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Al PSC se le escapan votos hacia Podemos, y a ICV, hacia las fuerzas soberanistas
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ENCUESTA DYM / EL CONFIDENCIAL PARA EL 27-s (i)

Al PSC se le escapan votos hacia Podemos, y a ICV, hacia las fuerzas soberanistas

Los socialistas sólo retienen al 27,5% de sus votantes de 2012, y la lista de Rabell se queda con el 13,5% de ellos. Catalunya Sí que es Pot pierde electores hacia Junts pel Sí y CUP a partes iguales

Foto: El trasvase de votos de las elecciones catalanas para el 27-S, según el estudio de DYM para 'El Confidencial'.
El trasvase de votos de las elecciones catalanas para el 27-S, según el estudio de DYM para 'El Confidencial'.

Es una evidencia. Los soberanistas tienen muy movilizados a sus votantes. Y muy amarrados. Cosa que no ocurre con las izquierdas, parte de cuyos electores se escapan en varias direcciones. Los del PSC, hacia Catalunya Sí que es Pot –la plataforma impulsada por Podemos, ICV, EUiA y Equo– y ya, en menor medida, hacia Ciudadanos. Algunos de los que en 2012 apostaron por ICV fluirán el 27-S hacia Junts pel Sí y hacia la CUP.

Las conclusiones se extraen a partir del estudio realizado por el Instituto DYM para El Confidencial, a partir de una muestra de 1.157 entrevistas, realizadas entre el lunes y el miércoles de esta semana. O sea, justo después de la multitudinaria Diada del 11 de septiembre. Encuesta que pronostica que la lista de Artur Mas podría conseguir entre 63 y 65 escaños, por los 10-11 de la CUP. Ambas candidaturas rebasan con holgura la mayoría absoluta de escaños en el Parlament (68) y rozan la mayoría absoluta en votos (49,9%). Ciudadanos, con Inés Arrimadas a la cabeza, asciende a segunda fuerza (21-23 actas y un 18,3% de los sufragios), seguida del PP de Xavier García Albiol (16 diputados, 11,9% de las papeletas), Catalunya Sí que es Pot, con Lluís Rabell de número uno (12 y 10,4%) y, por último, el PSC de Miquel Iceta (10-11 parlamentarios, 8,4% de los votos) y CUP (10-11, 7,5%), que presenta a Antonio Baños. La participación estimada ronda el 73%.

El 62% de los que apostaron por CiU en 2012 caminan ahora hacia Junts pel Sí. Otro 4,6% pasa a Ciudadanos y un mínimo 1,3% hacia la CUP. Paradójicamente, sólo un 0,5% de los votos que recibió la federación hace tres años emigran hacia uno de los socios escindidos, Unió. Otro 28,5% no contesta, no sabe o no lo tiene decidido. Los datos casan a su vez con los que publicó la semana pasada el CIS, aunque su estudio de campo era anterior, a caballo entre agosto y septiembre. Según el instituto público, el 67,6% de los electores de CiU iban hacia Junts pel Sí, por el 2,9% que viajaba hacia C's, el 2,7% que pasaba a Unió, que tiene al exconseller Ramon Espadaler como candidato, y el 1,7% que se deslizaba hacia la CUP.

Migración de votos de ERC a CUP

Una fidelidad de voto semejante se observa entre los que optaron por ERC en 2012. Según el sondeo de DYM para este periódico, el 64% va para Junts pel Sí, y apenas un 5,6% vuela hacia la CUP y otro 3,6% hacia Catalunya Sí que es Pot. Para el CIS, los republicanos amarraban el 72,8% de sus antiguos votos para la lista unitaria, y perdían un 4,2% hacia Rabell y un 8,8% hacia Baños.

