La DO Penedès hace historia con la primera vendimia 100% ecológica en el mundo

La viticultura mundial está experimentando un cambio de paradigma en el que la sostenibilidad y la producción ecológica se han convertido en factores clave para el futuro del sector. En este contexto, la Denominación de Origen (DO) Penedès ha decidido dar un paso sin precedentes: en 2025, toda su vendimia seguirá criterios 100% ecológicos, y se convierte así en la primera denominación de origen del mundo en adoptar una producción totalmente ecológica. Esta medida histórica no solo garantiza vinos más respetuosos con el medioambiente, sino que también sitúa al territorio como un referente.

Francesc Olivella, director de la DO Penedès, admite que ser pioneros a nivel mundial supone un reconocimiento, pero también una responsabilidad: "Esto también forma parte de la DO: uno de los pasos para ser sostenibles es ser también ecológicos". Además, admite que en este caso, "el clima de la zona facilita esta transición".

Hasta ahora, esta transformación no se podía apreciar plenamente, pero los profesionales del Penedès llevaban años con la idea en mente. "En el año 2020 se comenzó a redactar un plan estratégico con el objetivo de llegar a ser totalmente respetuosos con el medioambiente en 2030. Sin embargo, en 2021 se finalizó el plan y acordamos que uno de los objetivos sería que en 2025 todos los racimos y vinos fueran ecológicos", explica Olivella. Desde ese momento, son múltiples las bodegas y viticultores que han ido sumándose progresivamente al proyecto.

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De cara a la vendimia de 2025, todas las viñas inscritas en la DO Penedès que se recojan cumplirán de manera estricta con la normativa de producción, convirtiendo esta campaña en la primera completamente ecológica en la historia de la denominación. Esto significa que cada racimo cosechado y cada botella elaborada reflejarán este estándar de sostenibilidad. Por el contrario, las viñas que aún no se hayan adaptado a los criterios no podrán etiquetar sus uvas ni sus vinos con este reconocimiento.

Cinco décadas de apuesta ecológica en El Penedès

La historia de la viticultura sostenible en España no podría explicarse sin mencionar a Josep Maria Albet i Noya, fundador de la primera bodega ecológica del país. Hace casi cinco décadas decidió dar un paso que entonces parecía arriesgado. Lo recuerda de manera anecdótica: "Hace 47 años formaba parte del Consejo Regulador de la DO Penedès como representante de los viticultores, y en aquella época era vegetariano por cuestiones morales. Un día llegó un fax desde Dinamarca, se trataba de una empresa que buscaba a alguien capaz de elaborar vino ecológico. En el Consejo Regulador nadie sabía del tema, y al final apostaron por mí precisamente porque era vegetariano", recuerda.

El inicio, sin embargo, no estuvo exento de dificultades, y el viticultor se enfrentó a numerosos obstáculos durante sus primeros años: "Al principio era ‘el raro de la película’. Me decían que tenía que usar productos químicos, porque de lo contrario perdería la cosecha. Pese a esas críticas, fui incorporando progresivamente más viñas en ecológico, hasta que finalmente tuve toda la explotación convertida", detalla. Para formarse, tuvo que mirar más allá de nuestras fronteras, con viajes a Alemania y Suiza, ya que en España no existían referencias sobre este enfoque verde. No fue hasta pasada la primera década que Albet i Noya dejó de estar solo en el país, puesto que otros productores empezaron a apostar también por este modelo.

Para él, que la DO Penedès haya iniciado este proceso es motivo de orgullo y satisfacción: "Es una gran noticia, aunque, al mismo tiempo, también implica competencia. Pero es un valor que nadie nos podrá arrebatar. Ahora la competencia es diferente, todos trabajamos en la misma dirección", añade. Sobre el futuro del vino ecológico, el pionero en el sector es categórico: "La naturalidad es hacia donde vamos y el consumidor lo demandará".

Retos y oportunidades de la vendimia ecológica

A pesar de los beneficios, pasarse a una vendimia sostenible no es tarea fácil. Francesc Olivella, por su parte, admite que dar el salto desde la viticultura tradicional obliga a replantearse muchas cosas en el viñedo: "Trabajar respetando el medioambiente significa que, al final de la vendimia, normalmente recoges un poco menos de uva que con los métodos tradicionales. Para quienes tienen bodega, eso se compensa con un valor añadido en la botella. Y para los viticultores que venden a otras bodegas, el precio de la uva suele ser un poco más alto para equilibrar la transición", aclara.

Pero no todo se reduce a cifras: los desafíos agronómicos también son clave. Uno de los más complicados es lidiar con plagas como el "mosquito verde", que actúa de manera persistente: "Suele aparecer en julio y agosto, pica las hojas y debilita la cepa". En la viticultura convencional esto se solucionaría fácilmente con productos químicos, pero en el modelo sostenible no es algo que esté permitido.

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El impacto de esta medida se percibe principalmente en la gestión del suelo y de la biodiversidad. Durante años, el suelo se había tratado casi como un material inerte, lo que a largo plazo lo dejaba agotado. Ahora, se están adoptando prácticas de agricultura regenerativa que buscan devolverle vida y mejorar su capacidad productiva, un desafío complejo, sobre todo en épocas de sequía, pero que representa una mejora tangible para el medio ambiente y para todo el territorio.

Si en algo coinciden Francesc Olivella y Josep Maria Albet i Noya es en que la viticultura ecológica es la ruta inevitable para El Penedès. Para el primero de ellos, este camino supone "una oportunidad para reforzar la identidad del territorio, su sostenibilidad y su competitividad, alineando a productores, bodegas y consumidores hacia un mismo objetivo". Por otro lado, Albet i Noya señala que significará "cambiar completamente la manera de trabajar, explorando nuevas variedades de productos y aprendiendo de nuevo las técnicas de cultivo".

Esta combinación de experiencia histórica, innovación y compromiso ambiental es justamente lo que convierte a la DO Penedès en un referente de viticultura sostenible, marcando un antes y un después en los estándares del sector y abriendo nuevas posibilidades para el futuro del vino.