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El Rey irrumpirá en el 21-D encarnando (otra vez) el Estado de derecho en Nochebuena
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SU TRADICIONAL MENSAJE, EN UN MOMENTO CRUCIAL

El Rey irrumpirá en el 21-D encarnando (otra vez) el Estado de derecho en Nochebuena

Es previsible, indican los expertos, que Felipe VI haga una férrea defensa del Estado de derecho y pida acuerdos políticos en Cataluña dentro del orden constitucional tras el 21-D

Foto: El Rey Felipe VI en su mensaje del pasado 3 de octubre. (EFE)
El Rey Felipe VI en su mensaje del pasado 3 de octubre. (EFE)

Solo dos días después de las elecciones catalanas el Rey volverá a dirigirse a todos los ciudadanos españoles. Lo hará mañana, domingo, en el tradicional discurso de Nochebuena, el más emblemático que hace el jefe del Estado cada año y abordará, como no puede ser de otra manera, el futuro inmediato de Cataluña y del país entero. La grabación del mensaje está prevista para este sábado en el Palacio de la Zarzuela por razones evidentes: la casa del Rey optó por esperar lo máximo posible hasta conocer todo lo ocurrido el 21-D y apurar al máximo el esperado discurso del monarca. Si hace dos años el escenario elegido fue el Palacio Real de Madrid con el objetivo de reforzar un mensaje de gran trascendencia por el delicado momento político y en 2016 retornó a su despacho en Zarzuela exhibiendo la vuelta a la estabilidad, en esta ocasión podría hacerlo de nuevo en Zarzuela, pero en una sala distinta como la destinada a las audiencias.

Según los expertos constitucionalistas consultados por este diario, lo previsible es que Felipe VI haga una férrea defensa del Estado de derecho y el imperio de la ley, e inste a aquellos que puedan constituir el nuevo gobierno autonómico catalán —casi seguro las tres fuerzas independentistas— a transitar de nuevo la senda de la legalidad. El catedrático en Derecho Constitucional Antonio Torres del Moral entiende que el monarca apelará a la necesidad de "encontrar un acuerdo" a tenor del resultado en las urnas sin dejar de mostrarse como gran garante de la unidad.

placeholder El Rey junto a Mariano Rajoy, y el 'expresident' de la Generalitat, Carles Puigdemont. (EFE)
El Rey junto a Mariano Rajoy, y el 'expresident' de la Generalitat, Carles Puigdemont. (EFE)

Ninguno de los expertos espera un discurso con tanta firmeza como la demostrada el pasado 3 de octubre, justo después de la celebración del referéndum ilegal, en el que fue el mensaje más extraordinario de su reinado. Entonces lanzó una durísima acusación contra las autoridades catalanas entre reproches de "deslealtad inadmisible". Torres del Moral entiende que esta Nochebuena "no es la ocasión", en primer lugar porque el discurso del día 24 se enmarca en la felicitación de las Pascuas a todo el país desde la jefatura del Estado y, si bien la situación catalana "es probablemente lo más importante que ha ocurrido en el año", no parece que este sea el momento adecuado para afrontarlo en profundidad. En esa misma línea se expresa el profesor de la Universidad de Barcelona, el constitucionalista Xavier Arbós, al recordar que el Rey "se pronuncia sobre hechos" y, de momento, "lo que hay son resultados" de unas elecciones autonómicas.

En realidad, el discurso del Rey del 3 de octubre llegó solo tras llevarse a cabo el referéndum, cuando el relato secesionista había calado en la prensa internacional, las empresas comenzaban su huida y el Gobierno de Rajoy seguía sin actuar. El monarca había lanzado decenas de avisos durante los meses anteriores en sus intervenciones públicas cuando la crisis era ya evidente, refiriéndose al "diálogo como solución para resolver problemas" y siempre dentro del respeto a las leyes. Por eso, el profesor Arbós considera que el mensaje de Nochebuena sería "prematuro" para abordar la situación hasta que los acontecimientos avancen. Eso sí, no descarta que el monarca pueda aprovechar la ocasión para lanzar una nueva advertencia a las fuerzas secesionistas para garantizar la permanencia del Estado de derecho, e incluso introduciendo "algún matiz a la necesaria conciliación".

Foto: Un hombre escucha la declaración del Rey desde su móvil en Barcelona. (Reuters)

En ese sentido, los expertos entienden que será un mensaje dirigido a la sociedad, que "espera palabras tranquilizadoras" ante el bloqueo evidente emanado del 21-D. Ya el pasado 3 de octubre Felipe VI quiso asegurar a todos los españoles y especialmente a los catalanes que "no están solos, ni lo estarán", reiterando "el apoyo y la solidaridad" del resto de ciudadanos. Lanzó un mensaje de "tranquilidad, confianza y esperanza", aunque reconoció también que se trataba de "momentos difíciles" y, en esa línea, podría pronunciarse también mañana.

Aquel histórico mensaje del Rey también abrió la puerta al Gobierno a aplicar medidas extraordinarias que después tomaría (cuando puso en marcha el artículo 155 previsto en la Constitución) al afirmar que los "legítimos poderes" asegurarían el orden constitucional y la vigencia del Estado de Derecho en Cataluña. Él fue precisamente quien encarnó el Estado de Derecho y lo previsible es que "lo vuelva a hacer esta Nochebuena". Así lo considera el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad del País Vasco Javier Tajadura que explica que lo que no debe hacer el Rey "es perder en valor de neutralidad" otorgado en la Carta Magna "ni intervenir en la contienda política partidista", pero sí mostrar la firmeza con la que el país defenderá el orden constitucional para evitar una fractura en España.

Solo dos días después de las elecciones catalanas el Rey volverá a dirigirse a todos los ciudadanos españoles. Lo hará mañana, domingo, en el tradicional discurso de Nochebuena, el más emblemático que hace el jefe del Estado cada año y abordará, como no puede ser de otra manera, el futuro inmediato de Cataluña y del país entero. La grabación del mensaje está prevista para este sábado en el Palacio de la Zarzuela por razones evidentes: la casa del Rey optó por esperar lo máximo posible hasta conocer todo lo ocurrido el 21-D y apurar al máximo el esperado discurso del monarca. Si hace dos años el escenario elegido fue el Palacio Real de Madrid con el objetivo de reforzar un mensaje de gran trascendencia por el delicado momento político y en 2016 retornó a su despacho en Zarzuela exhibiendo la vuelta a la estabilidad, en esta ocasión podría hacerlo de nuevo en Zarzuela, pero en una sala distinta como la destinada a las audiencias.

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