Las libretas de la mano derecha de Barberá destapan "pitufeos" en campañas desde 2003
La libreta "Deutsch Bank" incautada a García Fuster en su casa refleja aportaciones para las municipales de 2011 por 99.000 euros que atribuye a "C y A" (concejales y asesores)
La práctica del “pitufeo” en el Partido Popular de Valencia, la aportación de donaciones a las cuentas del partido con retorno en dinero negro, podría no haber sido exclusiva de la campaña de las últimas elecciones municipales de 2015. Las libretas de contabilidad incautadas a la que ha sido durante años mano derecha de la senadora Rita Barberá, Carmen García-Fuster, recogen entradas de dinero en forma de posibles entregas de concejales y asesores del grupo popular en el Ayuntamiento de Valencia al menos también en los períodos preelectorales de 2011 y 2003.
Esta documentación, que figura en el sumario de la pieza de blanqueo de capitales de la Operación Taula al que ha tenido acceso El Confidencial, reflejan ingresos importantes en las cuentas del grupo más allá de los fondos que recibía del consistorio valenciano para gastos de funcionamiento. En concreto, hay una libreta con el nombre “Deutsch Bank” en la que aparecen cientos de movimientos de ingresos y gastos escritos a mano entre los que destacan en marzo de 2011 y noviembre de 2010 tres entradas de 29.000 euros cada una que se identifican como “Aportaciones C y A”. Las siglas podrían hacer referencia a “concejales” y “asesores” y servirían para poder atribuir a estos la procedencia de los fondos. Se trata de la misma identificación que se hace en octubre y septiembre de 2010, en esta caso con el epígrafe no de “aportaciones”, sino de “ingreso”, por importe cada uno de 5.800 euros. En total en los meses previos a la campaña de las municipales de 2011 los papeles personales de la persona identificada en la causa como la organizadora de la presunta trama de blanqueo del PP de Valencia recogen entradas por casi 99.000 euros.
Estos son los únicos ingresos que aparecen en la contabilidad esos meses al margen de los teóricamente procedentes del Ayuntamiento de Valencia para gastos de funcionamiento del grupo, que se identifican como “recibos PP” y que aparecen anotados mensualmente y de forma periódica por importes similares de algo más de 3.000 euros.
Pese a los apuntes de García-Fuster, los imputados aseguran que la de 2015 fue la única campaña en la que se les pidió una donación extraordinaria
Esta operativa vuelve a repetirse en los meses previos a la campaña de las elecciones locales de 2003. La misma libreta recoge más de una docena de entradas de 1.000 euros sin identificar desde julio de 2002. A partir de diciembre de ese año, los importes empiezan a crecer. Se repiten ocho entradas idénticas hasta poco antes de acabar la campaña de 11.100 euros cada que se identifican como “ingreso C Gp”, lo que podría referirse a “concejales del grupo popular”. En total suman casi 90.000 euros y sirvieron para sufragar muchos de los gastos de la campaña, pues permitieron a la cuenta manejaba por García-Fuster mantener un saldo similar al finalizar el período electoral que meses antes de empezar.
La procedencia de esos fondos es una de las incógnitas de la investigación de la pieza de blanqueo dentro de la Operación Taula. Tal como han relatado tanto los asesores que han testificado como testigos como los concejales y asesores imputados, la de las municipales de 2015 fue la única campaña en la que desde la cúpula del equipo de Rita Barberá se les solicitó que hicieran aportaciones extraordinarias para financiar la actividad electoral, aunque los investigados (excepto la asesora Elena Rodrigo) han negado que luego se les retornase el dinero en billetes de 500 como aseguran los testigos. Si eso es así, ¿por qué García-Fuster identifica los ingresos como procedentes de “C” y “A”, “concejales y asesores”?
El juez ha citado de nuevo a declarar a las personas con autorización en las cuentas del grupo popular, entre ellas García-Fuster, para que expliquen el origen de y la razón tanto de las anotaciones como del movimiento de donaciones presuntamente atribuidas a un sistema que la Guardia Civil denomina “pitufeo”, consistente en realizar ingresos de pequeñas cantidades para escapar a los controles bancarios y limpiar así el origen ilícito de sumas mayores de dinero negro.
Los indicios contra la senadora Barberá
Por esta causa están imputados medio centenar de concejales y asesores del PP de la ciudad de Valencia y el juez está preparando una exposición razonada al Tribunal Supremo contra la senadora Rita Barberá. La Fiscalía Anticorrupción sostiene que hay “indicios de responsabilidad criminal” a raíz de las conversaciones telefónicas interceptadas a la exconcejal María José Alcón con el “yonqui del dinero” Marcos Benavent en las que revela el mecanismo de blanqueo y los testimonios de cuatro asesores que apuntan a que Barberá estaba al tanto de las grandes decisiones del grupo popular, aunque la que instó a todos los implicados a realizar las donaciones irregulares fue su mano derecha Carmen García-Fuster. “Me parece imposible que se pudiera hacer eso con tal desfachatez, sin que ella lo supiera”, señaló una de las asesoras al fiscal en referencia a Barberá. “No me dio la impresión de que García-Fuster hablara en nombre propio cuando me pidió los 1.000 euros”, manifestó en su declaración otra de ellas. La propia exalcaldesa Barberá participó en la rueda de donaciones con una aportación de 1.000 euros mediante un cheque bancario emitido por Bankia.
Anticorrupción, que ya ha agotado las opciones de investigación que permite la ley contra la senadora popular como consecuencia de su aforamiento, sostiene que el PP de Valencia disponía de una caja B “proveniente de las comisiones que se cobraban a los adjudicatarios” en contrataciones de obras públicas.
La práctica del “pitufeo” en el Partido Popular de Valencia, la aportación de donaciones a las cuentas del partido con retorno en dinero negro, podría no haber sido exclusiva de la campaña de las últimas elecciones municipales de 2015. Las libretas de contabilidad incautadas a la que ha sido durante años mano derecha de la senadora Rita Barberá, Carmen García-Fuster, recogen entradas de dinero en forma de posibles entregas de concejales y asesores del grupo popular en el Ayuntamiento de Valencia al menos también en los períodos preelectorales de 2011 y 2003.
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