Aznar cuestiona la subida de impuestos de Rajoy en una reaparición de guante blanco

Ni partido nuevo ni grandes pullas a Mariano Rajoy. José María Aznar ha reaparecido este lunes en su primer acto público desde su renuncia a la presidencia honorífica del Partido Popular con un discurso en clave muy económica en el que, incluso, ha tratado de mostrarse comprensivo con la complicada situación de gobernabilidad que vive su sucesor como líder de la formación conservadora hegemónica.

En una intervención en Valencia, ante el plenario de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Aznar ha pedido a Rajoy que no abandone la agenda reformista, al tiempo que ha señalado que existe un riesgo de que la ausencia de una mayoría parlamentaria en el Congreso se traduzca en compromisos que incrementen el gasto público, la presión fiscal y el endeudamiento. "El dilema no puede ser elegir entre acuerdos o reformas, necesitamos las dos. Tenemos que ensanchar con urgencia la parte productiva de la sociedad española", ha explicado, tras manifestar previamente que entendía "las actuales limitaciones de un Gobierno hoy en minoría. Por eso, creo que esta reflexión atañe a todas las fuerzas políticas y apelo a su responsabilidad. Sé muy bien que gobernar no es fácil", ha dicho.

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Aznar ha tratado desde el principio de ceñirse al guion en su visita a Valencia. A su llegada al hotel en que se ha celebrado el almuerzo con AVE (al que no ha asistido Juan Roig, dueño de Mercadona y uno de los líderes del 'lobby' empresarial), ha evitado las preguntas de los medios de comunicación, que le esperaban a la puerta. Ni sobre las opciones de liderar un nuevo partido en que sueñan con embarcarle sectores de centro-derecha críticos con Mariano Rajoy, ni de la espinosa cuestión del informe del Consejo de Estado sobre el trágico accidente del Yak-42, en el que murieron 75 personas cuando él era presidente del Gobierno. Aznar venía con la idea de lanzar un único mensaje en clave económica. Ha reclamado una reforma fiscal, se ha mostrado crítico con la subida de impuestos y ha advertido de que el Estado del bienestar, incluido el sistema de pensiones, no puede financiarse vía endeudamiento. "Todo lo que se paga con deuda se paga más caro, porque el precio de la deuda no lo decide quien la emite, sino el mercado". "Impuestos altos, déficit y deuda son lo contrario del círculo virtuoso en que la economía española debe anclar su crecimiento", ha insistido.

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Atrincherado en la fundación Faes tras desvincularla también del partido y dedicado a sus lucrativos negocios privados, Aznar se ha convertido en una suerte de icono de la derecha conservadora española crítica con el estilo menos agresivo y directo de su sucesor, Rajoy. Los nostálgicos de la derecha sin complejos ven en Aznar el político inflexible e insobornable frente a los fantasmas de los nacionalismos, el independentismo catalán o las políticas de redistribución desde el Estado que promueven las formaciones de izquierda. Al tiempo, acusan a Rajoy de tibio o de plegarse a postulados “socialdemócratas”.

"Yo ya tengo un partido, que es el Partido Popular", ha sido la respuesta de Aznar a preguntas de los empresarios a puerta cerrada

En algunos ámbitos, incluso se ha especulado con la posibilidad de la creación de una nueva formación política conservadora alternativa al PP. Coincidiendo con su reaparición pública de este lunes en Valencia tras su adiós a la presidencia honorífica de la formación de la gaviota, 'El Español' ha publicado un sondeo de opinión con una estimación que otorga a un hipotético nuevo partido liderado por Aznar cuatro millones de votos y 51 escaños en el Congreso de celebrarse ahora nuevas elecciones generales. Este lunes no ha habido ni un palabra sobre esto. Aznar no se ha dejado preguntar. Llegó con el discurso escrito y no se saltó una coma del mismo. No hubo lugar para las improvisaciones ni preguntas de los medios de comunicación fuera de guion. Posteriormente, dentro del acto a puerta cerrada, algunos asistentes se han interesado sobre ese posible nuevo partido. "Yo ya tengo un partido, que es el Partido Popular", ha sido su respuesta.

Aznar hace puntos con sus anfitriones de AVE: "Se necesita un modelo de financiación autonómica que no deje infrafinanciado a nadie"

Consciente del potencial económico y empresarial de sus anfitriones, Aznar ha tratado de hacer puntos en clave también autonómica. Ha puesto a la Comunidad Valenciana como ejemplo de integración, convivencia territorial y encaje autonómico, y ha destacado la labor de su clase empresarial. "La Comunidad Valenciana ha sido un gran motor de crecimiento económico y de empleo, y un factor esencial para el equilibrio territorial dentro de nuestro país. La clave del éxito ha sido una buena comprensión de la singularidad. Una singularidad integradora dentro de un proyecto nacional compartido”, explicaba a los asistentes, unos 80 representantes de las mayores y más influyentes empresas valencianas.

Se trata de una asociación que tiene en su agenda la reivindicación constante de un nuevo modelo de financiación autonómica y de inversiones del Estado en infraestructuras como el Corredor Mediterráneo. Aznar no ha citado esta obra ferroviaria, pero sí ha expresado la necesidad de que las autonomías reciban la inversión que les corresponde y ha reconocido el problema de la infrafinanciación valenciana, una merma en los recursos que repercute en la calidad de la prestación de servicios básicos como Sanidad o Educación, y que lastra e hipoteca las cuentas de la Generalitat. "Se necesita un modelo de financiación autonómica que no deje infrafinanciado a nadie; el de 2001 concitó el mayor apoyo alcanzado hasta hoy”, ha apostillado, aprovechando para reivindicar el modelo que se aprobó cuando él era presidente del Gobierno y que fue sustituido en 2009 por otro "caducado pero en vigor, ejecutado para beneficiar a algunos".