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Normalidad y algunas colas en el 27S en el Cinturón de Barcelona
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Normalidad y algunas colas en el 27S en el Cinturón de Barcelona

En general la gente del cinturón industrial barcelonés está yendo a votar con toda normalidad, sin rencores acumulados, como unas elecciones más. En nada se percibe el "momento histórico"

Foto: Núria, Anna y César, entusiastas apoderados de Catalunya Sí que es Pot en el colegio Anselm Clavé de Cornellà. (M.Lamelas)
Núria, Anna y César, entusiastas apoderados de Catalunya Sí que es Pot en el colegio Anselm Clavé de Cornellà. (M.Lamelas)

"Ahora nos necesitan a los extremeños y a los andaluces, después de años de ni mirarnos la cara". Lo dice un jubilado que prefiere no dar su nombre en L'Hospitalet de Llobregat y que es más la excepción que la norma. En general la gente del cinturón industrial barcelonés está yendo a votar con toda normalidad, sin rencores acumulados, como unaselecciones más. En nada se percibe el "momento histórico", con el que ambas partes han vestido la convocatoria electoral. Incluso entre los apoderados de diferentes partidos hay más campechanía que desconfianza. Y eso que se supone que es en los núcleos urbanos como éste donde se va dirimir la "jornada histórica". [Directo: te contamos las elecciones catalanas al minuto]

En general la mayoría de la gente que está votando a primera hora son mayores, jubilados, que han acudido a las urnas en todas las elecciones y que no se están comportando en estos comicios de manera diferente a otras contiendas electorales. A medida que avanza el día se ve un público más joven y también más afluencia en los colegios.

Los jubilados votan a priemera hora, han acudido a las urnas en todas las elecciones y no se están comportando en estos comicios de manera diferente

Inma tiene 41 años y prefiere no dar su apellido. Ha venido a votar con su hija pequeña al colegio Anselm Clavé de Cornellà y asegura que "no he podido dormir esta noche de la emoción". Explica que ha dudado entre votar a Junts pel Sí o a las CUP pero que al final ha optado por candidatura que encabeza Raül Romeva. Cuando se le pregunta si espera que en 18 meses, tal y como ha prometido Junts pel Sí, Cataluña sea independiente no lo duda ni un momento: "I tant", y a segura estar muy ilusionada por el nuevo país.

Igual de ilusionados están los dos apoderados de Junts pel Síen el colegio Pep Ventura, en el barrio de Collblanc, en L'Hospitalet de Llobregat. Son Jordi Folguera y Jesús Palomar. Llaman la atención porque Jesús está con el cochecito de su hijo, Pol, que tiene sólo cuatro meses y se pasará toda la jornada electoral con él. Su mujer tambien hace de apoderada en el mismo colegio. Explican que en L'Hospitalet son más de 300 apoderados y que han renunciado a la figura del interventor para tener mayor movilidad. En Cornellà, los apoderados superan el centenar.

Folguera destaca que "ésta es la grandeza de Junts pel Sí, estamos aquí socialdemócratas y liberales como yo, trabajando codo con codo". Tras esta afirmación, Jesús se ve obligado a matizar que él es de izquierdas, pero de ERC. Vamos, que juntos representan el eje de esta candidatura de confluencia.

En este colegio es en el único que se ha producido una anécdota. Un entusiasta votante con sobrepeso quiso ir tan rápido a votar que se tropezó y hubo que llamar a una ambulancia sin mayores consecuencias.

El granero socialista

En el Colegio Josep María Folch i Torres en Pubilla Cases (L'Hospitalet) acaba de salir de votar José Fernández Cruz, 89 años y llevado en silla de ruedas por Noel, su cuidador de origen latinoamericano. José Fernández revela que es "natural de Albacete, pero llevo aquí más de 50 años. Y he votado lo que he votado siempre, socialista", ejemplo perfecto del mayor granero de votos que le queda al PSC, en una ciudad en la que Núria Marín es alcaldesa con una mayoría cómoda.

