Guerra en los puertos: los patronos quieren rebajar el sueldo de los estibadores un 60%

Los operadores portuarios han comenzado a moverse para empujar hacia adelante el real decreto de reforma del modelo de estiba en los puertos que promueve el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. La Plataforma de Inversores en Puertos Españoles (PIPE), el ‘lobby’ que agrupa a las principales concesionarias de terminales (Noatum, OHL Concesiones, Algeposa, Boluda o Bergé), ha encargado un informe económico en el que defiende que la liberalización del sistema actual de contratación de trabajadores para la carga y descarga de barcos podría tener un impacto positivo sobre la economía española de hasta 2.400 millones de euros, el 0,22% del producto interior bruto. En esta línea, también defiende una rebaja del sueldo de los estibadores del 60%.

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Los inversores portuarios proponen recortes del 60% en los salarios de los estibadores y menos beneficio de Puertos del Estado para reducir costes

La plataforma considera que en la actualidad el sistema portuario español adolece de dos grandes problemas que minan su competitividad, y con ella la de las empresas exportadoras. El modelo de estiba es el principal déficit, pues representa entre el 50% y el 65% de los costes portuarios. El segundo elemento es la propia gestión económica de los puertos, con una sobrecapacidad de las terminales, tras varias décadas de inversión en infraestructuras que ahora están infrautilizadas, y con tasas portuarias que PIPE considera elevadas e innecesarias. Según los cálculos de esta asociación de concesionarios, Puertos del Estado maneja tasas de rentabilidad del 20% con flujos de caja de 1.700 millones de euros en 2015 y beneficios anuales por encima de los 200 millones de euros.

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La reforma que proponen los operadores pasa por trasladar gran parte de esos beneficios a una reducción de costes de los usuarios finales de los puertos y acometer una reforma en profundidad en el sistema de contratación de la estiba, que permita cumplir con la sentencia de Bruselas, abra la puerta a la competencia en las empresas estibadoras y derive en menores cargas salariales y mayor flexibilidad en la relación laboral (horarios, fijación de grupos de trabajo o control de barreras de entrada de nuevos operarios).

El documento, titulado ‘Avanzando hacia un modelo portuario más competitivo’, elaborado por la consultora PwC por encargo del ‘lobby’ de operadores y al que ha tenido acceso El Confidencial, pone incluso cifras a ese recorte en las nóminas, desde una media actual de 67.800 euros de sueldo bruto anual para un estibador hasta los 26.934 euros, el citado 60% menos. Esta cantidad se fija en el informe a partir de medias ponderadas de tablas salariales consideradas similares, como las de trabajadores de construcción, actividades anexas la transporte o de profesionales de la extracción de minerales, con condiciones de peligrosidad equivalentes. Las horas trabajadas efectivas por estibador también aumentarían en 334 al año, en concreto, 1.876 horas frente a las 1.542 actuales.

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“La implementación de estas reformas tendría un impacto muy positivo sobre los costes portuarios en España que, según nuestras estimaciones, se verían reducidos en media un 30,2%, pasando de suponer en la actualidad 6,9 euros por tonelada de mercancía transportada a 4,8 euros por tonelada tras los cambios”, señala el documento, que PIPE ha trasladado ya a los responsables de Puertos del Estado.

700 millones más en exportaciones

La oferta más competitiva de las terminales tendría un efecto positivo sobre el sector exportador español, que PwC cifra en 678 millones de euros anuales, con incrementos del tráfico de mercancías del 5% y la creación de hasta 18.129 nuevos puestos de trabajo, además de propiciar una recaudación fiscal extra de 486 millones de euros y mejorar la balanza comercial en 609 millones. “De lo que se trata es de que todos seamos más competitivos y que, por poner un ejemplo, la fábrica de Ford en Almussafes (Valencia) pueda producir y exportar más. De esto estamos hablando. No puede ser que haya un colectivo que tenga una situación de protección que responde a un momento de la historia del siglo pasado”, afirma el vicepresidente de PIPE, José Luis Almazán. “El sistema portuario español mueve mercancías anuales en nuestro país por importe de 20.000 millones de euros. Es, por tanto, un pilar fundamental en el crecimiento de este país. El actual modelo de estiba es encorsetado y exclusivista, no responde a las necesidades del siglo XXI, impide ser competitivos frente a un mercado global y perjudica seriamente el crecimiento económico”.

PIPE es muy crítica con la posición de la Coordinadora de Trabajadores del Mar, el sindicato hipermayoritario en el sector de la estiba que lidera Antolín Goya. Los estibadores se oponen frontalmente a los planes de Fomento y han convocado paros parciales para las horas impares de los días 20, 22 y 24 de febrero. Pese a sus elevados salarios, su control sobre los horarios y los grupos de trabajo y su modelo de tutela sobre quién entra y quién no en la estiba, la coordinadora niega que el sector de los estibadores sea un colectivo privilegiado y apela a su fuerza negociadora para arrancar un acuerdo que suavice los planes de Íñigo de la Serna.

La patronal Anesco de empresas estibadoras, en la que participan las concesionarias, también se ha puesto del lado de Fomento. Niega que existiera un acuerdo con los estibadores para adaptar la Ley de Puertos al mandato de Bruselas y denuncia “los bajos rendimientos y medidas de presión” a las que aseguran que están actualmente sometidos los puertos españoles, lo que “genera importantes pérdidas en todos los usuarios”.