El algoritmo de los 100 millones: así desafían a las grandes eléctricas estos emprendedores

¿Puede una empresa de nuevo cuño abrirse un hueco entre las grandes eléctricas del Ibex 35 y consolidarse en el complejo y competitivo mercado de la energía? Sí, puede. En el llamado mercado libre, el que está fuera de las tarifas reguladas, algo más de medio centenar de pequeñas comercializadoras independientes tratan de consolidarse vendiendo electricidad a particulares y empresas. Muchas son pequeñas compañías históricas que sobrevivieron al proceso de concentración que vivió el país a partir de la década de los ochenta del siglo pasado. Otras se presentan como alternativas ‘low cost’, capaces de ofrecer a los clientes precios más asequibles gracias a sus estructuras empresariales más ágiles, a un modelo de comercialización ‘sin papeles’ y a herramientas innovadoras para calcular precios y aprovechar los mejores momentos para participar en las subastas de electricidad.

En su segundo año, su facturación creció un 1.633% al pasar de 1,2 a 20 millones. Presumen de comprar solamente electricidad de fuentes renovables

Alcanzia es una de estas últimas. Creada en 2013 por cinco socios, no solamente ha logrado en poco más de cuatro años consolidarse como proyecto empresarial, sino que ha elevado su facturación hasta los 60 millones de euros el año pasado y aspira a cerrar 2017 con una cifra de negocios de 100 millones. “Cambiar de compañía es mucho más fácil de lo que la gente piensa. Muchos consumidores son ahora menos inmovilistas y se están dando cuenta de que con la liberalización del mercado eléctrico, es posible hacer el cambio sin ningún coste”, señala Roberto Giner, director de negocio de Alcanzia y uno de los socios junto a su hermano Emilio.

Cuando comenzaron y acudían a pedir financiación para avalar las compras de electricidad, encontraron muchas sonrisas socarronas y algunas puertas cerradas en algunos bancos. “He hecho más presentaciones en PDF para bancos que para clientes”, dice Giner. Hoy, sus entidades financieras ya no se sorprenden cuando acuden con su última previsión de crecimiento del 66% para este año. En 2013 se estrenaron con una cifra de negocio de 1,2 millones. Un año después, en 2014, su cuenta de pérdidas y ganancias reflejaba una facturación de 20,8 millones, un 1.633% superior. Alcanzia da trabajo a 35 personas, la mayoría de ellas instaladas en su base de operaciones, en la antigua sede de Indra en la calle Colón de Valencia. Su perfil de trabajadores es de jóvenes graduados en informática, ingeniería, ADE o ‘marketing’.

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Ambos aprendieron del negocio de la energía tras un incursión en el universo fotovoltaico y el capital riesgo en proyectos de renovables. Tras esa experiencia, se embarcaron en una iniciativa que cuenta ahora con 9.000 clientes, la gran mayoría (85%) empresas y negocios. Su cartera abarca desde pequeños empresarios (1.700) hasta más de un centenar de plantas productoras con alto consumo energético (hay varias interproveedoras de Mercadona) y algún club de fútbol de Primera división del que no quieren dar el nombre. Este martes, Roberto Giner ha presentado, junto al responsable de Marketing, Rafa Montagud, sus previsiones y proyectos para 2017, que pasan por invertir dos millones de euros en sus redes de comercialización para penetrar en el mercado doméstico y crecer hasta los 25.000 clientes.

Para descubrir la clave del crecimiento vertiginoso de Alcanzia, hay que acudir al precio al que logra ofrecer la energía que compra gracias a sus sistemas de predicción de coste y demanda, que le permite hacer compras a tarifas competitivas y ajustar al máximo sus sobrantes. Su herramienta ha sido desarrollada en colaboración con la Universidad Politécnica de Valencia e introduce no solamente variables como históricos de demanda eléctrica o días de la semana. “Este tipo de herramientas ya están muy extendidas, las grandes compañías eléctricas también las tienen. No es solamente el algoritmo, sino cómo lo usas. También tenemos en cuenta desde previsiones meteorológicas a costumbres de consumo entre nuestros clientes”, explica Giner. “Estamos ofreciendo la misma calidad del servicio con un ahorro real en el recibo de la luz que puede llegar hasta un 20% de lo que el cliente está pagando ahora mismo”, insiste.

Modelo predictivo premiado

El modelo predictivo ha sido incluso reconocido en la última International Conference of the European Energy Market (EEM2016), celebrada en Oporto (Portugal). Algunos meses logran encaramarse al liderazgo nacional como la compañía más barata del mercado, según los comparadores de tarifas de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC).

Entre sus clientes, hay industrias interproveedoras de Mercadona y algún club de fútbol de Primera división

La compañía, que presume de comprar solamente electricidad procedente de fuentes renovables, también ha tenido sus baches con los reguladores. Una discrepancia en el cálculo de avales en garantía, una de las exigencias del sistema, que obliga a garantizar financieramente el pago de lo que se compra, le supuso una multa de 10.000 euros (la sanción mínima) por parte de la CNMC. Ese expediente propició de oficio la apertura de otro inhabilitante del Ministerio de Industria. “El 9 de febrero lo abrieron y el 11 de marzo lo cerraron porque ya esta resuelta la discrepancia. Ahora mismo no tenemos ninguna incidencia con los reguladores”, aclara Giner.