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Semillas de ostra rizada con pedigrí catalán: la acuicultura del Delta del Ebro quiere dejar de depender de Francia
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Semillas de ostra rizada con pedigrí catalán: la acuicultura del Delta del Ebro quiere dejar de depender de Francia

La ostra rizada se abre camino frente al mejillón. Hasta ahora las semillas procedían de Francia, pero el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias ha comenzado a producirlas localmente

Foto: Mejilloneros en el Delta del Ebro. (EFE/Enric Fontcuberta)
Mejilloneros en el Delta del Ebro. (EFE/Enric Fontcuberta)

La acuicultura del Delta del Ebro, una de las zonas productoras de moluscos más importantes de España, impulsa un cambio estratégico que podría marcar un antes y un después para el sector. Durante décadas, mejilloneros y ostricultores han dependido casi exclusivamente de la importación de semillas de ostra rizada (Crassostrea gigas) desde países como Francia, un sistema que encarece la producción y, además, implica la posible aparición de riesgos sanitarios.

Para romper esta dependencia, el IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias) lidera, con el apoyo de la Generalitat, un proyecto pionero para producir semillas de ostra rizada localmente, un paso clave para garantizar la calidad, la sostenibilidad y la adaptación. La iniciativa ya ha dado su primer gran resultado: el pasado mes de julio se sembraron en las bahías del Fangar y de los Alfacs las primeras 145.000 semillas producidas íntegramente en Cataluña, en las instalaciones experimentales de Sant Carles de la Ràpita (Tarragona).

Ignasi Gairin, investigador del IRTA y uno de los responsables del proyecto, explica que "producir semillas aquí, en el Delta, nos permite tener un control total sobre la calidad y las condiciones sanitarias". El cultivo local permite controlar mejor su crecimiento, su resistencia a enfermedades y su capacidad de adaptación a la temperatura del hábitat propio del Delta.

No obstante, el proceso de producir semillas de ostra es complejo y requiere precisión. "Seleccionamos ejemplares adultos locales con características genéticas que les den más adaptación y mejor crecimiento en las condiciones del Delta", detalla Gairin. En las instalaciones del IRTA, estos progenitores se inducen a reproducirse y el desove produce larvas, que durante semanas se crían en un entorno protegido hasta alcanzar un tamaño mínimo para su traslado al mar. Primero se colocan en estructuras de nailon llamadas linternas, donde crecen en sus primeras fases, y después pasan a cuerdas suspendidas, en las que completan su desarrollo hasta alcanzar la talla comercial.

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Este cultivo local no solo aporta autonomía a la región, sino que representa una herramienta para afrontar las altas temperaturas de los últimos años. "El mejillón, tradicionalmente uno de los cultivos más importante en el Delta, empieza a mostrar síntomas de estrés cuando la temperatura del agua supera los 27 grados. Esto obliga a adelantar la cosecha y reduce la producción significativamente," señala el investigador. Por el contrario, "la ostra rizada es mucho más tolerante al calor. Puede seguir creciendo en verano, cuando el mejillón se resiente", añade. Por esta razón, el modelo de negocio está comenzando a diversificarse para adaptarse a estas nuevas condiciones.

Del Delta a Galicia: la expansión de la ostra rizada

Aunque el Delta del Ebro se está consolidando como un punto clave para la producción de ostra rizada, no es la única zona donde esta especie está ganando protagonismo. En Galicia, por ejemplo, la ostra rizada experimenta una expansión natural que ha despertado el interés de la comunidad científica: mientras en las Rías Altas estas poblaciones ya están consolidadas, en las Rías Baixas comienzan a establecerse de manera creciente.

Según Laura García, investigadora principal del proyecto Oyster-Watch en el Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC, Vigo), "en las Rías Altas, se ha dado un proceso de naturalización de la ostra rizada, es decir, se ha establecido de forma espontánea, algo que no ocurre en las Rías Baixas porque allí las ostras no se adhieren a las rocas con facilidad". El estudio de este fenómeno servirá para comprender mejor la expansión de la especie y anticipar sus posibles impactos en el ecosistema.

placeholder La ostra rizada es muy apreciada en gastronomía. (EFE/Ana Escobar)
La ostra rizada es muy apreciada en gastronomía. (EFE/Ana Escobar)

Para analizar la dinámica de esta expansión, se utilizan tecnologías "como drones e inteligencia artificial para mapear el fondo marino con precisión," explica García. Estas herramientas permiten monitorear en tiempo real la distribución y el crecimiento de las poblaciones de ostra, lo que resulta fundamental para comprender cómo se dispersan las larvas —que pueden permanecer flotando hasta un mes antes de establecerse— y cómo se colonizan nuevas áreas.

Hasta ahora, se sabe que la ostra rizada puede comportarse en ocasiones como una especie invasora, lo que podría alterar las especies autóctonas y la biodiversidad local. Sin embargo, también puede jugar un papel positivo al crear hábitats beneficiosos para otras especies y mejorar la calidad del agua mediante la filtración de partículas. "Si se gestiona adecuadamente, puede ser una especie estructurante positiva, pero también puede llegar a desplazar a las especies locales," advierte la investigadora del CSIC. En Galicia no está considerada especie invasora, pues de ser así, "no se podría cultivar ni recolectar debido a las regulaciones".

Ambos proyectos, en el Delta del Ebro y en Galicia, muestran cómo la acuicultura española está evolucionando para dar respuesta a retos complejos como el cambio climático y la sostenibilidad. "Queremos que el sector compruebe que esta semilla local ofrece mejores resultados en términos de productividad y que los criaderos vean las ventajas de este modelo y opten por él", precisa Gairin. Su objetivo es que la región no solo sea un punto destacado en producción, sino también un referente donde es posible criar ostras "con calidad, sin riesgos sanitarios y con una producción rentable."

La acuicultura del Delta del Ebro, una de las zonas productoras de moluscos más importantes de España, impulsa un cambio estratégico que podría marcar un antes y un después para el sector. Durante décadas, mejilloneros y ostricultores han dependido casi exclusivamente de la importación de semillas de ostra rizada (Crassostrea gigas) desde países como Francia, un sistema que encarece la producción y, además, implica la posible aparición de riesgos sanitarios.

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