Romeva afirma que Junts pel sí necesita una mayoría "incontestable"

El cabeza de lista de Junts pel sí, Raül Romeva, ha asegurado que Cataluña necesita un mandato democrático y que éste sólo se conseguirá si la candidatura que lidera tiene una "mayoría incontestable" el 27S.

"Tenemos que ganar para sentarnos a negociar con España y con Europa. Negociaremos sobre el cómo porque el qué lo tenemos muy claro", ha afirmado en un acto de la campaña 'Fes-te candidat pel sí' en Tortosa (Tarragona), ha informado Junts pel sí en un comunicado. "Haremos que esta lista sea cada vez más grande. Somos la ilusión del 'sí' para hacer un país más próspero y más justo", ha remarcado sobre la campaña y ha indicado que ya ha recibido el apoyo de 41.000 personas.

En el acto también estaba el número 1 de la lista por Tarragona, Germà Bel, quien ha asegurado que en Cataluña "nadie administra el voto por el 'no', se administra desde Madrid, centralizando y haciendo más rígida la posibilidad de mejorar".

La número 2 por Barcelona, Carme Forcadell, ha asegurado que la candidatura tiene argumentos y propuestas y que con 68 diputados "quiere comenzar un proceso constituyente". Por su parte, el número 6 por Tarragona, Lluís Salvadó (ERC), ha afirmado que están "agotados de buscar soluciones para Cataluña dentro del Estado", y la número 8, Meritxell Roigé (CDC), ha asegurado que van juntos para lograr el mejor resultado el 27S.

La ANC defiende declarar la independencia

El presidente de la ANC, Jordi Sánchez, ha apostado por declarar inmediatamente la independencia si el Estado "coacciona" a los catalanes con medidas como retirar el pago de salarios a funcionarios o pensionistas en caso de que venzan los independentistas el 27S y se inicie un proceso constituyente en Cataluña. En una entrevista de Europa Press, ha defendido que el Estado tiene unas obligaciones con los ciudadanos a título individual que no podrá rehuir y que los tribunales, en un caso extremo, deberán velar para que las mantenga.

Por ello, más allá de enfrentamientos dialécticos e institucionales, no prevé que el Estado castigue a la población desde la perspectiva económica: "Esto sería tanto como romper los hilos con Cataluña. Si esto sucediera, sería el momento claramente de tomar el mando y declarar inmediatamente la independencia".

"La independencia no dejará huérfanos de pensiones a nadie, al contrario. Tampoco ninguna empresa quedará huérfana de una legalidad, legislación o jurisprudencia en el momento de hacer un cambio de la legalidad española a la catalana", ha asegurado el presidente de la ANC, tras constatar que para ello está prevista una ley de transitoriedad. Sólo ha apostado por sustituir la legalidad española por la catalana cuando se disponga de una Hacienda propia con recursos suficientes para hacer frente a los pagos que toquen y haya un conjunto de leyes y normas maduras que no dejen vacíos que puedan generar desconcierto: "Hacerlo antes sería entrar en el caos".

Tras apelar a una separación amistosa como la mejor solución para ambas partes, ha observado que desde el Gobierno, empezando por su presidente y las instituciones españolas hay un estado de opinión desde hace semanas que acepta abiertamente la hipótesis de la independencia: "Hasta hace pocas semanas se negaba de forma permanente, como se negaba con la misma intensidad hace unos siglos que la tierra era redonda. La situación ha dado un giro". Para él, esto responde a que en Cataluña se percibe que habrá una mayoría democrática en el Parlament para impulsar un Estado, y el temor a que sea una realidad se traduce en que las instituciones españolas tiren del discurso del miedo.