La extraña alianza: la relación de socialistas y soberanistas con la Gran Logia y los rotarios

El pasado 25 de marzo se presentó en el Ateneo de Madrid ‘El Águila y el Compás’, una novela gráfica antifranquista, en un acto al que acudieron la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, y Txema Oleaga, senador socialista. La presencia de los dos políticos no es baladí: Armengol había sido presidenta de Baleares, comunidad donde transcurre la trama de la historia, y Oleaga es el gran maestre de la Gran Logia de España (GLE), la rama de la masonería española más numerosa, que depende de la obediencia inglesa.

Aparentemente, la asistencia de dos políticos del PSOE a ese acto responde a sus trayectorias profesionales. Pero no deja de ser criticada por una parte de la masonería, que opina que en estos momentos existe demasiada correlación entre la principal rama masónica y el partido socialista.

Un escrito en un blog del sector crítico de la masonería del pasado mes de enero recogía que “el paralelismo con la política profana es evidente”. En uno de sus párrafos, alertaba de que “la francmasonería no puede permitirse el lujo de caer en la misma espiral de engaño y oportunismo que caracteriza a la política profana; debe ser un modelo de integridad y coherencia en un mundo donde estos valores son cada vez más escasos”.

En un dardo cargado de intención, el blog subraya que “la responsabilidad de la membresía es exigir coherencia, ética y compromiso a quienes lideran las logias, evitando así que a corrupción de la política profana se infiltre en un espacio destinado a la edificación del espíritu y la elevación moral del individuo. La masonería no debe convertirse en un refugio para ambiciosos sin escrúpulos ni en un escenario donde los intereses personales se impongan sobre el bien común”.

Expulsiones e investigación

Y es que la extraña alianza entre política y mística se ha hecho patente los últimos años. Por un lado, la llegada a la cúspide masónica de un senador y, por tanto, un político en activo, ha provocado un terremoto dentro de la Gran Logia. Recientemente, Tomás Sarobe, que había sido gran maestre, se dio de baja de la institución en desacuerdo con la deriva de la GLE. El anterior líder de la masonería, Óscar de Alfonso, también fue puesto en la diana por la actual cúpula y fue expulsado durante dos años por exigir explicaciones a los masones socialistas canarios sobre presuntos casos de corrupción en el archipiélago.

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El senador Oleaga ha llegado a abrir una investigación interna para conocer si algunos de sus antecesores o de sus rivales había filtrado documentos internos de la GLE a El Confidencial. “Tu maneo del mallete desvela, a tu pesar y también al nuestro, tu personalidad (…) te has mostrado arrogante y poco tolerante con los hermanos. Has humillado en público a grandes oficiales, abusado de la palabra gruesa en grandes asambleas y cónclaves (…) abochornando desde tu posición a los que disentían; en lugar de consenso y armonía, has generado ruido, conflicto y división (…) has importado a la Gran Logia de España lo peor de tu profesión profana: la división, los bloques y el lenguaje frentista”, le recriminaba en una carta a Oleaga este mes de febrero Adolfo Alonso, que había sido su rival en las últimas elecciones internas.

Pero la GLE no es la única organización contaminada con la política. Si los socialistas predominan en la masonería, el independentismo domina a los rotarios en la capital catalana. El Rotary Club de Barcelona, juntamente con el Rotary International, ha organizado un ciclo de conferencias cuyos protagonistas son los historiadores ful del Institut Nova Història (INH), un organismo denostado incluso por los historiadores independentistas académicos.

El pasado 11 de marzo, el expresidente de la Generalitat Artur Mas fue el invitado de honor del Rotary: inauguró el ciclo de conferencias ‘Cataluña Horizonte 2035’. “Un gran encuentro donde reflexionamos sobre el futuro del país y compartimos una comida con profesionales y amigos”, resume la organización. El 21 de febrero, había realizado una reunión con Marc Lamuà, líder del PSC en las comarcas de Girona, pero que entra dentro de las reuniones semanales que organiza la entidad mística con diferentes líderes políticos.

