Es noticia
Empieza la guerra fría entre unionistas en Cataluña: Ciudadanos no se fía del PSC
  1. España
  2. Cataluña
ELECCIONES DEL 21 DE DICIEMBRE

Empieza la guerra fría entre unionistas en Cataluña: Ciudadanos no se fía del PSC

Empiezan a moverse fichas en el tablero y en Ciudadanos lo tienen claro: no confían en Iceta y temen que su pretensión sea la del tripartito. La campaña se recrudecerá

Foto: Miquel Iceta e Inés Arrimadas. (EFE)
Miquel Iceta e Inés Arrimadas. (EFE)

En menos de cinco semanas los catalanes están llamados a las urnas en la convocatoria electoral más importante que se recuerda en esa comunidad autónoma. Y lo harán en unas circunstancias que no tienen precedentes: después de que la Generalitat celebrara un referéndum ilegal, Puigdemont declarara unilateralmente la independencia y segundos después la desconvocara, huelgas, manifiestaciones prounidad que no se veían en décadas, exmiembros del Gobierno autonómico a día de hoy encarcelados —y que encabezan y forman parte de listas electorales del 21-D— e incluso el 'expresident', que también es candidato, enrocado en Bruselas. Los comicios tendrán lugar en un contexto completamente polarizado e inmerso en la cuestión territorial. Y solo los pactos entre varias fuerzas darán lugar a un nuevo Govern. Mientras, en el bloque denominado constitucionalista –integrado por Ciudadanos, PSC y PP— aumenta la desconfianza por momentos.

El principal objetivo de la formación naranja es la movilización de la sociedad no independentista. La líder naranja en Cataluña, Inés Arrimadas, se volcará en ese cometido insistiendo en la "oportunidad histórica para desbancar al nacionalismo catalán". Hasta el momento, la hoja de ruta de los centristas se trazaba en una campaña de "guante blanco" contra el separatismo e insistiendo en la importancia de que los votantes unionistas participen en masa. Pero el tiempo de la tregua parece haber llegado a su fin, especialmente con el partido que dirige Miquel Iceta. Y, sobre todo, tras las sugerencias que desde el círculo del PSC llegan en torno a la idea de que su líder sea investido (aunque obtenga menos votos) por ser la opción más transversal, si es que la artimética lo permitiese.

placeholder El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont junto a Inés Arrimadas. (EFE)
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont junto a Inés Arrimadas. (EFE)

En Ciudadanos reprochan ferozmente esa estrategia de los socialistas y la comparan incluso con episodios personalistas protagonizados anteriormente por otros políticos como Pablo Iglesias: "Solo le falta ir diciendo ya los consejeros que nombraría". La mayor crítica que lanzarán durante la campaña —como ya están haciendo— estará destinada a denunciar la opacidad en su política de pactos. "Lo que vemos es una clara voluntad por parte del PSC de reeditar el tripartito con los comunes de Colau y ERC", insisten. El propio Albert Rivera no duda en lanzar mensajes a Pedro Sánchez pidiéndole "que no se vuelva a equivocar" y "se comprometa ya" a que los socialistas catalanes no apoyarán a los independentistas, "ni a ERC ni a PDeCAT".

En ese sentido, la formación naranja no esconde su completa desconfianza. "No te puedes fiar de ellos, con la que está cayendo y lo que ha pasado, y siguen sin ser claros", insisten desde la cúpula. Tampoco comprenden que a día de hoy sigan planteándose un acercamiento a los 'comuns' después de que estos rompieran el pacto en el Ayuntamiento de Barcelona. A ojos del partido naranja, el PSC "nunca quiere mojarse por culpa de sus complejos y siempre está en medio de dos barcas". Pero con lo que no cuentan, insisten, es que "en algún momento se separarán e Iceta caerá al agua". Aun así, la oferta de Arrimadas para establecer un preacuerdo con PSC y PP para que todos se comprometan a apoyar la lista más votada entre ellos sigue vigente. "Nosotros lo tenemos claro. Si ellos tuvieran más votos, estaríamos ahí", zanjan.

