Los candidatos independentistas llaman a la participación para reivindicar el 1-O

La jornada electoral en Cataluña ha arrancado con normalidad democrática, pero casi como un calco de los últimos cuatro años de legislatura, con dos posiciones políticas claramente diferenciadas pese a los muchos matices que caracterizan a los partidos con opciones de obtener representación. El pulso entre formaciones soberanistas y constitucionalistas se ha vivido hasta en los últimos eslóganes que los candidatos han trasladado en el momento de ejercer su derecho al voto.

En esa línea lanzó su mensaje político la candidata de Junts, Laura Borràs, quien apeló al 1-O para reclamar una afluencia masiva de votantes soberanistas. "Es un día en el que también votamos pensando en el 1 de octubre. Animamos a todo el mundo a que participe. Votamos en dignidad, con ilusión para formar nuestro país y nuestro futuro”, dijo tras depositar la papeleta en el Salesians del barrio de Sarrià de Barcelona.

El cabeza de lista de Esquerra, Pere Aragonès, que se juega con Borràs el primer puesto en el bando soberanista, coincidió en convertir la jornada de elección al Parlament en una reivindicación del derecho de los catalanes a decidir “cómo quiere ser el país que queremos dejar a las próximas generaciones”, frente a los mensajes unionistas que trasladaron aspirantes como Carles Carrizosa, de Ciudadanos, que votó en Barcelona acompañado de la líder de su partido, Inés Arrimadas. "El constitucionalismo debe movilizarse si es que queremos abrir una nueva etapa de convivencia y de cambio en Cataluña", señaló Carrizosa.

Todos hicieron un llamamiento a la participación y destacaron la seguridad sanitaria de una convocatoria marcada por la pandemia del coronavirus, que no impidió que se constituyesen la práctica totalidad de las mesas electorales. "Animo a la gente a votar, a votar con esperanza. La esperanza es siempre más fuerte que el miedo", señaló el candidato socialista Salvador Illa con un mensaje de corte muy institucional.

Los aspirantes acudieron a las urnas con más retraso de lo habitual. La recomendación era que que los colectivos de riesgo se acercasen a los colegios electorales antes de las doce del mediodía, de ahí que los candidatos comenzasen a ejercer su derecho a voto a partir de esa hora.

La gran incógnita de la convocatoria, además del resultado, claro, es cómo responderá a la ciudadanía a la llamada a las urnas en un entorno pandémico. A las 13 horas, las primeras estimaciones ya reflejaban un descenso de la participación de doce puntos con respecto a 2017, síntoma de que la movilización está lejos de ser similar a la anterior convocatoria. No obstante, a la hora de obtener conclusiones hay que tener en cuenta también el voto por correo, que se ha disparado por el covid. "No hay que menospreciar este dato: hay una subida del 350% del voto por correo que, como bien saben, se contará una vez que se cierren las urnas", señaló el conseller de Acció Exterior, Bernat Solé, portavoz de la Generalitat en esta jornada electoral.

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La cita de diciembre 2017 registró una participación histórica de casi el 80% del censo y estuvo absolutamente marcada por el fallido referéndum soberanista del 1 de octubre. Entonces, la victoria de Inés Arrimadas y Ciudadanos fue insuficiente para volcar la mayoría independentista. Junts, como segunda fuerza, formó gobierno con Esquerra y el respaldo parlamentario de la CUP. Ese es es el escenario que podría encontrarse el socialista Illa, al que algunos sondeos han situado en cabeza sin que el bloque indepensentista perdiese apoyos en su conjunto.

Casi todos los analistas y las casas de estudios demoscópicos coinciden en que la participación será en esta ocasión bastante más baja que hace cuatro años. Y también que, en principio, ese descenso podría favorecer a las fuerzas soberanistas, cuyo electorado parece más fiel y dispuesto a depositar su voto. Que el primer avance de participación refleja más caída en la afluencia a las urnas en las provincias de Barcelona y Tarragona que en Lleida o Girona abundaría en esa tesis. Las dos últimas circunscripciones está además sobre representadas en el Parlament, lo que beneficia a las candidaturas soberanistas, con mejores resultados en estas comarcas.

Aun así, el cabeza de lista del Partido Popular, Alejandro Fernández, se mostró convencido de que la participación “será alta”. Los conservadores se juega mucho en estas elecciones. Pese a su posición minoritaria en Cataluña, la amenaza del sorpaso de Vox, con Ignacio Garriga en cabeza, podría tener consecuencias de ámbito nacional, cuestionando el liderazgo de Pablo Casado al frente de los populares.