El Consell de la República compara a Cataluña con Sudán del Sur para convencer a la ONU

El Consell de la República, la entidad que Carles Puigdemont creó en Bélgica para pilotar la independencia de Cataluña, estrena nueva sede en Barcelona en un edificio propiedad de una familia con fuertes vínculos con el nacionalismo, donde cuenta con un nuevo chiringuito: la plataforma Reconeixement, destinada exclusivamente a lograr influir en la ONU para que se reconozca que Cataluña es una colonia de España.

La iniciativa es idea de Jordi Castelló, concejal en Mataró y nombrado por el presidente del Consell, el abogado Jordi Domingo, comisionado de Reconeixement además de representante del Consell de la República ante la ONU. La nueva plataforma se viste de legitimidad afirmando que hay decenas de entidades que la apoyan.

Entre ellas, se encuentran el Cercle Català de Negocis (CCN), un lobby empresarial que quiso ser la patronal independentista; la Asociación Alternativa Verda; la Asociación Soberanista de Mallorca; la Asociación Republicana del Maresme o República Activa. Alternativa Verda, precisamente, había firmado con Puigdemont un pacto por el que concurrió a las últimas elecciones autonómicas de 2024 en las listas de Junts per Catalunya, lo que provocó un cisma dentro del partido Els Verds, que se desmarcó del acuerdo.

Su última extravagancia es llevar un texto a la ONU en el que compara a Cataluña con Guinea Ecuatorial, Eritrea y… Sudán del Sur. De hecho, a través de la plataforma Reconeixement se preparará un “pacto nacional” por “el reconocimiento internacional de la nación catalana” y para poder “hacer efectiva la independencia de forma legal, pacífica y democrática, con el amparo de las Naciones Unidas mediante un traspaso de soberanía de ley a ley como se produjo en Marruecos en 1956, en Guinea Ecuatorial en el año 1968, en Eritrea en el año 1990 o en Sudán del Sur en el año 2011”.

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De hecho, Castelló es el impulsor de la denominada ‘vía guineana’, que exige la independencia basándose en el proceso de independencia de Guinea Ecuatorial bajo el franquismo. Sus tesis ahora han sido extendidas a otros procesos, como los de Eritrea o Sudán del Sur, pese a que éste último encabeza la lista del Índice de Estados Frágiles (antes llamada de Estados Fallidos) y encabeza también la lista de países con menos índice de desarrollo humano (IDH). Paralelamente, la entidad quiere aprovechar el reflujo del reconocimiento de Palestina para tratar de introducir de nuevo el tema de Cataluña en los circuitos internacionales.

Una reunión restringida

Este “pacto nacional” comenzó con una reunión en un restaurante de Mataró este mes de septiembre. Un menú ad hoc al que le pusieron de nombre ‘reconeixement’, de 25 euros, en el puerto de esta localidad puso precio a la independencia de Cataluña. A esa primera reunión asistieron una veintena de personas.

Los nuevos dirigentes del Consell, que llevan poco más de medio año en el cargo, se han puesto como prioridad denunciar el “conflicto catalán” en foros internacionales. “Es preciso apelar al reconocimiento del derecho internacional a la propia patria, al derecho a la autodeterminación e independencia de la nación catalana ante la Asamblea General de las Naciones Unidas”, reza el lema de Reconeixement.

Esta plataforma ha jugado a la desinformación ante el conflicto de Gaza. En redes sociales, la entidad controlada por el Consell de la República aseguró que “fuentes israelíes nos informan de que Israel podría estar valorando la posibilidad de reconocer unilateralmente el derecho a la autodeterminación y la independencia del Kurdistán y de la Nación Catalana (sic) de acuerdo con el artículo 1.2 de la ONU para este otoño en su Parlamento. De producirse, sería el primer reconocimiento internacional desde el Tratado de Génova con Inglaterra del año 1705”.

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El pasado 30 de septiembre, Castellà, en nombre de Reconeixement, envió un mensaje a Gideon Sa’ar, ministro de Relaciones Exteriores de Israel, con el mensaje: “Queremos pedir su apoyo para reconocer el derecho inmemorial e inalienable a la autodeterminación y la independencia de la nación catalana pacífica, democrática y milenaria. ¿Quiere ayudarnos a hacer historia y justicia?”.

Mensajes similares fueron enviados a Yair Lapid, exprimer ministro de Israel y actual líder de la oposición, y a Benny Gantz, viceprimer ministro israelí cuando Lapid ostentaba el poder hasta 2022. Pero la campaña abarca a más líderes internacionales: desde el canciller alemán, Friedrich Merz, hasta el presidente ruso, Vladímir Putin, pasando por Narendra Modi (presidente de India); el Papa; el presidente de China, Xi Jin Ping; la presidenta italiana, Giorgia Meloni; el presidente del Brasil, Lula da Silva; o el magnate Elon Musk, entre otros.

La plataforma también apeló a la periodista y analista francesa Noémi Halioua, alineada con las tesis sionistas, quien envió una carta al Gobierno israelí después de que Pedro Sánchez reconociese a Palestina como Estado. En ella pedía pagar con la misma moneda a España: “Exigiendo el reconocimiento del País Vasco y de Cataluña como Estado independiente. Es imposible que España declare que la obligación de la comunidad internacional es responder a la demanda de un pueblo que reclama su independencia, con una cultura una lengua y unas características propias, e ignore la demanda de un pueblo local independiente que reclama su independencia de ella”. Tras ese anuncio, la parlamentaria de la Knesset Sharren Haskel pidió al Ministro de Relaciones Exteriores judío que reconociese formalmente la independencia de Cataluña.

Con estos moldes, la nueva plataforma controlada por el Consell de la República trata de pescar algún apoyo internacional a Cataluña. “Durante 16 años, nos han dicho que para tener reconocimiento internacional deberíamos de tener estructuras de Estado y control del territorio. Este septiembre, Palestina demuestra con más de 160 reconocimientos, incluido el Gobierno de Andorra, que todo esto ni era necesario ni imprescindible”.