La CUP experimenta movimientos semejantes. Tiene atados el 63,6% de sus votos de 2012, mientras que un 20% marcha hacia Junts pel Sí. Registros casi calcados a los del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Más problemas tienen, desde luego, los partidos no soberanistas. El que sitúa en peor posición, como ya indicaba el sondeo público, es el PSC. DYM señala que sólo el 27,5% de los que votaron a los socialistas en 2012 apuesta por Miquel Iceta el 27-S. Pero otro 13,5% pasa a Catalunya Sí que es Pot, otro 9,3% hacia Junts pel Sí y un mordisco del 5,2% se desplaza hacia Ciudadanos. Las fugas que desvelaba el CIS eran, sin embargo, algo distintas, aunque hay que tener en cuenta que la fecha de realización del estudio eran anteriores: el PSC perdía en torno a un 14% hacia Arrimadas y otro 14% hacia Rabell. Un 5,9% se iba hacia la candidatura que encabeza Raül Romeva y en la que Artur Mas y Oriol Junqueras, líderes de Convergència y Esquerra, ocupan los puestos cuatro y cinco.

Las filas soberanistas son las que cuentan con una mayor fidelidad de voto, por encima del 60%. Justo por debajo quedan PP y Ciudadanos

La gran flaqueza de los socialistas es, precisamente, la volatilidad de su voto, la dificultad para convencer a sus antiguos electores de que se queden en casa. Iceta ofrece un discurso "claro", de renuncia al derecho a decidir y de apuesta inequívoca por el discurso más PSOE. Estrategia que ha dejado ver con la implicación total de Ferraz, de los barones autonómicos, del expresidente Felipe González y, por descontado, del secretario general, Pedro Sánchez. El PSC intenta despertar a sus votantes de Barcelona y del área metropolitana, donde sabe que se juega las elecciones. No es casual que Iceta mitineara ayer jueves con Sánchez en uno de sus feudos, Santa Coloma de Gramenet –gobierna con mayoría absoluta– con una gran bandera de España de fondo, una escenografía inédita para el PSC y que de hecho ya chocó cuando la empleó el líder del PSOE en su proclamación como candidato a la Moncloa, el pasado junio.

Es en Barcelona, además, donde el PSC sufre más. Según el estudio de DYM, Iceta podría perder la mitad de los diputados conseguidos en 2012 en esa circunscripción: pasaría de 14 a 7. Justo la mitad. En Lleida podría ceder el único que tiene, en Girona quedarse como está (2) o perder uno y en Tarragona, caer de 3 a 2 actas.

35% dice no saber o no tenerlo decidido

De los que votaron en 2012 a Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra Unida i Alternativa (ICV-EUiA), el 29,5% se queda con Catalunya Sí que es Pot. Pero otro 15% va hacia la CUP y otro 15,5% hacia Junts pel Sí. Una huida de similar calibre apuntaba el CIS. El agujero, pues, lo tienen los miembros de la coalición por el flanco soberanista. Espacio que, de hecho, ya existía entre las bases ecosocialistas. CSQEP también intenta pescar en el granero socialista: Barcelona y su cinturón.

Los datos de DYM apuntan otra conclusión nada baladí: más del 35% de los que apoyaron al PSC y a ICV-EUiA hace tres años dice no saber o no tener decidido qué papeleta introducirá en la urna el 27-S. Es el porcentaje más alto.

Las otras dos formaciones no separatistas, Ciudadanos y PP, no sufren muchas fugas. Según el barómetro realizado para El Confidencial, el partido naranja amarra el 57,6% de los sufragios. Un 13,1% de sus antiguos votantes emigra hacia los populares y otro 3,2% hacia Rabell. El PP de Xavier García Albiol tiene fidelizado al 58,2% de sus exvotantes, pero un 18,6% prefiere a Arrimadas e incluso un 4,3% opta por Catalunya Sí que es Pot. Datos que, de nuevo, van en la línea del CIS, aunque el instituto demoscópico público veía mayor el trasvase del PP hacia C's (25%) y menor el de C's hacia el PP (4,3%).

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Es una evidencia. Los soberanistas tienen muy movilizados a sus votantes. Y muy amarrados. Cosa que no ocurre con las izquierdas, parte de cuyos electores se escapan en varias direcciones. Los del PSC, hacia Catalunya Sí que es Pot –la plataforma impulsada por Podemos, ICV, EUiA y Equo– y ya, en menor medida, hacia Ciudadanos. Algunos de los que en 2012 apostaron por ICV fluirán el 27-S hacia Junts pel Sí y hacia la CUP.

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