Un cargo de Puig revela que las concesiones de salud que quiere eliminar ahorran dinero
Ricardo Campos, número tres de Sanidad, justifica el retorno a la gestión pública de hospitales y áreas sanitarias porque los médicos trabajan mucho y acaban "agotados"
A los responsables de la Conselleria de Sanidad del Consell del socialista Ximo Puig se les acumulan las grabaciones comprometedoras. En una de las charlas para tratar de convencer a vecinos de poblaciones afectadas de su intención de revertir el modelo de concesiones sanitarias desplegado por el Partido Popular, Ricardo Campos, número tres del departamento que dirige Carmen Montón, revela abiertamente que cuentan con informes internos y auditorías que demuestran que el sistema ahorra costes y es más barato que la gestión directa, lo que dinamita el argumento del afán saqueador de recursos públicos de las empresas concesionarias.
Las afirmaciones de Campos se produjeron el pasado 2 de diciembre en una reunión informativa celebrada con un grupo de vecinos de la población valenciana de Benifaió. El subsecretario de Sanidad deja en evidencia que tras la determinación de liquidar los contratos con empresas como Ribera Salud, parecen pesar más razones sindicales y de condiciones laborales que las puramente asistenciales. “El modelo, una de las cosas que van vendiendo es que es más barato… a base de abusar con menos profesionales y peor pagados. Los sueldos privilegiados los cobra el 'staff', el resto de la tropa no llega, en retribuciones básicas, incentivos aparte, y eso va a repercutir en sus jubilaciones. Lo más barato al final no es lo mejor, lo barato al final sale caro”, confiesa en un vídeo que recoge parte de su intervención al que ha tenido acceso en exclusiva El Confidencial.
"A lo mejor haces cuentas y el sistema puede salir más barato", señala Ricardo Campos en el vídeo que recoge una intervención en Benifaió
Campos incluso revela en ese encuentro que Sanidad cuenta con una auditoría interna que refleja que otro de los hospitales cedidos a la gestión privada, el de Manises, en manos de Sanitas, ahorra costes a la Administración pública, aunque critica que, según él, sea porque su plantilla disfruta de peores condiciones laborales que el personal estatutario de la 'conselleria'. “A lo mejor haces cuentas y el sistema puede salir más barato —insiste de nuevo—. En el Hospital de Manises, en estos momentos se ha hecho un auditoría. Es más barato, sí, pero en relación a cualquier otro hospital público, con el mismo número de población, tiene 180 médicos. Hablo solo de médicos y peor pagados. Para que salga el trabajo, los médicos tienen que estar más horas de las que corresponden. Eso lo puedo aguantar un día, una guardia de 24 horas, pero de forma permanente al final la gente está agotada. Y el agotamiento repercute en la calidad del servicio”, afirma.
Estas afirmaciones hay que sumarlas a las que han costado el cargo al comisionado del Hospital de Alzira, José Sanfeliu, responsable de supervisar la gestión del concesionario del área de salud, en este caso la empresa Ribera Salud, la principal adjudicataria de contratos, con hospitales y centros de salud a su cargo también en Elx, Torrevieja o Dénia. En otra grabación difundida la semana pasada, Sanfeliu manifestaba que en el momento en que se rescatase la concesión de Alzira —que vence en 2018—, se abriría la puerta a la contratación por parte de Sanidad de más personal y entonces se "creará una bolsa de trabajo de la Ribera y ahí se meterán todos nuestros familiares, amigos, conocidos que estén sin trabajo y deseen trabajar, y se les va a dar la oportunidad de trabajo". Tras la polémica al hacerse pública esa intervención, el comisionado ha tenido que abandonar su puesto.
También ha generado polémica en el seno del departamento de Montón que la hermana de Campos, Cristina Campos, haya sido ascendida a jefa de sección del servicio de Reumatología del Hospital General de Valencia por adjudicación directa sin mediación de oposición, según ha publicado 'El Mundo'.
La relación entre la empresa Ribera Salud, principal beneficiaria del denominado ‘modelo Alzira’, está completamente rota. La empresa que dirige Alberto de Rosa y la Conselleria de Sanidad libran una batalla sin cuartel desde que se produjo el cambio político en las autonómicas de 2015. Carmen Montón dejó claro desde el primer día que uno de sus objetivos era acabar con el modelo de concesiones sanitarias, pero se ha topado con contratos hasta más allá de 2024. El de Alzira es el que vence más pronto, el año que viene, y el Consell de Puig y Mónica Oltra tiene decidido no renovarlo. Las relaciones se han enrarecido todavía más después de que un juzgado haya abierto una investigación sobre posibles acuerdos irregulares de una filial de Ribera Salud, B2B, con empresas proveedoras de prótesis.
El comisionado del Hospital de la Ribera ha dimitido tras afirmar que tras el rescate de la concesión enchufarían a familiares y amigos
Ese enfrentamiento tiene bloqueda la salida de DKV como accionista de la concesionaria de Dénia. La aseguradora quiere abandonar el negocio y tenía pactada la venta de sus acciones con Ribera Salud, que tiene derecho de tanteo, pero la Generalitat se ha interpuesto. En el vídeo al que ha tenido acceso El Confidencial, Campos admite el veto a la transmisión de acciones. “Tenemos un informe de la Abogacía [de la Generalitat] diciendo que cualquier cambio de titularidad accionarial pase por la Generalitat. Tenemos el derecho de veto. Les podemos prohibir que vendan sus acciones a cualquier otro grupo”, afirma.
Centene y la ‘chinofobia’ de Campos
El número tres de la Conselleria de Sanidad incluso lanza dudas sobre la solvencia de los accionistas de Ribera Salud, cuya propiedad se reparten al 50% el Banco de Sabadell y la americana Centene Corporation. Sobre estos últimos, recuerda que la victoria de Donald Trump puede poner en riesgo su negocio como prestadores de servicios sanitarios acogidos al Obamacare, que el nuevo presidente de Estados Unidos pretende liquidar. “Puede ocurrir que aguante el tirón o que la bolsa entre en un ataque de pánico, las acciones se vendan y a lo mejor lo compre algún chino de Singapur. No tengo nada conta los chinos; me parece bien que un chino se compre el equipo del Valencia, pero que compre una empresa que está gestionando mi salud, a mí personalmente me preocupa”.
A los responsables de la Conselleria de Sanidad del Consell del socialista Ximo Puig se les acumulan las grabaciones comprometedoras. En una de las charlas para tratar de convencer a vecinos de poblaciones afectadas de su intención de revertir el modelo de concesiones sanitarias desplegado por el Partido Popular, Ricardo Campos, número tres del departamento que dirige Carmen Montón, revela abiertamente que cuentan con informes internos y auditorías que demuestran que el sistema ahorra costes y es más barato que la gestión directa, lo que dinamita el argumento del afán saqueador de recursos públicos de las empresas concesionarias.