Cuando se le pregunta a Noel si ha votado contesta que "no, porque no tengo la documentación, pero me habría gustado". Sobre si le preocupa la situación que está viviendo Cataluña, Noel asegura que "lo veo con curiosidad", pero su gesto grave denota algo más.

“la gente joven es más partidaria de los nuevos partidos como nosotros, y sí, la hegemonía en el Cinturón se va jugar entre C's y los socialistas“

En ese mismo colegio ejercen de apoderados Agustín Quintana, vendedor de seguros jubilado de 67 años (PSC); y José Mínguez, diseñador de instalaciones antiincendios de 25 años (C`s). Quintana parece el alcalde en funciones: saluda a todo el mundo, conoce a los vecinos por su nombre. Lleva siendo apoderado socialista desde el 77. Ambos aceptan hacer la entrevista al alimón, en un clima de cordialidad.

Quintana asegura que en este colegio no hay apoderados del PP, pero que se conocen todos "y no ha habido en la jornada de hoy una especial tensión". También explica que está viniendo más gente que otras veces, pero sin aglomeraciones. Por su parte, Mínguez apunta que "la gente joven es más partidaria de los nuevos partidos como nosotros, y sí, la hegemonía en el Cinturón se va jugar entre C's y los socialistas".

Territorio Montilla

Cornellà es el territorio Montilla, ya que fue alcalde de la ciudad durante más de una década. Allí, los apoderados de Catalunya Sí que es Pot en el Anselm Clavé, César Sierra, Anna Caminals y Núria Luceno, detallan que los de Podemos han aceptado la mayor experiencia de ICV y EUA en temas electorales y que para nada les están incomodando. Lo tres coinciden en que a partir de las 11,00 h se ha empezado a notar una mayor participación que en las pasadas municipales, cuando votaron el 58% de los electores.

Los de Podemos han aceptado la mayor experiencia de ICV y EUA en temas electorales y que para nada les están incomodando

En ese colegio sí que hay dos interventores del PP. Uno de ellos, Juan, explica que lleva 14 años ejerciendo esta función, pero que todo está muy tranquilo, como pasa siempre en ese punto de votación.

Frente a la estación de Renfe de Cornellà hay el único quiosco abierto. Venden esteladas. Pero la quiosquera explica que hoy no ha vendido ninguna. Y destaca que también tiene la senyera y la bandera republicana. La española, no es el caso. A este cronista le hubiera gustado acabar con un grupo de jóvenes que más bien pasasen de los días históricos que Artur Mas convoca cada seis meses. Pero el quiosquero, con buen criterio pone en evidencia la pretensiones del reportero:

–A esos los hubieras visto a las siete de la manaña, cuando volvían de fiesta. Pero ahora...

–Y, además, esos no votan... –remacha su mujer.

Después de las 12,00 h. empiezan a caer unas gotas del cielo de plomo que ha pesado sobre toda la mañana electoral. Cuando se les pregunta si irán a votar a pesar de la lluvia, contestan que sin duda ninguna.

En uno de los colegios que he visitado una entusiasta pregunta a la apoderada de Junts pel Sí como va la cosa. Ella responde:

Hasta 72,5% de participación irá bien. Luego... malo.

Suena a consigna de partido y a profecía.

"Ahora nos necesitan a los extremeños y a los andaluces, después de años de ni mirarnos la cara". Lo dice un jubilado que prefiere no dar su nombre en L'Hospitalet de Llobregat y que es más la excepción que la norma. En general la gente del cinturón industrial barcelonés está yendo a votar con toda normalidad, sin rencores acumulados, como unaselecciones más. En nada se percibe el "momento histórico", con el que ambas partes han vestido la convocatoria electoral. Incluso entre los apoderados de diferentes partidos hay más campechanía que desconfianza. Y eso que se supone que es en los núcleos urbanos como éste donde se va dirimir la "jornada histórica". [Directo: te contamos las elecciones catalanas al minuto]

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