Joan Canadell y la bandera de los EEUU

Pero la guinda es la deriva de invitar sólo a conferenciantes del INH a charlas históricas. Para entender la extraña mezcolanza del Rotary con la política hay que tener en cuenta que Montserrat Moral Ajado, dirigente del Rotary, había concurrido como candidata a las elecciones en las listas de JxCat en Sant Cugat, el feudo posconvergente de Cataluña.

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Moral es la ‘gobernadora’ del Distrito 2202 para 2024-2025, que comprende las comunidades de Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja, Aragón y Cataluña. En 2019 fue elegida presidenta del Rotary Club Sant Cugat y los últimos años había desempeñado distintos cargos en la cúpula del Rotary International. Recientemente, esta entidad ha entregado su más alta distinción, la Paul Harris Fellow, a destacados indepes, como la exalcaldesa de Vic y expresidenta del Parlament Anna Erra (dirigente con una larga lista de polémicas a sus espaldas) o el empresario Tatxo Benet, de Mediapro.

En el ciclo de historia han comparecido hasta ahora Manel Capdevila, Jaume Vallcorba y Víctor Cucurull, este último el pasado 17 de marzo. Para el próximo 28 de abril está prevista la conferencia ‘Cataluña, Inglaterra y los Estados Unidos: banderas y comercio’, impartida por otro entusiasta de las teorías conspiracionistas, el diputado de Junts Joan Canadell, expresidente de la Cámara de Comercio de Barcelona y partidario convencido de las extravagantes teorías del INH.

La teoría del INH que defiende Canadell es que la bandera de los EEUU proviene de la catalana. Es la teoría inventada por el director del INH, Jordi Bilbeny. Su tesis es simple: “Cuando nos preguntamos en qué bandera europea se inspira de la los EEUU, sólo podemos recurrir a cinco bandas, porque eran entonces cinco los estados que habían tenido una relación predominante y directa con el Nuevo Mundo. Por tanto, ¿qué bandera habría inspirado la de los EEUU? ¿La inglesa? No. La francesa, tampoco, ¿La portuguesa? Nunca. ¿La castellana? Ni mucho menos. Todas estas banderas son muy diferentes a la americana y deberían haber tenido cambios estructurales demasiado profundos (…). Entonces, por lo que ahora sabemos por mis investigaciones, que el nuevo continente fue descubierto, conquistado, evangelizado y poblado por catalanes (…) ahora es más fácil interpretarlo: la bandera de los EEUU sólo y únicamente tiene a la catalana como trasfondo. Barras rojas idénticas”.

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Curiosamente. todos los conferenciantes del Rotary están ligados al INH, la entidad que intenta convertir en catalanes a los mayores pensadores de la historia aduciendo, simplemente, que Castilla falsificó todos los documentos existentes. Capdevila, por ejemplo, es el muñidor de la teoría de que Cataluña creó la primera universidad de España, antes que la de Salamanca. Vallcorba, exdirectivo de una multinacional y del Cercle Català de Negocis (CCN), fue quien pronunció la conferencia de apertura del Simposio sobre la Historia Censurada de Cataluña a finales de 2022.

Cucurull, por su parte, es el historiador que afirma que Cataluña existe como nación desde el siglo VII antes de Cristo y que en el siglo XV el papel de Cataluña era el que Estados Unidos ha tenido en la última mitad del siglo XX. Y que en el siglo XI Cataluña fue la que constituyó… la Sociedad de Naciones, la ONU de aquel entonces. Otra de sus teorías es que “todo lo que era la Magna Grecia, es decir, la expansión de la Grecia clásica, es lo que constituyó nuestro Imperio catalán. Roma no era nada. Roma empezó a ser la capital que es hasta el día en que entraron en ella los catalanes”. Asimismo, sostiene que “el catalán no se ha dejado de hablar nunca en América del Sur, del Centro y del Norte”. Todo un elenco que pone en un aprieto la imagen del Rotary incluso entre amplios sectores independentistas.