Suez y CaixaBank se desprenden de Aguas de Valencia y ceden todo el control a Calabuig
La familia valenciana desembolsa otros 70 millones y adelanta un año la salida de los socios franceses, tras más de una década de conflictos societarios y judiciales
Se acabó. Casi dos décadas de conflictos societarios en la principal concesionaria de recursos hídricos en la Comunidad Valenciana (con filiales y contratos por toda España) han pasado a la historia este miércoles con la firma por parte de Fomento Urbano de Castellón (Fucsa) de la compraventa que Suez y CaixaBank, en menos medida, poseían todavía en Aguas de Valencia. La familia Calabuig ha desembolsado en total 70 millones de euros por ese paquete.
El traspaso de títulos se ha adelantado un año respecto a lo previsto en los acuerdos que las tres partes firmaron en julio de 2014, cuando Fucsa hizo valer un laudo arbitral que le daba derecho de tanteo sobre el 30% que CaixaBank había heredado de su absorción del Banco de Valencia. La entidad, entonces presidida por Isidre Fainé, aceptó salir pero puso como condición que la familia valenciana también comprase a medio plazo la parte de Suez, su socio francés en Aguas de Barcelona. Se firmó un opción de compra de Fucsa para 2017 y otra de venta de Suez en 2019.
La pipa de la paz les ha salido cara a los Calabuig (165 millones desde 2014), aunque en los mentideros empresariales se dice que Fainé facilitó la financiación
La pipa de la paz les salió cara a los Calabuig. Pagaron más de 95 millones a CaixaBank en primera instancia, si bien en los mentideros empresariales corre la especie de que Fainé facilitó la financiación de la operación a través del fondo Incus Capital. También desde hace tres ejercicios, como se acordó en su momento, Aguas de Valencia reparte religiosamente en dividendos el grueso de sus beneficios. La parte que ha recibido Suez por su tercio de la propiedad se ha ido descontando del precio final abonado en el acuerdo de este miércoles. La concesionaria es un discreta gallina de los huevos de oro que anualmente factura casi 300 millones de euros y gana cerca de 30 millones.
Las partes han librado una dura batalla por el control de la sociedad. Esta pugna explica en parte la agresividad que CaixaBank mantuvo en la lluvia de denuncias que el FROB interpuso contra exdirectivos del Banco de Valencia en la parte que tocó a los Calabuig. Las relaciones empresariales y los negocios de esta familia con el ex-CEO del banco valenciano Domingo Parra siguen bajo la lupa de la Audiencia Nacional. Uno de los acuerdos que el FROB trató de deshacer, sin éxito, fue el que entregaba a Fucsa el control de Aguas de Valencia a través de Inversiones Financieras Agval, sociedad compartida con el Banco de Valencia que poseía algo más del 60% del capital de Aguas de Valencia.
Tras el laudo arbitral que daba en parte la razón a los Calabuig sobre los derechos de las acciones del Banco de Valencia, Fainé peleó una retirada a buen precio para Criteria (la cartera de participadas de CaixaBank) y su socio estratégico francés en el sector de los contratos de servicios. La compra definitiva del paquete de Suez liquida los enfrentamientos y culmina la pacificación de una compañía de siempre conflictiva, especialmente en los tiempos en que Eduardo Zaplana trató de controlarla, cuando ocupaba la presidencia de la Generalitat valenciana.
Posible entrada de nuevos socios locales
Fucsa, Suez y Criteria han hecho público el acuerdo con un comunicado conjunto en el que explican que los Calabuig han pasado a poseer el 97,35% del capital, el resto está en manos de algunos pequeños accionistas históricos locales. Es muy probable que ahora el propietario hegemónico trate de buscar nuevos socios, pero sin perder el control y mediante la firma de acuerdos de lealtad societaria, con el objetivo de obtener liquidez y afrontar los elevados compromisos financieros que ha tenido que adquirir para poder hacerse de una vez con Aguas de Valencia.
Según los datos corporativos, el Grupo Aguas de Valencia, que preside Eugenio Calabuig, cuenta en conjunto con seis millones de clientes en más de 300 ciudades españolas y gestiona más de 15.000 kilómetros de tuberías. Tiene una plantilla de más de 2.500 trabajadores y ha abierto filiales en América Latina, Asia y Argelia. A través de Avanqua, gestiona también el Oceanogràfic de Valencia en colaboración con el Acuario de Vancouver.
Se acabó. Casi dos décadas de conflictos societarios en la principal concesionaria de recursos hídricos en la Comunidad Valenciana (con filiales y contratos por toda España) han pasado a la historia este miércoles con la firma por parte de Fomento Urbano de Castellón (Fucsa) de la compraventa que Suez y CaixaBank, en menos medida, poseían todavía en Aguas de Valencia. La familia Calabuig ha desembolsado en total 70 millones de euros por ese paquete.