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Podemos se confía al voto abstencionista y del 'cinturón rojo' para “dar un vuelco” el 27S
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CATALUÑA COMO PRECAMPAÑA PARA LAS GENERALES

Podemos se confía al voto abstencionista y del 'cinturón rojo' para “dar un vuelco” el 27S

Los cerebros electorales de Podemos diseñan una campaña centrada en acaparar el voto abstencionista y no nacionalista que tradicionalmente solo vota en las generales

Foto: Pablo Iglesias, junto a varios de sus colaboradores, tras la toma de posesión de la senadora de esta formación por la Comunidad Valenciana, Pilar Lima. (EFE)
Pablo Iglesias, junto a varios de sus colaboradores, tras la toma de posesión de la senadora de esta formación por la Comunidad Valenciana, Pilar Lima. (EFE)

Podemos ha puesto en su punto de mira al electorado abstencionista. No solo a ese 10% del censo catalán que, de media, vota en las generales opciones no nacionalistas pero se queda en casa en las autonómicas, sino también a los sectores menos politizados entre los que cunde la desafección hacia la clase política. “Es posible dar un vuelco en las elecciones catalanas si ilusionamos a la gente que habitualmente no acude a votar”, asegura Rafael Mayoral, dirigente de la formación y asesor político durante la campaña (spin doctor, según el anglicismo utilizado por la propia organización). Para ello, la formación centrará su campaña en desdibujar el carácter plebiscitario que la lista independentista del president quiere imprimir a los comicios, presentarlos como un examen previo que puntúa para las generales y explotar el saldo de la factura de la corrupción.

El aumento de la participación juega a favor de los partidos no nacionalistas, e ICV, integrada junto a Podemos y EUiA en la candidatura Catalunya Sí que es Pot, ya experimentó sus beneficios en los últimos comicios de 2012. Por el contrario, CIU y ERC, integrados en la lista Junts pel Sí junto a entidades sociales independentistas, son los principales perjudicados. La batalla se centra en los cerca de 600.000 electores no nacionalistas que tradicionalmente solo votan en las generales, por lo que el mensaje de que “Cataluña es el primer paso para ganar la Moncloa” va dirigido a ellos. Un suculento bocado que asimismo tratará de degustar Ciudadanos, que también asocia la derrota de la lista independentista a una alta participación.

La ventaja de Podemos sobre los de Albert Rivera reside en el denominado 'cinturón rojo' de Barcelona, donde se concentró históricamente el voto socialista pero en el que irrumpieron varias candidaturas municipalistas de unidad popular participadas por Podemos el pasado 24M. Las grandes ciudades del área metropolitana de Barcelona, circunscripción en la se disputan 85 de los 135 escaños en juego, son así una de las grandes bazas para Catalunya Sí que es Pot, capitaneada por el histórico líder en las luchas vecinales Lluís Rabell. Los artífices de la campaña explotarán estas plazas en busca del voto joven, uno de los cimientos de Podemos pero en recesión según el último CIS, obrero y no nacionalista.

Los escándalos de corrupción que envuelven al partido de Artur Mas, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), acentuados en precampaña por las comisiones del 3%, son otro de los principales ingredientes que aderezarán la campaña. Una corrupción que, con la intención de reforzar el carácter de estos comicios como una prueba que puntúa para el examen final de diciembre, se critica como un eje paralelo al PP. “Los que levantan la bandera de la confrontación (CDC por un lado y PP por el otro) son los mismos que han levantado la bandera de los recortes y han estado avalados por la corrupción durante los últimos años”, según censuró Mayoral tras la reunión del Consejo de Coordinación de la formación.

El binomio Mas-Rajoy que ya centra el discurso del partido, según el cual votar a Catalunya Sí que es Pot “vale doble” porque ayudaría a desalojar del poder a ambos mandatarios, repiten desde las filas de Podemos. “Mantener a Mas en la Generalitat y a Rajoy en la Moncloa es un problema para encontrar una salida a los problemas de la gente”, insistió el dirigente de la formación morada.

“Que Cataluña aporte para desalojar a Rajoy”

La estrategia de asimilación de Mas y Rajoy pasa por hacer consustanciales las políticas basadas en los recortes y “la defensa de los privilegiados” a los gobiernos central y catalán. “Rajoy ha votado con Mas los recortes más salvajes que ha sufrido el pueblo catalán, con consecuencias dramáticas, y en esa medida siguen estando en el mismo lugar”, explicó Mayoral a modo de muestra de los leitmotiv que adornarán la campaña que oficialmente no arrancará hasta el próximo viernes.

El diseño de la campaña catalana, que lleva la firma del número dos del partido Íñigo Errejón, adquiere tintes más propios de una precampaña para las generales. Un 27S que para Podemos tendrá una influencia determinante en los comicios que previsiblemente se celebren en diciembre, aunque más por la necesidad de movilizar al electorado no nacionalista y dibujar un escenario electoral en el que solo se enfrentan dos grandes bloques. Con todo, el propósito según reconoce Mayoral es que “Cataluña aporte para desalojar a Rajoy”.

Sin manejar todavía encuestas internas, desde Podemos aseguran que la próxima cita electoral es en la que existe “más voto disponible”, por lo que centrarán sus esfuerzos en acaparar la mayor parte posible. “Es el momento de la seducción” y volver a poner en marcha “la fuerza de la ilusión” que cultivaron exitosamente en las elecciones europeas por primera vez es una de las máximas aspiraciones de la formación. Pero no solo para atraer el voto abstencionista e indeciso, sino también para recuperar a los propios militantes de cara a que colaboren en la campaña, cuya desmovilización ha crecido durante los últimos meses por las diferencias entre las bases y la cúpula.

Podemos ha puesto en su punto de mira al electorado abstencionista. No solo a ese 10% del censo catalán que, de media, vota en las generales opciones no nacionalistas pero se queda en casa en las autonómicas, sino también a los sectores menos politizados entre los que cunde la desafección hacia la clase política. “Es posible dar un vuelco en las elecciones catalanas si ilusionamos a la gente que habitualmente no acude a votar”, asegura Rafael Mayoral, dirigente de la formación y asesor político durante la campaña (spin doctor, según el anglicismo utilizado por la propia organización). Para ello, la formación centrará su campaña en desdibujar el carácter plebiscitario que la lista independentista del president quiere imprimir a los comicios, presentarlos como un examen previo que puntúa para las generales y explotar el saldo de la factura de la corrupción.

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