placeholder El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (i), y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta (d). (EFE)
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (i), y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta (d). (EFE)

Más allá de la cuestión catalana, Ciudadanos observa de cerca la nueva estrategia iniciada desde Ferraz, buscando marcar distancias con el resto de partidos del bloque constitucionalista tras apoyar al Gobierno en la aplicación del artículo 155. La formación de centro está convencida de que los socialistas están preocupados por el cada vez mayor espacio de centro que todas las encuestas recogen a nivel nacional. Las mismas que muestran una importante caída de PP y Podemos, un ligero aumento en el caso del PSOE y una notable subida para Ciudadanos. "Ven que pierden apoyos por la izquierda, la caída de Podemos no se ve reflejada en que aumenten sus apoyos. Y eso les preocupa", afirman fuentes de la Ejecutiva naranja. Otro de los elementos demoscópicos clave mira a la transferencia de votos que se produce desde Unidos Podemos a los centristas, un fenómeno que no se producía en ningún sondeo desde hace un año.

Ejemplo de esa "preocupación y temor", explican, es la auditoría del acuerdo de investidura entre PP y Cs aprobada por la dirección este jueves en Valladolid, donde los socialistas denunciaron el incumplimiento de la mayoría de las medidas pactadas en el primer año de legislatura. Arremetieron contra "el pacto de las derechas", en palabras de la número dos de Sánchez, Adriana Lastra, y acusaron a Ciudadanos de "mirar hacia otro lado". Una estrategia "sin sentido" a ojos del partido de Rivera, que señalan como relevante que la ejecutiva del PSOE se centrara en un documento en el que estaban también los logos de Cs y PP. Descartan además que esta hoja de ruta pueda interferir en la campaña catalana, conscientes de que el debate de cara al 21-D se mira en clave territorial y no en el pacto de investidura del Gobierno central. Ciudadanos está convencido de que el cinturón rojo de Barcelona permanecerá teñido de naranja y aumentará sus esfuerzos por seguir señalando "los riegos que entraña dar apoyo al PSC" para mantener la primera plaza entre los constitucionalistas.

Foto: Pedro Sánchez saluda al alcalde de Valladolid y portavoz de la ejecutiva federal, Óscar Puente, este 16 de noviembre en la capital castellanoleonesa. (EFE)

Será este domingo cuando tenga lugar el primer gran acto de la precampaña naranja, en lo que será la presentación oficial de la lista del 21-D capitaneada por Arrimadas. Acudirá Albert Rivera para arropar al equipo catalán. Ciudadanos ha descartado cambios de calado, repiten los números uno de todas las circunscripciones y el fichaje más mediático ha sido el periodista barcelonés Nacho Martín Blanco, que ocupa un puesto de salida.

En menos de cinco semanas los catalanes están llamados a las urnas en la convocatoria electoral más importante que se recuerda en esa comunidad autónoma. Y lo harán en unas circunstancias que no tienen precedentes: después de que la Generalitat celebrara un referéndum ilegal, Puigdemont declarara unilateralmente la independencia y segundos después la desconvocara, huelgas, manifiestaciones prounidad que no se veían en décadas, exmiembros del Gobierno autonómico a día de hoy encarcelados —y que encabezan y forman parte de listas electorales del 21-D— e incluso el 'expresident', que también es candidato, enrocado en Bruselas. Los comicios tendrán lugar en un contexto completamente polarizado e inmerso en la cuestión territorial. Y solo los pactos entre varias fuerzas darán lugar a un nuevo Govern. Mientras, en el bloque denominado constitucionalista –integrado por Ciudadanos, PSC y PP— aumenta la desconfianza por momentos.

Ciudadanos PSC Inés Arrimadas Miquel Iceta Xavier García Albiol
El redactor recomienda