Santamaría presume de 155 y asegura que el escrutinio está probado y blindado

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, presumió en el Senado de que la aplicación del artículo 155 de la Constitución a la Generalitat catalana ha conseguido restituir la ley, "la normalidad" en el funcionamiento de la administración autonómica y la distensión en la sociedad. Y ya con la vista puesta en los comicios del 21-D, también aseguró que esa "normalidad" está garantizada para la jornada electoral y contó que ya se ha hecho una simulación del proceso de escrutinio que se completó "sin incidencias".

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Ángel Collado

Sáenz de Santamaría aprovechó para responder a las dudas extendidas por los independentistas sobre la limpieza de los comicios, con anuncios de escrutinios paralelos, una maniobra preventiva por si los resultados de las elecciones no son de su gusto, según la vicepresidenta del Ejecutivo.

Ante la comisión del Senado creada para el control parlamentario de la aplicación del 155 de la Constitución, Santamaría recordó que los preparativos para la votación de este jueves cumplen los plazos previstos y que todo se está desarrollando con normalidad, de acuerdo a la Ley Orgánica Electoral General (LOREG), dado que la única Comunidad autónoma que no ha aprobado una ley electoral propia es la catalana. El área de procesos electorales de la Generalitat es la responsable de esos preparativos y es la misma que lo hace desde 1977.

La vicepresidenta se refería a la juntas electorales, compuestas por jueces, que ya garantizan "la participación y pluralidad política y la neutralidad informativa", evitando "injerencias en campaña, tanto por instituciones como por los medios públicos de comunicación".

Orgullosa de haber descabezado la Generalitat

En el debate celebrado en la Comisión, Santamaría se enfrentó a las acusaciones de los portavoces de ERC y del PDeCAT, Miguel Ángel Estradé y Josep Lluís Cleríes, indignados con que la vicepresidenta presuma en la campaña electoral de haber "descabezado" a los partidos de los responsables del golpe secesionista, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. Los dos senadores independentistas coincidieron en negar la condición de demócrata al Gobierno y, según el guion empleado desde que se aplicó a sus jefes del 155 para destituirlos, sostuvieron que el Estado español es autoritario además de represor.

Sáenz de Santamaría replicó con el recordatorio de los insultos que los secesionistas dirigen a los políticos que defienden el marco constitucional, como "fachas, franquistas, descerebrados, ladrones y psicópatas”". Para la vicepresidenta, resulta intolerable que los separatistas tengan "la piel tan fina" a la hora de quejase de las acusaciones de los demás. "Es intolerable, los únicos que resucitan a Franco un día sí y otro también son ustedes en sus mítines. Un poco de respeto", respondió encendida.

En otro momento del debate, muy celebrado por los senadores del PP, la 'número dos' del Ejecutivo sacó a relucir las anotaciones de la agenda del 'número dos' de Oriol Junqueras, José María Jové, con las conocidas anotaciones sobre la inviabilidad del proceso independentista. "Lo que el secesionismo daba por hecho en público no tenía nada que ver con lo que daba por imposible en privado. Más aún, mientras llamaban a algunos catalanes a salir a la calle, se llamaban entre ellos para admitir que no iban a ningún lado", ironizó. Y de cara a lo que pueda ocurrir en las elecciones, Sáenz de Santamaría expresó su deseo de que el próximo gobierno de la Generalitat cumpla con la ley y con sus obligaciones ante el conjunto de los catalanes.