Montoro abre la puerta a quitas de deuda a líderes del PSOE para lanzar los PGE
El Gobierno concentra la negociación en PNV, Ciudadanos y los canarios, pero lanza guiños a los socialistas: “Dirán que si no apoyamos, no será porque no lo intentaron”, admiten desde el PSOE
Son gestos. Puertas abiertas que buscan tratar de mostrar una imagen dialogante y negociadora ante el debate de los Presupuestos Generales del Estado de 2017 que el Gobierno prevé aprobar en Consejo de Ministros el 31 de marzo, para enviarlos al Parlamento a principios de abril y finalizar su tramitación en junio. En minoría en el Congreso, el Ejecutivo de Mariano Rajoy necesita del concurso de fuerzas de la oposición para sacar adelante sus cuentas. Tiene encarrilado el acuerdo con el PNV, tras la abstención del Partido Popular para los Presupuestos de Euskadi, y aspira a sumar el respaldo de Ciudadanos, Coalición Canaria y Nueva Canaria. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se reunió este miércoles con el diputado de NC, Pedro Quevedo, cuyo voto es clave para sumar la mayoría necesaria ante el previsible rechazo del PSOE, Podemos y el resto de fuerzas de izquierda y nacionalistas.
Pero Montoro también está lanzando señales al PSOE y algunos de sus líderes territoriales, dando a entender que está dispuesto a hacer concesiones en las cuentas. Inmersos en su tormentoso proceso de primarias, los socialistas tienen claro que rechazarán de plano las cuentas de Rajoy, al que ya hicieron presidente con su abstención a costa de generar un malestar en sus bases que está tratando de explotar Pedro Sánchez frente a Susana Díaz. Mientras eso ocurre, siguen produciéndose acuerdos en materia económica no tan visibles que indican una sintonía entre los dos grandes partidos en asuntos como el de la reforma de la financiación autonómica.
Montoro anunció la semana pasada a Ximo Puig en un encuentro en el ministerio que las cuentas abrirán la mano en la reposición de funcionarios
Este mismo jueves, la comisión de Hacienda y Función Pública del Congreso aprobaba con los votos de PP, PSOE y Ciudadanos una proposición no de ley en la que se invita al Gobierno a que traslade a la comisión de expertos para la reforma del sistema de financiación autonómica el encargo de estudiar el impacto que han tenido sobre su deuda los déficits de recursos en las autonomías infrafinanciadas. El objetivo de este análisis es proponer “el uso de mecanismos de compensación, tal como contempla la Lofca”. O lo que es lo mismo, caminar hacia una quita de la deuda generada por el Fondo de Liquidez Autonómico en algunos territorios. Se trata de una reivindicación de autonomías como Andalucía o la Comunidad Valenciana que el Gobierno parece dispuesto a aceptar si así lo proponen los expertos en el nuevo modelo de financiación autonómica que debería incorporarse a los Presupuestos de 2018. Unas cuentas que también habrá que negociar a partir de otoño.
La PNL que abre la puerta a estudiar las quitas de deuda del FLA se ha aprobado después de que los populares admitiesen una enmienda en este sentido a una resolución más genérica del PP sobre la necesidad de impulsar la reforma de la financiación. “Haber logrado que nuestras enmiendas se hayan incorporado a la iniciativa genérica del PP va a ser totalmente beneficioso para la Comunitat Valenciana y para todas aquellas autonomías infrafinanciadas que han visto crecer su deuda en los últimos años como consecuencia directa de este déficit”, señalaba este miércoles Julián López, parlamentario socialista por Alicante e integrante de la comisión de Hacienda. Nadie en el PSOE duda de que la iniciativa parlamentaria no hubiera prosperado sin tener luz verde de Montoro para el respaldo del grupo popular.
Invitación a puerta cerrada
Otro de estos gestos se produjo la semana pasada, cuando el titular de Hacienda mantuvo en el ministerio un encuentro con el presidente valenciano, Ximo Puig, en el que le anunció que las cuentas del año que viene incluirán una relajación en los límites de las tasas de reposición de empleados públicos. Se trata de una de las reivindicaciones que los barones socialistas incluyeron en la agenda de la Conferencia de Presidentes que se celebró el pasado mes de enero. El Confidencial ya publicó a principios de marzo que la del aumento de los funcionarios iba a ser una de las cartas del Gobierno en la negociación de los Presupuestos.
La reunión entre Montoro y Puig se hizo pública por deseo del ‘president’ valenciano, pero, según fuentes conocedoras del mismo, no era ese el deseo del ministro. A puerta cerrada, Montoro volvió a insistir en la voluntad del Gobierno de negociar partidas y en invitar al PSOE a sumarse a las cuentas, como ya ocurrió cuando la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría viajó a Valencia el pasado 31 de enero.
“Es muy probable que el PNV y Ciudadanos también hayan pedido la tasa de reposición y por eso van a meterla. No esperamos grandes ofertas, ni muchas presiones, porque tampoco les dan los números para hacer grandes concesiones. Pero sí es verdad que el PP presume ahora de talante y que un Montoro tan dialogante lo que busca es lanzar el mensaje de que ‘si el PSOE no aprueba los Presupuestos, no será porque no lo hemos intentado”, señalan fuentes del equipo económico socialista en el Congreso.
Son gestos. Puertas abiertas que buscan tratar de mostrar una imagen dialogante y negociadora ante el debate de los Presupuestos Generales del Estado de 2017 que el Gobierno prevé aprobar en Consejo de Ministros el 31 de marzo, para enviarlos al Parlamento a principios de abril y finalizar su tramitación en junio. En minoría en el Congreso, el Ejecutivo de Mariano Rajoy necesita del concurso de fuerzas de la oposición para sacar adelante sus cuentas. Tiene encarrilado el acuerdo con el PNV, tras la abstención del Partido Popular para los Presupuestos de Euskadi, y aspira a sumar el respaldo de Ciudadanos, Coalición Canaria y Nueva Canaria. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se reunió este miércoles con el diputado de NC, Pedro Quevedo, cuyo voto es clave para sumar la mayoría necesaria ante el previsible rechazo del PSOE, Podemos y el resto de fuerzas de izquierda y nacionalistas.