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Junts da tiempo a Pedro Sánchez para disimular su cierre de filas con Moncloa
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CASO SANTOS CERDÁN

Junts da tiempo a Pedro Sánchez para disimular su cierre de filas con Moncloa

La foto del expresident con Santos Cerdán ha pasado de ser un reconocimiento político a una losa, pero en la formación independentista prefieren seguir apoyando al PSOE

Foto: Pedro Sánchez en su encuentro con Junts, entre Jordi Turull y Míriam Nogueras. (Carlos Luján/Europa Press)
Pedro Sánchez en su encuentro con Junts, entre Jordi Turull y Míriam Nogueras. (Carlos Luján/Europa Press)
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El núcleo duro de Carles Puigdemont ha cerrado filas con Pedro Sánchez para alargar la legislatura, pese a la crisis desatada con la dimisión del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, que había sido hasta ahora el interlocutor privilegiado de los socialistas con el partido. Otra cosa es cómo explicarlo, pero la opinión generalizada del entorno del expresidente catalán es que la alternativa de un final precipitado sería mucho peor para los intereses independentistas, tal y como explican fuentes de la ejecutiva de la formación, que este domingo celebró una reunión de la Permanente de su Ejecutiva. El encuentro entre el secretario general de Junts, Jordi Turull y la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, acabó con un punto vergonzante, pero dando tiempo a un Sánchez que una vez más parece sin salidas políticas.

"Nos ha explicado que él tiene la voluntad continuar, pero no nos ha concretado ni aclarado cómo y de qué forma y con qué medidas piensa rehacer todas las cuestiones que se han estropeado, no solo con este escándalo, sino también con todos los déficits en el cumplimiento del Acuerdo de Bruselas", ha relatado el secretario general, Jordi Turull, en declaraciones a los medios de comunicación después del encuentro.

Según Turull, "le hemos explicado que antes de que estallara el episodio de Santos Cerdán, hacía tiempo, desde diciembre, que estábamos al límite de la confianza con el PSOE y le hemos querido explicar directamente porque considerábamos que hay tantos déficits en el cumplimiento del Acuerdo de Bruselas y que eso nos planteaba muchas dudas de la continuidad de apoyar al Gobierno", ha verbalizado. "Ha sido una primera reunión, tiene que haber más para que se nos concrete como y de qué forma quiere continuar. No se ha podido concretar nada. Necesitamos tiempo para tomar las decisiones adecuadas", ha añadido el secretario general. Y ha recordado que, incluso antes del estallido del caso Santos Cerdán, los juntaires llegaban "al límite con la confianza" hacia el PSOE.

La reunión en Moncloa entre Míriam Nogueras y Pedro Sánchez que se iba a celebrar esta mañana a las 11,30 h pero empezó media hora tarde. Duró hora y media. Hubo foto oficial. Tras el encuentro Nogueras y Turull se reunirán Puigdemont con la Ejecutiva Permanente del partido, el núcleo duro de la dirección, todos partidarios de seguir dando apoyo a Sánchez, como mínimo hasta final de año cuando sea firme la aplicación de la amnistía.

Aún así, Junts aceptó a hacerse una foto hoy en Moncloa, con Míriam Nogueras de negro riguroso y cara de circunstancias. En cambio el PNV y ERC ya han advertido que irán al encuentro con Pedro Sánchez pero que no habrá imagen de la reunión.

En el encuentro de la Permanente el pasado domingo se mostró la desazón de que aún no se había marcado una fecha para una reunión con Pedro Sánchez, que al final ha tenido lugar hoy pero también ante el temor de que desde Moncloa les exijan un mayor compromiso para que siga la legislatura: desde aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2026, para dar crediblidad al cambio; o limitar al mínimo las sobreactuaciones para intentar humillar al Gobierno ante la opinión pública.

Santos Cerdán había sido el interlocutor clave. Tanto, que había estado manteniendo reuniones mensuales en Ginebra con Puigdemont en presencia de un mediador internacional y que mantenía contacto fluido por wasap con el secretario general del partido, Jordi Turull. Eso sí, la postura se ja justificado entre poco y nada. La cuenta de la red social X de Carles Puigdemont, el verdadero canal de comunicación oficial del partido, lleva más de seis días muda, justo desde que estalló el escándalo.

De hecho el jueves, mientras la mano derecha de Sánchez dimitía de todos sus cargos, Turull se pronunció de manera pública pidiendo que se tuviese en cuenta para Cerdán "la presunción de inocencia". Turull llegó a comparar la situación del hasta esta semana secretario de Organización del PSOE con los casos de informes falsos y la denominada operación Cataluña contra los partidos y dirigentes independentistas. "Nosotros hemos sido víctimas de condenas mediáticas y judiciales, informes filtrados y siempre hemos apelado a la presunción de inocencia", recordó Turull. Luego, el domingo, Turull intentó vender que había que subir el precio, aunque en realidad el temor en el independentismo es que el que lo suba sea Sánchez.

