CDC cierra filas con Mas: "Tengo ganas de plantar cara a quienes me lo ponen difícil"

Artur Mas no desiste. En sus primeras declaraciones tras el veto de la CUP, el presidente de la Generalitat en funciones ha asegurado que está "muy tranquilo y con ganas de plantar cara a Madrid y a quienes no se lo están poniendo fácil", haciendo referencia a la formación radical.

Preguntado sobre la posibilidad de celebrar nuevas elecciones en marzo, el presidente en funciones de la Generalitat ha contestado que habrá que esperar a que la ejecutiva de Convergència decida. Y ya ha decidido. El coordinador general de CDC, Josep Rull, ha afirmado que su partido rechaza por "unanimidad" a un candidato alternativo a Artur Mas.

De esta forma, Mas se aferra a la Presidencia y aboca a Cataluña a unas nuevas elecciones. Convergència no recoge el guante lanzado esta mañana por Anna Gabriel en una entrevista en Catalunya Radio. La diputada ha recordado una vez más que su formación apoyaría de manera unánime la investidura de Oriol Junqueras, Raül Romeva e incluso la de Neus Munté, miembro de CDC, pero con una mayor sensibilidad social.

Tardá pide a Mas que se aparte

El número dos de ERC en el Congreso, Joan Tardà, ha pedido a Artur Mas a través de su cuenta de Twitter que "dé un paso al lado" y ceda la Presidencia de la Generalitat a "otro miembro de su partido" para hacer un nuevo Govern y permitir que el proceso soberanista siga adelante.

No habrá pleno de investidura

El Parlament ha descartado por el momento convocar un nuevo pleno de investidura antes del sábado, cuando expira el plazo legal. Sí que se ha convocado un pleno el próximo jueves para abordar la designación de senadores autonómicos, un trámite pendiente y ordinario para poder configurar la nueva cámara de representantes.

El encuentro ha sido breve y en él tampoco se ha abordado la celebración de un pleno monográfico sobre pobreza y emergencia social, reclamado por la oposición y pospuesto por JxS y la CUP por los comicios generales.

La CUP dice 'no' a Artur Mas

La formación radical cumplió este domingo con lo prometido y dijo 'no' a un Gobierno liderado por Artur Mas con 30 votos a favor, 36 en contra y una abstención. Su decisión proyecta varios escenarios posibles y unas probables elecciones en marzo.

Tal y como ha publicado El Confidencial, en los documentos internos de la formación de extrema izquierda se apunta a que la consecuencia directa de mantener su pulso con Artur Mas sería la escisión de Junts Pel Sí. Esto favorece principalmente a Esquerra y a la propia CUP y deja malherida a Convergència (CDC).