Junqueras pacta con Illa una segunda ampliación de crédito de 1.800 millones
Los republicanos son los principales socios del PSC. Pero Junqueras se está esforzando en llenar el vacío que dejó Puigdemont al no asumir el puesto de jefe de la oposición
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Oriol Junqueras ya ha pactado con Salvador Illa con la segunda ampliación de crédito para mantener operativos los presupuestos prorrogados de la Generalitat. Se trata de 1.800 millones a los que el Parlament debe dar el visto bueno y, por lo tanto, ERC y los comunes tienen la llave. Por ahora, esta segunda ampliación no ve la luz, a la espera de de los republicanos expliquen a la opinión pública lo que han logrado en la negociación, ya que quieren que una parte de ese dinero se destine a Cercanías y a la nueva financiación autonómica, según han explicado fuentes cercanas a las conversaciones entre ambos partidos.
Para aliviar la presión, Illa dividió la ampliación de crédito en dos partes. La primera se aprobó en un primer decreto de suplemento de crédito de 2.168 millones. En esa partida, ERC ya arrancó 15 millones para Cercanías y otros 15 millones para la financiación. Este paquete presupuestario ya pasó por el Consell Executiu y todavía está pendiente de ratificación por parte de la Cámara catalana. Pero el problema no estaba aquí, sino en los 1.800 millones restantes a los que el Govern todavía no ha dado luz verde. Portavoces de ERC han declinado hacer declaraciones.
De los 1.800 millones pendientes, unos mil son para gasto corriente y subidas salariales de los funcionarios. El debate es el destino de los 800 millones restantes: ERC aspiraba a destinar una parte a la nueva operadora de Cercanías y también al proyecto de nueva financiación autonómica, aunque este por ahora no implica incurrir en costes.
Los republicanos también han intentado colar en este paquete negociador entrar en la gestión del aeropuerto de El Prat, incluso rechazando la ampliación de la tercera pista, pero desde el PSC se les recordó que el aeropuerto no formaba parte de los acuerdos de investidura.
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ERC pide y Salvador Illa se resiste. Los acontecimientos internacionales de los últimos días le han dado al presidente catalán un poco de aire y una nueva excusa: necesita parte de los 800 millones de euros sobre los que ERC reclama disponibilidad para ayudas directas a los sectores y empresas más afectados. Oriol Junqueras y los suyos han puesto la negociación en pausa conscientes de que muchos sectores, como el alimentario catalán, precisarán de fondos extraordinarios para parar el primer golpe del zarpado arancelario de Donald Trump.
Por ahora, Illa ha conseguido salvar el set que suponía el decreto para limitar el precio de la vivienda de temporada. Incluso con el sorprendente apoyo de la CUP, con lo que en la práctica se ha conseguido ampliar la mayoría de la investidura.
Grave, pero no seria
Para ERC, la situación es grave pero no seria. Lo bastante grave para ser conscientes de que a lo mejor no pueden seguir apretando a Illa con la segunda parte de la ampliación de crédito. Pero no lo bastante para cerrar una negociación de Presupuestos de la Generalitat para este 2025. No tener presupuestos no parecía preocupante cuando tenía la economía creciendo al 3%, pero puedo serlo si está a las puertas de una recesión mundial.
Antoni Castellà, de Junts, ha ofrecido en el Parlament al PSC negociar los Presupuestos, pero ha pedido que los lleven al Parlament. Tal vez intuyendo una trampa, la consellera de Economia, Alicia Romero, ha declinado la invitación. Como no hay pacto con los republicanos, los socialistas catalanes no se acaban de fiar de los de Puigdemont.
ERC sigue anclada en su negativa a que la Generalitat tenga presupuestos
En la Generalitat siguen dando por perdidos los Presupuestos para este año y ya trabajan pensando en los de 2026. Los republicanos consideran que les perjudicaría respaldar las cuentas de Illa y prefieren apoyos muy puntuales y siempre muy condicionados. Desde el PSC ya ni lo exigen. La portavoz Silvia Paneque eludió todas las preguntas al respecto. Situación grave, pero no seria.
Llenar un vacío
En el fondo, Oriol Junqueras está llenando un vacío. En su día Carles Puigdemont no quiso que hubiese jefe de la oposición. Eso ha generado un vacío político en Cataluña que, por un lado, hace fácil la vida de Salvador Illa. Pero, por otro, dejó un hueco que el presidente de los republicanos ha visto fácil de llenar. Se trata de, salvando las distancias, comportarse como Junts en Madrid. Pero dándose un barniz de responsabilidad. No se sobreactúa como Míriam Nogueras en el Congreso, pero se va estrechando el margen de actuación de la Generalitat socialista, que gobierna en minoría.
ERC sigue apretando a Illa sin prisa pero sin pausa. Necesita que al final de la legislatura su partido no sólo pueda captar desencantados de Junts por su acercamiento, sino que también pueda presumir de obra de gobierno por la vía delegada. Hasta ahora, los principales objetivos que se ha marcado Illa son herencia de ERC: el traspaso de Cercanías y la nueva financiación autonómica. Destinar fondos es una manera de que todo esto luzca.
Oriol Junqueras ya ha pactado con Salvador Illa con la segunda ampliación de crédito para mantener operativos los presupuestos prorrogados de la Generalitat. Se trata de 1.800 millones a los que el Parlament debe dar el visto bueno y, por lo tanto, ERC y los comunes tienen la llave. Por ahora, esta segunda ampliación no ve la luz, a la espera de de los republicanos expliquen a la opinión pública lo que han logrado en la negociación, ya que quieren que una parte de ese dinero se destine a Cercanías y a la nueva financiación autonómica, según han explicado fuentes cercanas a las conversaciones entre ambos partidos.