sostiene que se las regaló a su hijas tras haberlas adquirido a través de galerías o a los propios artistas. Pero la investigación sostiene que las poseedoras de dichas obras “no tienen ningún documento que acredite la titularidad de las obras ni cómo estas fueron adquiridas. Tampoco la donante, su madre, ha podido acreditar en la causa ningún título de adquisición”. Las piezas han sido requisadas y están siendo custodiadas de forma judicial.

Las piezas que atesoraba la familia revelan la construcción de una colección de tamaño medio, no excesivamente rimbombante, y cuya revalorización en el mercado fluctúa en función del nombre, según expertos en arte consultados. Hay lienzos, técnicas mixtas o esculturas de acero y cartón piedra. Se trata de seis obras de la artista valenciana conceptual, Carmen Calvo y otras tantas de Ramón de Soto; 'Abstracción 0', de Francisco Caparrós; 'Crece el bosque', del madrileño Alberto Corazón, y 'Colour-light Exercices Volumen 2', del mallorquín Bernardí Roig. Equipo Crónica, el mítico grupo creativo compuesto por Manolo Valdés y los fallecidos Rafael Solbes y Juan Antonio Toledo, aporta 'Pintor dadá 1973’ a la lista. Quizás este último, por tratarse de una firma envuelta en la mística de su propia desaparición, sea el que más valor pueda acumular conforme pase el tiempo. En el auto del juzgado que instruye la causa del IVAM que ordena requisar las obras, fechado en marzo, se explica que el valor asegurado de esta escultura de Equipo Crónica asciende a 80.000 euros.

Las piezas de Carmen Calvo son 'Montaje', 'Serie de escrituras', 'Volviendo al tema', 'Te quería, ahora no', ‘Molinier’ y una última sin título fechada en 1990, con un valor medio asegurado no superior a 30.000 euros. Dos hijas y una sobrina de Císcar prestaron las obras al museo para que fueran expuestas (lo que, de hecho, las revalorizaba). En esos acuerdos, ellas aparecían como titulares, pero la instrucción no ha detectado documentos que demostrasen esa propiedad. La exdirectora del centro ha declarado que compró las piezas en distintos momentos y se las regaló.

Foto: 'La mariposa', una de las seis cabezas gigantes de Manuel Valdés expuestas en los lagos de la Ciudad de las Ciencias de Valencia.

Todos son artistas que han expuesto en el IVAM y que además han vendido obras al museo, la mayor parte de ellos durante la etapa en que Císcar fue directora. El auto judicial de la Audiencia recoge que la comisión asesora en materia de adquisición de obras de arte (CAOA) dio luz verde en enero de 2008 a la compra de 12 obras de Calvo y otra de Ramón de Soto por un importe de 225.342 euros. El IVAM también pagó 58.860 euros por una obra de De Soto que la instructora no ha logrado localizar, aunque la propuesta inicial de Císcar era ‘Puerta de Thanatos II’, cuyo nombre recuerda mucho a la 'Mesa de Thanatos' que posee Deborah Salom Císcar, hija de Consuelo Císcar, con un valor asegurado de 60.000 euros.

La instrucción ha revelado sobrecostes en obras compradas por el IVAM, carencias en la documentación que acredita que las obras fueron entregadas o que se corresponden con las facturadas por el museo y también testimonios de transportistas que acreditan el traslado de piezas a inmuebles propiedad de Consuelo Císcar, familiares y allegados.

El pasado mes de abril, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de Valencia (UDEF) requisó en los almacenes de Bétera (Valencia) obras de arte de la empresa Logística del Arte, contratista del IVAM en materia de transporte de piezas. Los agentes se llevaron también documentación que podría estar relacionada con el origen y uso de las obras propiedad de Císcar y su familia requisadas judicialmente. La exdirectora del museo de arte contemporáneo está siendo investigada por presuntos delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y falsedad documental por irregularidades en la gestión del centro.

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El arte no es ajeno a la corrupción. Más que por razones estéticas, por razones económicas. Invertir en los artistas acertados significa invertir en una futura revalorización y la tentación de utilizarlos para blanquear fondos es grande. El mercado del arte ha aparecido en la operación Lezo, en un caso de contrabando de Jaime Botín, o en los movimientos económicos bajo sospecha de Luis Bárcenas. Hay estimaciones oficiosas de que el 90% de los intercambios de arte que se realizan entre particulares apenas deja rastro documental. Cosa distinta son los grandes coleccionistas o los organismos oficiales, que se cuidan de registrar y obtener títulos de propiedad de todas sus adquisiciones.

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