Tras En este núcleo de dirigentes que abogan por arropar a Pedro Sánchez se encuentran, además de Turull, el portavoz en el Parlament, Albert Batet; y el vicepresidente del partido, Josep Rius. Todos defienden que facilitar una alternativa que supusiese un Gobierno del PP con Vox le supondría a Junts un castigo electoral, además de que complicaría la gran cuestión pendiente: la implementación de la amnistía a Puigdemont para que pueda volver a España.

También es verdad que la propia situación legal de Puigdemont se ha complicado desde que huyó de los Mossos d’Esquadra en agosto del año pasado, tras la breve aparición del expresident en Barcelona. Por mucho que el independentismo haya querido vestir aquella fuga como un acto de desobediencia civil, lo cierto es que la situación legal de Puigdemont y Cerdán tampoco estaría tan alejada.

La mayor diferencia radicaría en que Puigdemont cuenta a su favor con una ley de amnistía que aún no ha sido aplicada en el caso del expresident y que, por cierto, por el lado socialista estuvo negociando el propio Santos Cerdán. El ya exdirigente socialista y Turull fueron los firmantes del denominado “Acuerdo de Bruselas”, la hoja de ruta que ha permitido mantener el apoyo de Junts, aunque buena parte de lo acordado, como la oficialidad del catalán en Europa, no ha podido cumplirse.

La foto de Cerdán con Puigdemont pasa de éxito político a losa para el expresident

Tras la caída de Cerdán como interlocutor del PSOE con Junts, a Pedro Sánchez todavía le quedará la carta de José Luis Rodríguez Zapatero, quien también ha estado muy activo en los contactos con la formación de Puigdemont para apuntalar la legislatura.

En el seno del independentismo, la complicada situación legal de Cerdán salpica únicamente a Junts, ya que ERC había optado por vías más oficiales para su relación con Moncloa. Pero la apuesta de Puigdemont por seguir fuera de España complicó, y mucho, las relaciones con el entorno socialista, tanto en Madrid como en Cataluña. Además hay temor en Junts de que se filtren audios que revelen la naturaleza de las conversaciones entre Santos Cerdán, Puigdemont y Turull.

La foto buscada

En su día, la foto con Cerdán había sido el mayor éxito de Puigdemont en términos de reconocimiento político. Ahora esa imagen puede acabar pesando como una losa y quedando como una burla más de Sánchez al independentismo. De hecho, ahora pesa tanto que en Waterloo dudan ahora de la conveniencia de una foto de Puigdemont con Pedro Sánchez. Y eso a pesar de que llevaban más de un año buscando esa imagen para demostrar que en Junts se podía acceder a interlocutores de más nivel, como serían el propio Sánchez o el presidente de la Generalitat, Salvador Illa. Pero ambos han esquivado como han podido esa circunstancia. El jefe del Ejecutivo la evitó en su día en el Parlamento Europeo en diciembre de 2023. Y el independentismo acuñó un nuevo concepto, “la amnistía política”, equiparable a la “amnistía jurídica”, pero en este caso referido al reconocimiento que les daba el PSOE como interlocutores.

En la Navidad del 2023, Sánchez abrió la posibilidad de verse con Puigdemont, vendiéndolo como un acto de normalidad democrática. Pero aquello no llegó a producirse nunca y el socialismo siguió delegando en Santos Cerdán la interlocución con Junts hasta el día de hoy.

Illa no se niega

Salvador Illa, por su parte, nunca se ha negado a verse con Puigdemont, pero ha ido dando largas a esta cuestión sin llegar a concretarla, cuando ya lleva diez meses gobernando. Puigdemont y él sí han hablado por teléfono, pero la cosa no ha ido más allá. Y hace un mes que el ex president vetó cualquier tipo de acuerdo con los socialistas que pudiese dar oxígeno a Illa.

La respuesta del líder del PSC y presidente de la Generalitat fue presentar esta semana el pacto sobre la ampliación de El Prat, en el que se permitió el lujo ningunear a Junts, el partido más importante que apoyaba el proyecto.

El núcleo duro de Carles Puigdemont ha cerrado filas con Pedro Sánchez para alargar la legislatura, pese a la crisis desatada con la dimisión del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, que había sido hasta ahora el interlocutor privilegiado de los socialistas con el partido. Otra cosa es cómo explicarlo, pero la opinión generalizada del entorno del expresidente catalán es que la alternativa de un final precipitado sería mucho peor para los intereses independentistas, tal y como explican fuentes de la ejecutiva de la formación, que este domingo celebró una reunión de la Permanente de su Ejecutiva. El encuentro entre el secretario general de Junts, Jordi Turull y la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, acabó con un punto vergonzante, pero dando tiempo a un Sánchez que una vez más parece sin salidas políticas.

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