El alimento típico catalán que protege tu corazón y apenas tiene calorías

• Soy experto en nutrición y estos son dos alimentos indispensables si quieres perder grasa: "Saciantes y aportan pocas calorías"
• El alimento ideal para cuidar la memoria y que ayuda a mantener una buena hidratación

El pan con tomate, también conocido como pa amb tomàquet, es mucho más que un símbolo gastronómico de Cataluña: es una opción saludable para quienes buscan cuidarse desde el desayuno. Su combinación sencilla y equilibrada lo ha convertido en un referente de la dieta mediterránea. Más allá de su sabor, este desayuno tradicional aporta beneficios cardiovasculares y apenas suma calorías.

Un clásico con valor nutricional extraordinario

En Cataluña, este plato se prepara de forma sencilla: una rebanada de pan tostado, preferiblemente integral o de payés, se unta con tomate fresco —mejor si es de colgar— y se aliña con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Algunos añaden sal o incluso ajo, pero la esencia sigue siendo la misma. Esta fórmula ancestral no solo resulta deliciosa, sino que cumple con los principios del Plato para Comer Saludable de la Universidad de Harvard, que promueve el consumo de vegetales, cereales integrales y grasas buenas como el aceite de oliva.

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El tomate, que en un 94% es agua, aporta muy pocas calorías —solo 20 por cada 100 gramos—, pero concentra un alto valor nutricional. Es rico en vitaminas A, C, E, B1, B2 y B5, así como en minerales como potasio y magnesio, esenciales para el sistema nervioso y cardiovascular. Además, su contenido en licopeno, un antioxidante natural, ha sido relacionado con la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, osteoporosis y ciertos tipos de cáncer, según estudios publicados en American Journal of Lifestyle Medicine.

Una tradición que se adapta a la salud actual

Optar por pan integral no es un detalle menor: al conservar el grano entero, mejora el tránsito intestinal y ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre. Evitar el pan blanco y la sal en exceso potencia aún más los beneficios de este plato. Además, el aceite de oliva virgen extra (fuente de ácido oleico y vitamina E), conocido como "oro líquido", aporta ácidos grasos monoinsaturados, que ayudan a regular el colesterol y protegen las arterias.

Pero no todo el pan vale. Los expertos en nutrición insisten en sustituir el pan blanco por uno integral, preferiblemente de grano entero y con al menos un 75% de harina integral. A diferencia del pan blanco, este conserva el germen y el salvado del grano, lo que favorece el tránsito intestinal y evita picos de glucosa. De hecho, el almidón del pan blanco se transforma rápidamente en azúcar, aumentando el riesgo de diabetes tipo 2, obesidad o enfermedades del corazón.

De los Andes a tu mesa

El tomate, de origen americano, llegó a España en el siglo XVI. Desde entonces ha conquistado mesas en toda la península, pero es en Cataluña donde ha adquirido una dimensión identitaria. Su preparación, que aparece documentada desde 1884, ha traspasado fronteras y hoy es habitual en regiones como Baleares, Comunidad Valenciana, Murcia e incluso Andalucía, donde se sirve sobre mollete con jamón serrano.

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Su arraigo popular, unido a sus propiedades saludables, lo han convertido en una de las mejores opciones para quienes desean disfrutar del sabor sin renunciar a una alimentación equilibrada. Más allá de la tradición, el pan con tomate es una muestra de cómo la cocina sencilla puede ser también medicina preventiva. Sabroso, accesible y saludable, este clásico de la gastronomía española demuestra que cuidarse no está reñido con el placer.