Rufián inventa la 'izquierda nuclear' para abstenerse en el cierre de las centrales catalanas
Sutil pero importante cambio dentro de ERC. Por primera vez se cuestiona el calendario de cierre de las centrales nucleares en Cataluña. Y lo ha hecho su portavoz y desde el Congreso
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F47a%2F7dd%2Fdf2%2F47a7dddf2f3bbce8d584fde1f08dbae1.jpg)
Gabriel Rufián ha hecho una aportación ideológica notable este mes. Inventar la izquierda nuclear. Una izquierda que no vota a favor de las centrales nucleares, pero que se abstiene cuando hay que concretar el cierre de las centrales en Cataluña. Lo haría para defender el empleo en esas instalaciones, un argumento que aporta el portavoz de los republicanos en el Congreso y que resulta del todo novedoso en términos ideológicos. Sobre todo, porque además se produce en pleno debate cultural sobre la energía atómica en España tras el apagón del 28 de abril.
En sede parlamentaria, en una intervención en el Congreso el pasado 7 de mayo, Rufián manifestaba: “Nosotros también nos hemos abstenido en algún momento , y quizá lo seguiremos haciendo en algún momento y en alguna votación en torno al futuro de las nucleares. Más que nada porque la gente que trabaja en esas centrales nucleares, nosotros en Cataluña tenemos centenares, necesita un horizonte vital, necesita una alternativa. Y cerrar esas centrales sin esas alternativas es hacernos trampas”.
La postura de Gabriel Rufián es novedosa por tres razones: porque viene desde la izquierda, donde nunca se ha hecho un planteamiento sobre los puestos laborales del sector; porque los republicanos siempre han sido históricamente antinucleares y porque la Generalitat, que es apoyada por ERC, siempre ha evitado cuestionar el calendario de cierre de las tres nucleares en Cataluña, Ascó I en 2030, Ascó II en 2032 y Vandellós II en 2035.
A la vez, Rufián, en la misma intervención, acusaba al PP, Junts y Vox de operar al dictado del lobby nuclear. Pero él mismo tampoco cargaba a fondo contra estas instalaciones.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fdfe%2Fd72%2F7ef%2Fdfed727efaba7177d73489987ad9bcf7.jpg)
Cataluña depende en un 46% de la energía nuclear en términos de generación. La patronal Foment del Treball y también Junts han hecho bandera de alargar la vida de las nucleares en Cataluña. Pero ERC nunca había entrado en la cuestión. Al contrario, en el Parlament el grupo parlamentario de los republicanos siempre se ha manifestado en contra de este tipo de energía.
Mientras, Salvador Illa, que cuenta con el apoyo de los republicanos en la Cámara catalana, se ha mantenido del todo alineado con el calendario de cierre de nucleares que en su día estableció Teresa Ribera, cuando era ministra de Transición Energética. Nada que pueda incomodar a Pedro Sánchez.
ERC siempre se había mantenido como antinuclear sin matices durante todo este debate
El director general de Energía de la Generalitat, Josep María Serena, dimitió por esta cuestión, aunque la administración catalana lo niega. Los republicanos, principales socios de Illa, nunca dijeron nada. Se mantenían en su posición
ERC juega a todo
ERC está jugando a todo en el tema energético. En Cataluña se mantiene en contra de las nucleares; en Madrid, se abstiene para mantener el empleo vinculado a las centrales en ayuntamientos como Ascó y Vandellós; y en los pueblos y pequeñas ciudades catalanas donde controlan las alcaldías, se oponen al despliegue de las renovables.
Illa, en las últimas semanas, ha jugado un tanto al despiste con esta cuestión. En las pasadas jornadas del Cercle d’Economia ha apuntado que “no habrá problemas de suministro” cuando se le pregunta por la cuestión. Ya no se esfuerza en mantener el calendario establecido para los cierres, como siempre ha hecho la consellera responsable del ramo, Silvia Paneque.
Ajustar el calendario
Una solución a medio camino sería ajustar el calendario establecido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 que marcó el Ministerio de Transición Energético. Se trataría de alargar uno o dos años la vida útil de las centrales en el caso de Cataluña, una excepción catalana por el peso de la generación nuclear en Cataluña, tal y como pide Endesa para garantizar el suministro. Las centrales se cerrarían igual, pero un poco más tarde. En este caso, el nuevo posicionamiento de Rufián iría en esta línea, aunque con la excusa del empleo. Como siempre, el portavoz de ERC en el Congreso va un tanto por libre dentro de su propia formación.
El PSC de Illa espera que un 54% de la energía de generación en Cataluña venga de las renovables en 2030, poco antes de cerrar los tres reactores nucleares que aún tiene Cataluña. Pero muchos expertos cuestionan este objetivo abogan por que se tenga que hacer el ajuste.
Gabriel Rufián ha hecho una aportación ideológica notable este mes. Inventar la izquierda nuclear. Una izquierda que no vota a favor de las centrales nucleares, pero que se abstiene cuando hay que concretar el cierre de las centrales en Cataluña. Lo haría para defender el empleo en esas instalaciones, un argumento que aporta el portavoz de los republicanos en el Congreso y que resulta del todo novedoso en términos ideológicos. Sobre todo, porque además se produce en pleno debate cultural sobre la energía atómica en España tras el apagón del 28 de abril.